Zoe Cormier: «El hedonismo es una ventaja evolutiva»

15 de marzo de 2019
15 de marzo de 2019
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zoe cornier habla de drogas y hedonismo como motores para la evolución y la ciencia

Es columnista de Science Focus, el suplemento de ciencia de la BBC, y de Rolling Stone, pero para Zoe Cormier no hay contradicción. Algo que se entiende al leer su libro Sex, Drugs, and Rock ‘n’ Roll: The Science of Hedonism and the Hedonism of Science (en España: La ciencia del placer: Sexo, drogas y rock´n´roll bajo el microscopio; RBA, 2014).

En sus páginas, esta divulgadora hija de uno de los promotores de conciertos más importantes de Canadá sostiene que la búsqueda instintiva del placer y el hedonismo ha llevado a la humanidad a lograr importantes avances científicos y evolutivos. El lema de «sexo, drogas y rock and roll» puede sonar acartonado hoy en día; está intrincado en nuestra razón de ser como especie.

La tesis fundamental de tu libro es: «Negar nuestros instintos hedonistas significa limitar nuestro intelecto».

Cada vez que ha aparecido la cuestión de por qué los humanos son diferentes al resto de especies del reino animal, siempre se ha tenido en cuenta la elevada capacidad cognitiva humana, nuestra capacidad para las matemáticas o la facultad para poder pensar en pasado, presente y futuro, pero todo lo que tuviese que ver con la reproducción, hacer ruido y tomar drogas se consideraba que eran cualidades primitivas, porque todos los animales se reproducen, muchos hacen ruido, como los pájaros, y también los hay que se drogan; no somos los únicos animales que lo hacen.

Pero, si te fijas, nosotros hemos llevado estas cualidades a otro nivel. Los animales hacen ruido, pero nuestra música es increíblemente complicada y sofisticada. Los instrumentos que fabricamos son extraordinarios. Con las drogas pasa lo mismo. Hay animales que se drogan, pero los humanos nos metemos narcóticos de forma masiva. No debe haber una sola persona en la Tierra que no se haya metido algo, aunque solo sea cafeína o nicotina.

En cuanto al sexo, todos los animales se reproducen, también los hay que tienen relaciones solo por placer, como los delfines, pero de nuevo nosotros lo llevamos a otro nivel. No solo lo hacemos constantemente, tenemos una cantidad increíble de juguetes y accesorios. Hasta nuestro cuerpo es especial en ese aspecto. Los pechos humanos, por ejemplo, son algo muy singular. Por eso, si no nos gustase tomar drogas, tener sexo y hacer música, no seríamos humanos.

zoe cornier

¿Podemos decir que el hedonismo es una ventaja evolutiva?

Sí, se podría decir. Lo que no es una ventaja son, obviamente, las enfermedades de transmisión sexual, que no nos han hecho ningún favor. O el abuso en el consumo de drogas, que nos acorta la vida. No tienes más que ver la epidemia de opiáceos que hay ahora mismo en Estados Unidos. Pero no se puede asegurar que por la atracción humana hacia los narcóticos no se hayan vivido vidas más largas en algunos casos. Como dice mi madre, «nada mata tan rápido como no divertirse».

Bonita frase.

Lo sé, me pasé tres años escribiendo este libro y mi madre lo resumió todo en una puta frase (risas).

En el libro dices que gracias a la cafeína y el chocolate, que lo comemos solo por placer y para estimularnos, fue descubierto el adenosín trifosfato o ATP, la prueba de la respiración celular.

Casi siempre hemos descubierto primero la estructura de una droga antes de encontrar las reacciones químicas que se producen dentro de nuestro cuerpo. Por ejemplo, conocimos la morfina antes de descubrir que nuestro cuerpo tiene endorfina. Conocimos el cannabis antes que los cannabinoides. De hecho, les pusimos el nombre de las drogas que conocíamos a estas sustancias que segregamos y fuimos descubriendo.

En el caso del ATP, adenosina de trifosfato, es un compuesto que utilizan los seres humanos, también todos los seres vivos; es como una forma universal de energía, la manera de la que se almacena y transporta. Pero lo que hace la cafeína cuando llega a tus células es imitar el ATP. En 1881, Emil Fischer, que ganó el Premio Nobel en 1902, descubrió cómo funcionaba la cafeína. El ATP, sin embargo, fue descubierto en 1929.

zoe cornier

En el caso del LSD, primero se creó pensando en emplearlo en la guerra, de ahí derivó la idea de usarlo para obtener placer y, finalmente, ha sido clave en algunos descubrimientos científicos.

Todo empieza con la mescalina. El LSD no fue utilizado en la II Guerra Mundial, pero la mescalina sí. Los nazis experimentaban con ella con los prisioneros de Auschwitz. Es una sustancia muy similar al LSD. Los alemanes querían ver si podría servirles como suero de la verdad para sus interrogatorios. Años después, la CIA y el MI6 enviaron operativos a Europa para apropiarse de los avances científicos secretos del Tercer Reich.

Estaban interesados en todo tipo de cosas, como la manufactura de armas, pero lo de la mescalina y los interrogatorios fue uno de los apartados que más les intrigaban.

Como vieron que la mescalina no funcionaba, pasaron al LSD. Hubo experimentos para ver si se podía extraer la verdad de un prisionero, para medir la habilidad de mentir de una persona si se lo ponías en la bebida o si servía como herramienta para controlar la mente de otro individuo.

La CIA fue la que más lejos llegó. Entre sus planes estaba crear una nube de LSD y llevarla sobre una ciudad para rociar a los habitantes y capturarlos sin necesidad de tener que matarlos a tiros. El proyecto era del general William Creasy. No era mala idea, pensaba que podría ganar las guerras sin derramamientos de sangre. Lo único que les impidió llevarlo a cabo fue que no se puede respirar bajo una nube de LSD. Hay un libro que se llama Acid dreams que recopila todas las investigaciones de la CIA con esta sustancia, y son muy graciosas.

Por ejemplo, los propios agentes de la CIA se metían el LSD en fiestas para entender cómo funcionaba y se dieron cuenta de que no era lo mismo dárselo a alguien que no sabe que lo ha tomado. Para ello, tuvieron un programa en el que les estaba permitido ponerse LSD unos a otros en el café o en la bebida sin que se dieran cuenta. Uno llegó a decir que los viajes de ácido se habían convertido en un riesgo laboral.

Al final su consumo acabó llegando al resto de la sociedad. Un agente que había participado en estos experimentos legítimos de la CIA con LSD en civiles le llevó ácido al poeta Allen Ginsberg y uno de los efectos no deseados del programa fue que a Allen le gustó mucho. Así se expandió entre tanta gente. Aunque también habían experimentado con LSD los psiquiatras de los años 50. Viajaron por todo el país dando LSD a la gente para ver si les era útil en su práctica médica y al final pasó lo que digo yo: no puedes mantener en secreto para siempre algo tan divertido.

Steve Jobs dijo que tomar LSD fue una de las dos o tres cosas más importantes que había hecho en la vida. Aplicado a la tecnología, también se supone que fue fundamental para descubrir las cadenas de ADN.

No es algo que se pueda demostrar, pero se supone que el científico Kary Mullis vio la reacción en cadena de la polimerasa en un viaje de LSD, que es el descubrimiento que permitió identificar el ADN y por el que recibió el Nobel.

¿Es el caso del LSD similar al MDMA? ¿Tiene aplicaciones científicas aparte de las recreativas? Se ha hablado de que es válido para tratar la migraña o empleado en el tratamiento del autismo.

No estoy segura de que pueda quitar la migraña, pero el MDMA sí que tiene aplicaciones médicas. La más importante es el tratamiento del estrés postraumático, el shock que experimenta una persona después de haber vivido una guerra o una agresión grave, como pueda ser una violación. Estas víctimas pueden tener flashbacks años después que agraven su trauma. Un tipo de recuerdos persistentes que son muy resistentes a los antidepresivos y que es horrible vivir con ellos.

La Multidiplinary Association for Psychedelic Studies de California lleva ya un tiempo trabajando para promocionar el uso del MDMA en estos casos. No se trata solo de darle al paciente una pastilla, sino que se trata de combinar el MDNA con sesiones de terapia. Algo que puede ayudar a la gente a abrirse y hablar para explorar algo muy doloroso de su pasado a lo que les cuesta enfrentarse.

Los experimentos que hicieron tuvieron tanto éxito que la Agencia del Gobierno para Alimentos y Medicamentos, la FDA, ha marcado el MDMA como terapia avanzada. Es algo extraordinario teniendo en cuenta que en los 90 fue calificado como «Date rape drug» (droga incapacitante para violar) y se advertía de que era una sustancia peligrosa que te podía matar. Años después, se ha convertido en una sustancia de valor terapéutico que puede salvar a la gente de traumas horribles.  

A algunos niños con discapacidad intelectual se les da un derivado anfetamínico.

Eso es porque la anfetamina tiene diferente impacto en los niños que en los adultos. El efecto es diferente en la adolescencia. La impresión que da su administración en niños es que les tranquiliza, mientras que a los adultos les sube y les mantiene centrados. Este año ha salido un documental, Take your pills, que explica muy bien todo esto.

zoe cornier

Háblame de la ketamina.

Muy interesante. A la ketamina o la quieres o la odias. Había una época en Reino Unido en la que la ketamina estaba por todas partes porque era muy barata. Es la única droga psicodélica que es adictiva. Otro problema es que, como circula en la calle, es muy corrosiva para los dientes y la nariz. Muchos adolescentes han tenido que hacerse trasplantes por usarla. Es una droga muy asquerosa, he visto a mucha gente destrozada por ella.

Sin embargo, la ketamina es una medicina de urgencia muy importante. Como terapia, se ha descubierto que puede ser útil en el tratamiento de la depresión o cuando la depresión no responde a los tratamientos tradicionales. Es muy importante porque la gente con depresión que lo ha probado todo sin éxito, con la ketamina se da el caso de que se pueden hacer nuevas conexiones en el cerebro. Es como podar el árbol y que crezcan nuevas ramas.

Una droga cuyo abuso es muy peligroso y dañino, en buenas circunstancias puede cambiar la vida de una persona y rescatarla de una depresión. Como digo en mi libro, no existen buenas y malas drogas; pueden curar o matar, solo depende de cómo la utilices.

Igual que cualquier medicamento, ¿no?

Sí, lo peor que he tomado yo en la vida fue Lamotrigina, que me lo administraron para la epilepsia, y casi me arruina la vida en siete meses. Ojalá no lo hubiera tomado nunca; y me lo había prescrito un médico.

En el libro me parece muy curioso lo que cuentas de que hace muchos años el alcohol servía en Europa para no beber agua, que normalmente estaba sucia o estancada y generaba graves enfermedades; que era más seguro beber sidra o cerveza que agua.

En Inglaterra me contaron que se lo llegaban a dar a los niños; un zumo con muy poca cantidad de alcohol para que no corrieran riesgos bebiendo agua.

Vayamos a lo contrario, en lugar de meternos droga, ayudar a que nuestro cerebro la genere. Tú hablas del papel que juega ahí la música.

La música estimula todo el cerebro. Si ves un escáner de cerebro de alguien podrás ver cómo se estimula el córtex frontal, que es la parte en la que está la forma elevada de pensamiento y resolutiva, pero también las regiones y áreas que están asociadas con las emociones. Incluso el núcleo accumbens del cerebro, que está asociada a la recompensa, al placer y al orgasmo y es donde actúan drogas como la cocaína, también se estimula cuando oyes música.

Hasta ahora, no se conoce ninguna otra actividad que estimule más el cerebro que la música. Activará dopamina, oxitocina y serotonina en tus neurotransmisores, las mismas sustancias que aparecen en nuestro cerebro con el sexo y las drogas. Incluso más, cuando escuchas música las neuronas reaccionan de forma sincronizada, no hay ninguna otra actividad humana que logre hacer eso.

A mí, por lo menos, la música no me puede faltar ningún día. No te puede causar enfermedades o embarazos no deseados, como el sexo. Siempre digo que la música nunca me rompió el corazón ni mató a ninguno de mis amigos.

Citas en el libro el caso de pacientes que sufrieron derrames cerebrales, que se recuperaban antes con música que con audiolibros.

Ha habido casos de personas que sufrieron un derrame y su capacidad de hablar se vio afectada. Con ellos se ensayaron terapias con música. ¿Recuerdas el tiroteo de Tucson? A una congresista demócrata, Gabrielle Giffords, le dispararon en la cabeza. Perdió el habla y la recuperó con terapia musical. Si te fijas, esto no es nuevo. El aprendizaje a los niños se les facilita desde siempre con música, como la canción del abecedario.

En una de tus columnas en la prensa hablabas recientemente de un científico que está tratando de crear un alcohol que produce los mismos efectos, pero que no es nocivo.

Vengo de hablar con él. Es una buenísima idea. El alcohol es tóxico, causa 15 cánceres diferentes. Es responsable del 5% de muertes humanas, tanto por accidentes como por enfermedades. Aun así, mucha gente quiere salir y disfrutar de una copa sin correr peligros y sin sufrir una resaca espantosa al día siguiente.

Hay asiáticos que no metabolizan bien el alcohol; tampoco pueden tomarlo las embarazadas o personas con riesgos hepáticos. Así que no se trata de reemplazar el alcohol, sino de darle una alternativa. No sé exactamente qué fórmula química se trae entre manos, pero lo tendrá listo en cuatro años.

¿A qué te refieres exactamente cuando sostienes, a modo de conclusión, que nuestros deseos hedonistas no deben ser tomados a la ligera?

El hedonismo no debería percibirse o degradarse como algo primitivo. Es importante en nuestra evolución. No seríamos humanos sin él. Aparte, escuchar música no es solo una forma de entretenimiento, es nutrición para tu cerebro. No solo es trivial y divertido, es realmente importante.

La prueba es que los terroristas islámicos están en contra de ella, de la actividad más primaria y bonita de la humanidad. Vi hace poco un documental, They will have to kill us first, sobre cómo los yihadistas prohibieron todo tipo de música en el norte de Mali y asesinaron a músicos; me hizo llorar.

La droga puede ser dañina, pero ¿cómo sería la humanidad sin analgésicos o sin morfina? Las drogas psicodélicas entiendo que no son para todo el mundo, pero para mucha gente una experiencia con ellas cambió su vida y les enriqueció la existencia.

Es un hecho que intentar prohibir el sexo, escuchar música o el consumo de drogas. Mira cómo ha acabado la iglesia católica con lo del sexo. Las prohibiciones siempre acaban muy mal. La de la droga es la responsable de los carteles y guerras con miles de muertos. Prohibir nunca ha funcionado y, sin embargo, lo siguen intentando. Lo que hay que entender es que la búsqueda del placer es un componente natural de los deseos humanos. Tuve un profesor que siempre me decía: «No lo olvides, la biología es arte».

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