¿Pueden los tuits de nuestros representantes políticos ser transformados en verso? Javier González Vega es un poeta a tiempo parcial aficionado a la poesía collage. Una técnica en la que extrae palabras y frases de lugares dispares para generar nuevos versos.
A finales de 2012 el canario convirtió a los políticos en su centro de atención remezcladora. Empezó a seguirlos a mansalva. En total, más de 200 representantes públicos de todos los colores invadieron su timeline a diario. Eslóganes, frases huecas, reflexiones, conversaciones con ciudadanos. El ruido de esta “especie de patio colegio”, como él lo define, era su mina de oro para encontrar vocablos susceptibles de ser transformados en poesía.
“Acabé con 500 tuits seleccionados. Fue una labor de DJ literario en la que acabas remezclando estos fragmentos”, dice González Vega, natural de Gran Canaria. De esos 500 extractos de 140 caracteres nacieron 31 poemas como La Danza, que se puede leer a continuación:
Esta labor de poesía experimental se editará próximamente por González Vega bajo el título 75 políticos y un poeta en Twitter. Para sacarlo adelante, el autor ha recurrido a Verkami con el objetivo de recaudar 5.800 euros.
«Las superestrellas», que es el apodo que el poeta ha dado a los políticos que más han aportado a sus versos, poco tienen que ver con la primera línea de la política. «Son personas más cercanas a las bases. Tuitean mucho, hablan de manera cercana y suelen expresarse sin tapujos», indica el canario. El podio estuvo formado por Hugo Martínez Abarca (IU), Mariví Romero (PP) en Málaga y el alcalde de Jun José Antonio Rodríguez Salas.
El libro surge en un momento en el que el autor considera necesario dar nueva vida a la poesía. «Encuentro mucho lenguaje viciado hoy en día en esta disciplina. Necesitamos hacer más cosas para reivindicar que la poesía no es un arte muerto». Una obra curiosa que logra extraer toda la tensión y recelo que existe frente a los representantes públicos y convertirlo en algo despojado de sus connotaciones negativas.
Actualmente, tras finalizar el proceso de creación, González Vega ha decidido reducir ligeramente su exposición a los políticos en Twitter. «Me he quedado con los 75 que intervienen en el poemario. Creo que no solo por hacerles llegar la obra, sino porque –para qué lo voy a negar– también les he cogido un poquito de cariño».
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