Orgullo de โ€˜twerkingโ€™: en mi culo mando yo

Hay un placer sexual seco, alejado de la รณrbita de los genitales, al que cuesta adivinarle el punto. A veces prende en el fuego de una conversaciรณn animada o aparece en el flujo de un pensamiento lascivo. Otras llega de la manera mรกs insospechada, como cuando se agita el culo con la violencia de un martillo hidrรกulico y en el bamboleo salta el chispazo. Arriba y abajo, arriba y abajo. Cada vez mรกs fuerte. Cada vez mรกs liberador.

Se llama twerk y es el vehรญculo empleado por la sexรณloga Marรญa Cabral y la coreรณgrafa Kim Jordan para conducir a sus alumnas hasta el mismo foco del placer. Lo hacen mediante un taller sobre sexualidad y nalgas batientes: ยซEste workshop es el resultado de una investigaciรณn personal sobre danza y sexualidad femenina a partir de la cual di con las clases de twerk de Kim Jodan. Juntas desarrollamos un formato que consta de dos mรณdulos. En el primero hablamos del hecho sexual humano, de orgasmos, de amor, relaciones, eyaculaciรณn, genitales y feminismo. En el segundo bailamos todo esoยป.

Tras el acopio de conceptos, Marรญa Cabral explica que llegรณ de la sexologรญa al baile despuรฉs de realizar un recorrido muy personal. La mitad de su familia es de origen gitano y el baile siempre tuvo presencia en casa. Con el tiempo aprendiรณ a verle el trasfondo a los taconeos. ยซConsidero que la danza tiene mucho que ver con cรณmo se expresa el cuerpo en la comunidad. Las mujeres histรณricamente no han podido expresar, en el espacio de lo pรบblico, su sexualidad de otra manera que a travรฉs de la danza. Por eso siempre lo hicimos de manera sublimada y con lรญmites impuestosยป, razona Cabral.

El hecho de haber elegido el twerk para liberar a un puรฑado de treinteaรฑeras โ€“tambiรฉn acuden mujeres de 40 y hasta de 50 aรฑosโ€“ con ideas feministas y sexualidad atenazada tiene que ver con el origen del propio baile. Aunque se le presuponen raรญces africanas, la sacudida nalgar estรก profundamente relacionada con el movimiento LGTBI, puesto que su eclosiรณn tuvo lugar de la mano Big Freedia, un rapero travesti de Nueva Orleans que en 2013 puso a mover el culo de 406 personas y estableciรณ el rรฉcord mundial de twerking en masa.

Cientos de mujeres, hombres, niรฑos y niรฑas agitaron el trasero al ritmo de un popular travesti negro. Fue simbรณlico, fue liberador y creรณ conciencia; pero nosotros supimos del baile por una muchachita blanca crecida en el regazo de la factorรญa Disney. Le compramos la apropiaciรณn cultural y encima lo aprendimos mal: ยซEn realidad el twerk proviene de la mรบsica Bounce (familia del hip-hop). Es un movimiento, un golpe seco hacia delante o hacia detrรกs y se utiliza en un montรณn de bailes. Hay una bailaora de flamenco llamada Concha Vargas que es un volcรกn y que cuando baila tiene movimiento de pelvis muy secos. Podrรญamos decir que son movimientos de twerkยป, matiza Marรญa Cabral.

ยฟY quรฉ ocurre cuando movemos la pelvis? ยซEn nuestra cultura todos los bailes que se realizan de cintura para abajo remiten a lo sexual. A lo salvaje. Para nosotros el sexo estรก anclado a los genitales y todo lo que no sea una relaciรณn coitocรฉntrica se considera un apaรฑo o de segunda categorรญa. De este modo, el movimiento de la zona genital lo relacionamos con nuestra idea del sexo. Asรญ de simples somos a vecesยป.

Dicho esto, la sexรณloga asume que en el twerk se activan nervios implicados en la generaciรณn de lascivia. Si huele a carne se dice, se celebra y se reivindica: ยซEl twerk es un movimiento sexual. No queremos ser hipรณcritas. Lo que pasa es que es una sexualidad que propone un agenciamiento, porque normalmente no estamos acostumbradas a que las mujeres se expresen como seres sexuales y deseantes en el espacio de lo pรบblico. Cuando ocurre se entiende como una invitaciรณnยป.

twerk-interior

Es el clรกsico ยซno te vistas tan apretadaยป trasladado a la mรบsica. ยซLas mujeres tenemos que recoger el cuerpo desde que somos pequeรฑas porque se nos considera responsables de controlar el deseo del hombre, al que se le presupone salvaje e incontrolable. Es un discurso creado para que los hombres no tengan que responsabilizarse de sus propios actos. Pero no: desculpabilicรฉmonos, disfrutemos lo mรกximo posible. Quizรกs tengamos que trabajar la misoginia interiorizada y hacer las paces con aquella a la que renunciamos cuando nos llamaron ยซguarrillasยป o ยซcalientapollasยป; la mujer a la que dimos la espalda porque quisimos ser consideradas de forma serรญaยป.

El feminismo va logrando insertar en las viejas sociedades patriarcales nociones evidentes que hace cuatro dรญas no lo eran tanto. Por ejemplo, ya se va entendiendo que la ropa elegida no provoca ni cosifica, sino que viste. Contrariamente, mรบsica y danza siguen disputรกndose en el terreno de un moralismo interesado con demasiados รกrbitros arrogรกndose el derecho a decir quรฉ se puede y quรฉ no se puede bailar. Incluso desde sectores progresistas censuran el twerking o el perreo por considerarlos cosificadores para la mujer; y en cambio prescriben aficiones, casualmente alineadas a su propia moral, en teorรญa mรกs emancipadoras.

Mayores, de Becky G., es un buen ejemplo. ยฟLa canciรณn cosifica? ยซPara nada, cosifica quien mira. Esa cosificaciรณn de la que hablan depende de la mirada, porque un gรฉnero musical no convierte en objeto a nadie. Nos dicen que dejemos de ser objetos para el hombre, pero pasan a convertirnos en objetos para cualquiera que sea su causa. Al final, las mujeres somos objetos cuando se nos resta capacidad para pensar y decidir por nosotras mismas. Obviamente estamos condicionadas por el contexto, pero todo el mundo lo estรกยป, apostilla Marรญa Cabral.

Segรบn la sexรณloga, el paternalismo presuntuoso de quien receta libertad a mujeres libres tiene un parentesco reconocible y habitual: el clasismo europeo hacia personas racializadas. ยซCuando vemos a mujeres racializadas moviendo el culo se las tolera mejor porque sus cuerpos estรกn erotizados y porque pensamos que son de un nivel cultural inferior, que no tienen conciencia de su cuerpo y que no tienen ni idea de feminismo. Hay un punto en el que pensamos: mรญralas bailando reggaetรณn, las pobres estรกn moviendo la pelvis como si no hubiera un maรฑanaยป.

Todavรญa peor: estรกn moviendo la pelvis sobre letras que rozan la misoginia. Otro hit discusivo. Los creadores de ยซEl Twerking Cosificaยป patrocinan ยซEl Reggaetรณn es un Gรฉnero Machistaยป. ยซYo tengo la capacidad de saber si la letra es una mierda y aun asรญ bailarla. Hay que fomentar la capacidad para conocer las letras de mierda, no prohibirlas. Tambiรฉn te dirรฉ que en la รณpera hay tela de violencia hacia las mujeres. Igual que en el pop e igual que en rock. Machistas son quienes hacen ciertas letras, da igual el estilo; asรญ que lo ideal serรญa reapropiarnos para no tener que cuestionar un gรฉnero completoยป.

De momento, Marรญa Cabral y Kim Jordan intentan que las mujeres se reapropian de sus propios cuerpos mediante el taller Viaje al centro del placer y, una vez al mes, con las Booty Riots en el Koitton Club de Barcelona: ยซFiestas de twerk en un espacio sin violencia machista y en un ambiente respetuoso, comunitario y, sobre todo, muy voluptuosoยป.

1 Comment ยฟQuรฉ opinas?

  1. Hola, me ha gustado el artรญculo, estoy de acuerdo. Pero querรญa preguntarte si has investigado bien el origen del twerking, quizรกs el tรฉrmino sรญ pero yo estuve en australia de voluntaria en una comunidad de aborรญgenes en 2013 y allรญ lo bailaban desde siempre. Es espectacular, busca en youtube videos de aboriginal women o girls dancingโ€ฆ aunque los chicos tambiรฉn lo bailaban. Yo estuve en Yuendumu y alli todos los viernes y sรกbados era como una competiciรณn, salรญan de uno en uno y no veas quรฉ nivel!!

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