Ningún escenario ha resultado tan fértil para el fotógrafo Martin Parr como la playa. El británico recorrió medio mundo con un afán casi científico por retratar al humano en este entorno. «Puedes leer mucho sobre un país observando sus playas. En todas las culturas es un lugar que concentra las costumbres nacionales más estrafalarias”, reflexionaba el inglés en la introducción de su libro Life is a Beach.
Antes de que su vocación fuese más internacional, Parr centró su obra en Reino Unido, “un país donde nadie está a más de 120 kilómetros de la costa” y un espacio que permite que “las excentricidades británicas afloren”.
Pero este deseo de retratar el “teatro de lo cotidiano” no surgió de forma aislada en la cabeza del genio británico. Parr admite sin reparos que probablemente lo que más influyó en su trabajo fue Tony Ray-Jones, un fotógrafo callejero 10 años mayor que él, cuya obra llegó a sus ojos en 1971 cuando era estudiante en la Universidad Politécnica de Manchester.
“Su capacidad para construir imágenes complejas en las que todo el mundo estaba perfectamente colocado en escenas que uno solo podía encontrar en Inglaterra me llamó la atención y despertó en mí una cierta envidia”, rememora el inglés.
Parr se refiere al trabajo que realizó Ray-Jones entre el año 1966 y 1969, fruto de sus visitas a resorts veraniegos como Beachy Head, Ramsgate o Blackpool. Una serie de imágenes que forman parte de la exposición Only In England, que estará en el Museo de la Ciencia de Londres hasta el 16 de marzo (2014).
(Location unknown, possible Morcambe, 1967 – 68 by Tony Ray-Jones © National Media Museum)
La muestra incluye 60 fotos inéditas de Ray-Jones, que falleció en 1972 a causa de una leucemia con tan solo 30 años. Parr seleccionó él mismo los retratos a partir de las hojas de contacto que dejó atrás el fotógrafo tras su muerte.
La Inglaterra en las instantáneas de Ray-Jones invadía las playas británicas en masa antes de que las costas españolas se convirtieran en el refugio veraniego de las clases trabajadoras de la isla. Una especie que estaba en riesgo de extinción, según decía, por la creciente influencia de la cultura norteamericana.
(Brighton Beach , 1966 by Tony Ray-Jones © National Media Museum)
Decálogo para ser un buen fotógrafo callejero
Ray-Jones aprendió su oficio de fotógrafo callejero deambulando por las calles de Nueva York entre los años 1961 y 1965, tras conseguir una beca para estudiar diseño gráfico en la Universidad de Yale. Allí entró en contacto con el círculo Brodovitch, que utilizaba “la calle como escenario para encontrar dramas personales claves para el lenguaje que acabó adquiriendo Ray-Jones. Él estaba deseoso de volver a Inglaterra para aplicar esta fórmula a un país que nunca antes había sido fotografiado de esta forma”, explica Parr en la introducción a la exposición.
Antes de fotografiar a su presa, Ray-Jones se comportaba como un antropólogo. Anotaba reflexiones en sus cuadernos sobre las personas que estaba a punto de capturar. “La excentricidad es una cualidad que los británicos premian por encima de muchas otras cosas. Quizá sea poco práctico, incómodo y a veces irritante, pero denota personalidad e individualidad”, observaba sobre la especie británica que poblaba las ciudades vacacionales. “El verdadero excéntrico es aquel que persigue su propia versión de la verdad y el valor de las cosas sin dejarse influir por presiones externas o costumbres establecidas”.
(Beachy Head Tripper Boat, 1967 by Tony Ray-Jones © National Media Museum)
Esta labor de investigación incluía la lectura de libros relacionados con la materia como anatomía del Reino Unido, los ingleses psicoanalizados, teoría de las clases sociales y el camino a Wigan Pier de George Orwell que reunía en sus notas.
Las hojas de su cuaderno reflejaban una persona obsesionada por la autoexigencia, que cuestionaba constantemente su papel como fotógrafo:
Traducción:
– Se más agresivo
– Involúcrate más (habla con la gente)
– Quédate con los sujetos (sé paciente)
– Toma fotos más sencillas
– Mira si todo lo que se encuentra en el fondo (de la foto) está relacionado con la materia
– Utiliza composiciones variadas
– Se más consciente de la composición
– No hagas fotos aburridas
– Acércate más (utiliza la misma lente)
– No hagas demasiadas fotos
– No todas a vista de calle
– No a media distancia
Ray-Jones lamentaba además en su diario la falta de conciencia social de sus compañeros de profesión. “El número de fotógrafos comprometidos socialmente es casi nulo. La razón es que no proporciona recompensa monetaria y es algo muy difícil, aburrido y consume mucho tiempo”.
(Beachy Head Tripper Boat, 1967 by Tony Ray-Jones © National Media Museum)
Su pérdida fue un gran shock para Parr cuando se enteró de la noticia en 1972, a pesar de que nunca lo llegó a conocer en persona. “Recuerdo haber comprado A Day Off, un libro sobre sus trabajos que hizo en Inglaterra dos años después de su muerte. Pude ver esas imágenes que me habían impactado tanto”.
Tras revisitar su trabajo en los últimos años, el inglés no puede evitar pensar qué hubiera pasado si Ray-Jones siguiera vivo. “Estoy seguro de que nos hubiéramos conocido y seríamos amigos. Seguro que su obstinación encantadora e intolerancia por la mediocridad serían realmente cautivadoras”.
(Eastebourne Carnival by Tony Ray-Jones © National Media Museum)
(Location unknown, possibly Worthing, 1967-68 by Tony Ray-Jones © National Media
Museum)