Triodos Bank: Un banco que invierte solo en proyectos sostenibles y sociales


A Triodos Bank la crisis le ha venido de lujo a pesar de lo paradójico que pueda sonar hablando de una entidad financiera. En un momento en el que la sociedad empieza a cuestionarse ideas preconcebidas, este banco ético con más de 30 años de historia está muy bien posicionado para dar respuestas a la pregunta ¿existe una alternativa al sistema actual?
Fundado en Holanda en el año 1980 (está en España desde 2004), Triodos solo financia proyectos que tienen un componente social o medioambiental.
Si cada compra representa un voto, de poco sirve adquirir ropa ecológica si el dinero que depositas en tu banco se invierte en financiar empresas contaminantes o marcas de ropa que utilizan mano de obra infantil. Triodos ofrece un sistema distinto para acabar con estas incoherencias. La diferencia no está en los servicios que ofrece que se ajustan a la media de un banco convencional (tarjeta de débito, cuenta corriente), radica en lo que el banco hace con ese dinero que depositan particulares en la entidad.
Su particular filosofía puesta en el contexto económico actual está conectando con personas que buscan algo más de su banco. Esto se ha visto reflejado en los resultados financieros, donde Triodos ha aumentado su beneficio neto en un 20% en 2010 en todo el mundo. En España, donde cuentan con 7 sucursales, en el mismo año lograron aumentar su cartera de clientes en un 60% (29.000 personas) con un balance que alcanzó los 493 millones de euros, cifras que demuestran que aunque sigue siendo un banco pequeño ya no lo es tanto.
Cuando analizas el último comunicado de la compañía, que anuncia los resultados financieros de la empresa, uno se da cuenta de que Triodos no es un banco al uso. En la nota, su CEO, Peter Blom, arremete contra la política de los gobiernos europeos:
«Están desviando su atención de los grandes problemas sociales y medioambientales y se están centrando únicamente en resolver los problemas económicos. Esto se traduce en recortes en las medidas que afectan a las políticas de sostenibilidad, lo que ralentiza el cambio necesario hacia una economía baja en carbono. En cambio, la sociedad civil y las empresas están tomando el protagonismo como agentes clave de una economía sostenible”.
Contrasta esto con las palabras vacías que suelen salir en las notas de prensa de los ejecutivos financieros contemporáneos.
En un entorno donde la sostenibilidad y el medio ambiente empiezan a entrar en el mainstream, Triodos está muy bien posicionado para rellenar ese hueco. La cuestión es si será capaz de mantenerse fiel a sus principios a medida que empieza a convertirse en un banco grande (en 2010 gestionó €5.600 millones).
Estas y otras cuestiones planteamos a Sonia Felipe, directora de comunicación de Triodos en España.
Una cosa es estar en el mercado pero otra es dar a conocer a Triodos. ¿Cómo lo estáis haciendo?
El 40% de esos nuevos clientes vienen por recomendación. Nosotros tenemos que explicar primero cómo funciona el sistema financiero y cómo nos diferenciamos. Además, nunca entramos en las guerras de rentabilidad. La gente no se hace cliente de Triodos para buscar una oferta y luego pasarse a otro banco que le ofrezca algo mejor. Las personas vienen a nosotros porque está vinculada al proyecto y sus propositos. Por otra parte, tenemos que ser coherentes con nuestra filosofía. Si somos un banco reponsable, nuestros clientes no estarán contentos si ven que nos estamos gastando millones de euros en una campaña en televisión. Encontramos que son muy comprometidos y críticos, no creo que aceptaran algo así.
En líneas generales, ¿cómo se diferencia Triodos Bank de los demás bancos en España?
Triodos solo financia empresas sociales, medioambientales, de comercio justo y energías renovables. La transparencia es una parte fundamental de nuestra propuesta. En la web puedes consultar toda la cartera de financiación. No ponemos las cifras por respeto a nuestros clientes pero si los movimientos así que cada cliente puede ver como se está utilizando su dinero. Nuestro modelo de negocio surge de ser una alternativa. No es un posicionamiento es nuestra filosofía fundacional. Cuando prestamos dinero a un proyecto tiene que satisfacer ciertos criterios. Si es una empresa de televisores normal, no entra. Pero si esa empresa desarrolla los televisores más eficientes del mercado y encima contrata a personas desfavorecidas para facilitar su inserción social entonces seguramente entra. Luego hay un segundo filtro que es el financiero. Estudiamos el modelo de negocio y su rentabilidad. Si no cuadra, tenemos que decir que no. Al fin y al cabo no es una ONG, es una empresa, si vemos que no es viable no podemos entrar en el proyecto.
¿Cómo intentáis ser coherentes con la filosofía que predicáis?
No se puede ser perfecto. Por ejemplo, nuestra sucursal aquí en Madrid no está en un edificio sostenible pero si buscamos hacer todo lo posible para reflejarlo en nuestro negocio. Desde el café de comercio justo que tenemos en nuestra oficina al mobiliario ecológico. Cuando hacemos eventos contratamos caterings que trabaja con la inserción social. Nuestra tarjeta de débito es biodegradable.
¿Cómo se protege a Triodos de un posible intento de transormarlo en un banco convencional?
No estamos en Bolsa, pero si tenemos un certificado para emitir acciones. Los accionistas solo pueden tener hasta un 10%. Es una fundación de accionistas que crea un estructura muy endogámica y cerrada para velar siempre por la misión de la compañía.
La compañía sigue creciendo, ¿existen riesgos de perder ciertos valores si Triodos se hace demasiado grande?
Siempre existe, cuando creces tienes que contratar a mucha gente y se tarda un tiempo en adapatarlos a la filosofía de Triodos. Falta esa vinculación pero en el interior existen muchas formas de controlar las inversiones. Luego no es lo mismo el grado de involucración que pueda tener alguien en la parte de mantenimiento o sistemas que alguien en comunicación. El CEO por ejemplo lleva más de 25 años en la empresa. Entró como voluntario y hoy dirige la compañía. Cada año además, nos audita una empresa externa.
Una de las grandes polémicas en la banca han surgido en torno a los bonus millonarios que se están repartiendo profesionales del sector a pesar de las pérdidas. ¿Cuál es vuestra política en esta materia?
No damos bonus porque no creemos en ellos. Cuando hay bonus, se reparte por igual en toda la empresa. Si son 300 euros, por ejemplo, todo el mundo, desde el CEO hasta los trabajadores reciben la misma cantidad de dinero.
¿Os lleváis sorpresas con el tipo de cliente que abre una cuenta en Triodos?
La verdad es que el perfil medio es complicado de definir. Normalmente está entre 30 y 45 años ya que es principalmente un banco online pero luego te encuentras personas, como un agricultor ecológico de 60 años, que también abren una cuenta porque creen en lo que hacemos. Luego hay gente muy comprometida que dice: ‘con mi dinero no’.
¿Cómo ha afectado la crisis financiera a vuestro negocio? ¿Os ha beneficiado?
La crisis ha hecho que la gente piense más dónde pone su dinero y eso claramente nos beneficia.
¿Existen bancos convencionales que han intentado competir con ofertas sostenibles?
De vez en cuando se lanzan ese tipo de ofertas porque la sostenibilidad y lo social cada vez despiertan más interes. El problema es cuando no se discierne entre el producto y las actuaciones de la empresa matriz. Puede que el producto sea bueno pero tiene poca validez si la empresa invierte en otros negocios que no son sostenibles.
Ponencia de Joan Melé, subdirector de Triodos Bank en EOI.

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Patrick Thomas

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