Los has visto muchas veces, aunque no hayas prestado mucha atención, salvo cuando hacen resonar con estruendo las ruedas de tu maleta al arrastrarla por la calle. Son esos senderos en relieve con círculos o rayas que se sitúan en algunas aceras o en los suelos de estaciones y andenes.
A estas alturas de la película damos por hecho que sabes cuál es su utilidad y su razón de ser, pero por si hubiera algún despistado por aquí, vamos a recordarlo: son senderos de pavimento podotáctil que sirven a las personas con discapacidad visual para guiarse cuando andan por la calle.
Según cuenta Iván Leal en Linkedin, este pavimento táctil conocido también como bloques Tenji (el sistema japonés similar al Braille) fue creado en 1965 por Seiichi Miyake, preocupado por las dificultades que tenía su amigo invidente para moverse de forma independiente por la ciudad. Básicamente, ideó unas baldosas en relieve que permitían leer con el bastón, con dos patrones básicos: rayas para indicar dirección y círculos como señal de advertencia. La idea, tan sencilla como genial, se universalizó y hoy es un elemento indispensable en el diseño urbanístico.
Pero, a pesar de su utilidad, no es suficiente. Los bloques Tenji solo indican a las personas con discapacidad visual cuándo seguir recto o cuándo pararse, pero ¿cómo pueden saber si ese camino les lleva al súper o al banco o a un restaurante? Hasta ahora, la única manera era pidiendo ayuda a algún transeúnte que les confirmara si ese frente al que habían parado era el comercio que necesitaban.
Cemento Sol, un fabricante peruano de material de construcción y pavimentos, se dio cuenta del problema y encontró una solución: unas baldosas que, siguiendo el patrón de rayas de los bloques Tenji, ampliaran ese código de comunicación con nuevas señales que indicaran al usuario, con solo tocarlas con su bastón, ante qué tipo de establecimiento se encuentran parados.
A sus baldosas las han bautizado como Veredas que guían, y, su funcionamiento es sencillo. Entre las líneas horizontales que sirven para indicar el camino en línea recta han intercalado otras líneas que varían en número según la actividad del establecimiento que quieran comunicar. Una línea, si es un restaurante; dos, si es un banco; tres, si es una pequeña tienda de alimentación (en Perú los llaman bodegas); cuatro para farmacias; cinco, una parada; seis, un centro de salud; siete para peluquerías; ocho indican un supermercado o un centro comercial; nueve, tiendas de telefonía y diez, hospedajes.
Ver esta publicación en Instagram
La idea es tan buena que la campaña que la ha promocionado, Sightwalks, de Circus Grey, ha ganado el Grand Prix en la categoría de Diseño en la última edición de los Cannes Lions.
Las primeras Veredas que Guían ya se ha instalado en el circuito podotáctil del distrito de Miraflores, en Lima. El sistema y la patente es de uso libre y gratuito para que cualquier municipio, país u organización pueda descargarlo e implementarlo en sus localidades.
