Pasa siempre. Los avances tecnológicos no dan el salto a la popularidad masiva hasta que se introduce el diseño en la ecuación, hasta que aquello que parecía teoría árida se convierte en un objeto bonito. Algo así debió de pensar Pharrell Williams cuando descubrió la empresa neoyorquina Bionic Yarn y decidió apostar por ella. Lo que esta empresa estaba desarrollando era un nuevo tipo de tejido ultra resistente y, ojo, realizado a partir de materiales reciclados del mar.
Así matamos dos pájaros de un tiro: reciclar e innovar. Esta empresa confecciona prendas y accesorios a partir de un hilo trenzado que obtiene de botellas de plástico reciclado. Este hilo también se mezcla a veces con nylon, poliester o algodón, y los resultados suenan casi a broma: con este material se pueden llegar a fabricar muebles más que resistentes.
Es aquí cuando una figura como la de Pharrell Williams desata toda la cadena mediática. Considerado uno de los hombres mejor vestidos del planeta y artista omnipresente (es músico, productor, actor, diseñador…), su apuesta por Bionic Yarn ha hecho posible la introducción de estos tejidos en la alta costura y en las grandes marcas.
Es el caso de la marca de vaqueros G-Star, con quienes Bionic Yarn han firmado un acuerdo de colaboración, que a corto plazo se va a concretar en una colección exclusiva de temporada llamada “Raw for the oceans” (disponible en tiendas a partir de agosto de este año), y que, en realidad, irá más allá, con la introducción de estos nuevos materiales en las colecciones permanentes de G-Star. Así las cosas, que esta colección fuese presentada en el marco de la New York Fashion Week y en el Museo estadounidense de Historia Natural no puede ser más significativo.
