A girasoles vagos… macetas giratorias

6 de octubre de 2015
6 de octubre de 2015
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Los colores de esta maceta de arcilla se inspiran en la primavera en l´Empordà. Aunque llena de tierra puede llegar a ser muy pesada, le gusta mecerse con elegancia al son del viento.

Voltasol se ha hecho con el Reddot Design Award 2015. Se trata de una maceta inclinada que ayuda a que las plantas sean más dinámicas. Está hecha de arcilla de La Bisbal d´Empordà y «danza» según el viento, el peso de la planta o la luz del sol. Es obra de la editorial Livingthings, que se propone sacar a la luz objetos con vida propia. Sus creadores son Xavier Mora y Samdra Compte, de Studio Bag Design, que están interesados en las relaciones de las personas con los objetos. 

Voltasol está inspirada en el movimiento de los girasoles. «Pensamos: ¿por qué no trasladar esta capacidad al resto de plantas para poder regular su orientación a la luz sin esfuerzo? Pero los prototipos nos llevaron más allá, y conseguimos una maceta con el don de la movilidad, tan fácil como desequilibrar una superficie cónica en contacto con el suelo, pues su base de contacto es una línea», explica su creador, Xavier Mora.

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Según sus creadores, la maceta hace que la planta crezca más fuerte y sana: «Es algo que todos hemos experimentado en casa cuando una planta solo recibe rayos solares por un lado y la acabamos girando para impedir que crezca demasiado y caiga hacia un lado. Con Voltasol es más fácil, con un leve empujón la maceta se mueve y la planta queda expuesta de otra manera al sol, optimizando los rayos que recibe».

La maceta también interactúa con otros elementos: «cuando se encuentra en exteriores, no lucha contra la fuerza del viento, sino que se mece en él hasta que este se detiene y la planta encuentra un nuevo punto de equilibrio donde todo vuelve a empezar». A una escala menos apreciable a simple vista, Voltasol también influye en el crecimiento natural de la planta: «La planta, al crecer, se dirige al sol; pero es de naturaleza que algunos brotes tomen otros caminos para llegar a la luz, lo que desestabiliza la maceta y hace que se produzca un nuevo movimiento y redefine el punto de equilibrio de la maceta. Así crece más abierta, fuerte y sana».

Es posible hacerse con una maceta Voltasol desde 47€. A quienes la ven por primera vez, les resulta sorprendente «observar cómo un Voltasol con 35 litros de tierra y una planta de cierta dimensión se mece con el viento», como puede verse en este vídeo.

Voltasol es uno de los proyectos que se expondrán en Barcelona Designers Collective (BDC), una iniciativa de la FAD y La Roca Village que tendrá lugar del 28 de septiembre al 8 de noviembre y que busca apoyar el diseño independiente con vocación comercial. Los proyectos han sido seleccionados por las asociaciones del FAD, y los diseñadores han sido «apadrinados» por expertos como Fern Mellis, Nani Marquina, Josep Abril, Juli Capella o Toni Segarra.

«Queremos recuperar materiales de larga duración, respetuosos con el usuario y con el entorno; realizar objetos que entren en nuestra vida para quedarse, que alcancen vida propia en la relación con sus propietarios», explica Mora, el creador de Voltasol. No es el único; otros proyectos de Barcelona Designers Collective también tienen su razón de ser en el origen de su materia prima y la voluntad de permanencia. Es el caso de la artesanía tradicional de Julen Ussia, las metonimias encerradas en las lámparas de Oxido o las piezas de lana virgen de ovejas del Pirineo de Xisqueta.

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También tendrá presencia en la muestra Andromina Magazine, revista especializada en la misma temática que Livingthings: la relación de los objetos con las personas y con lo que los rodea.

La maceta de Livingthings no es lo único que interactúa con su entorno en BDC. Las imágenes dualistas de Álex Trochut, que se hicieron populares desde hace unos años, se ven muy diferentes según cómo incida la luz sobre ellas. Trochut es un reconocido diseñador barcelonés residente en Nueva York que, tras crear portadas de Vanity Fair o de discos de Katy Perry, comenzó a jugar con sus Binary Prints: dos imágenes visibles en una única superficie, según cómo incida la luz en la obra. Los rasgos inocentes de un retrato se convierten en muecas inquietantes cuando llega la penumbra. El preferido del artista es el de John Talabot. Del mismo modo, los objetos cotidianos se metamorfosean hasta adoptar formas dramáticas en manos de Trochut en la serie Think Twice, que es «un conjunto de imágenes icónicas que tanto en la imagen de día como en la de noche comparten una apariencia similar pero tienen un significado opuesto».

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El artista opina así sobre la relación de las obras de arte con su entorno: «Algunas obras de arte requieren de cierto contexto para percibirse como tales, ya que un museo o galería nos predispone a percibir lo que tenemos delante con otra actitud que si nos lo encontráramos en la calle. En el caso de los Binary Prints es una cuestión de funcionalidad: la experiencia es más inmersiva si se dispone de un espacio con las condiiones de luz necesarias, aunque es fácilmente trasladable a un contexto domestico. En este caso es una necesidad marcada por la técnica».

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Trochut ha patentado esa técnica que permite plasmar dos imágenes antagónicas en una sola superficie: «Los Binary Prints surgieron de una necesidad personal de expresar la idea de transformación o dualidad a través de una técnica», explica. Algunas agencias y empresas se han interesado por su técnica, pero su uso está limitado por el hecho de que, para ser percibidas en todo su esplendor, las obras necesitan un espacio cerrado y una luz adecuada.

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