Era 1984. El salón del Automóvil de París, donde grandes innovaciones como coches a tracción delantera o los primeros vehículos fabricados en masa se habían presentado al gran público desde principios del siglo XX, estaba expectante. Ese año Seat se estrenaba como fabricante independiente y tenía un producto con el que quería asombrar a los asistentes. Apodado La ambición española, el Ibiza logró lo que se proponía. Pocos coches son tan icónicos como este utilitario, que tras 30 años sigue hecho un chaval.
Prueba de ello es la cantidad de gente que se acercó a la fiesta con la que la compañía festejó su superventas, con más de cinco millones de unidades a lo largo de estas tres décadas. Fue en el Colegio de Arquitectos de Madrid, bajo la atenta mirada de la actriz María Castro, que ejercía de madrina, donde varios DJs repasaron lo mejor de la música desde el nacimiento del Ibiza. Alaska se encargó de los 80, Joaquín Reyes de los 90 y Najwa Nimri de los eclécticos años 2000, acompañados de Ana Rujas, Jon Sistiaga, Silvia Superstar…
El coche ha evolucionado en paralelo a la historia. Desde su nacimiento, se abrió el muro de Berlín, los Balcanes se convirtieron en un polvorín, cayeron las Torres gemelas… el mundo siguió girando, mientras el Ibiza también se refinaba, cambiando sus originales líneas rectas por curvas más estilizadas a medida que iban pasando (y ya van cuatro) generaciones de Ibizas.
Ahora el coche entra en su siguiente encarnación, la Edición Limitada 30º Aniversario. Y viene engalanada con llantas de aleación, faros LED, insignia tridimensional, tapicería de piel, alfombrillas elegantes, asientos confortables. Cualquier nacido en 1984 te lo puede decir, los 30 no se cumplen todos los años.
Treinta años del Seat Ibiza no son nada
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