7 de septiembre de 1995. Estadio de Wembley, Londres, Inglaterra. El internacional de casa, Jamie Redknapp, recibe un pase raso desde la banda derecha. El marco de la selección colombiana, a unos 25 metros de distancia. No le parecieron demasiados al inglés para meter con potencia la bota derecha debajo del esférico hacia la portería que defendía José René Higuita. Al cancerbero colombiano, tampoco se le hizo mala ocasión para hacerse la mejor parada que los anales del balompié nunca han documentado. «El Escorpión es historia del fútbol», dice Camilo Rodríguez. Este emprendedor editorial no pudo imaginar mejor nombre para una nueva publicación de diseño que cuente, precisamente, el fútbol en historias.
«Más que una revista de fútbol, es una revista de cultura futbolística», especifica Rodríguez. Él es el ideólogo de este proyecto en papel que utiliza el deporte rey como gancho para sesudos e ilustrados reportajes periodísticos. «Es un producto para disfrutar y su público debe tener dos condiciones: que le guste leer, y que le guste el fútbol».
Inspirados en la nueva ola de revistas que trata de cambiar de banda la perspectiva del deporte, «como Panenka, o Don Julio», Rodríguez, su socio Daniel Ramírez y los otros cuatro miembros que componen la plantilla fija de El Escorpión han querido «rellenar el hueco que no cubría la prensa tradicional deportiva en Colombia». «Y ahora nos hemos dado cuenta de que tenemos muchos seguidores internacionales», aumentan los goles de su apuesta.
Para esta revista con fecha de nacimiento en octubre del año pasado hablar de fútbol no es contar el resultado del partido del último domingo. Con un interés quirúrgico en el diseño de fotografías, ilustraciones e infografías, El Escorpión presenta reportajes en los que historias políticas, sociales, personales o de cualquier otro ámbito empiezan a rodar a partir de la trayectoria de una pelota de cuero.
Camilo, ¿qué es el fútbol más allá del fútbol?
¿El fútbol? El fútbol lo es todo. Se puede explicar la historia de un país a través del fútbol. Muy pocos países se escapan a esta realidad y los que se escapan quieren meterse, como Estados Unidos o China. Por ejemplo, la historia de Colombia, tiene un paralelismo con el fútbol en la que se refleja perfectamente la realidad colombiana con el juego. En los años 40 y 50 teníamos una liga pirata, y a la vez plagada de estrellas como Di-Stefano y otros muchos. La FIFA amenazó a Colombia con echarles de la institución si contrataban a grandes jugadores a los que pagaban equipos europeos, pero que sin embargo no podían jugar partidos allí a causa de la guerra (Segunda Guerra Mundial). A Colombia le dio igual la amenaza y se montó una gran liga, aunque le costase la expulsión. Eso es parte de la historia reflejada en el fútbol.
También la historia del narco colombiano. En los 80 y los 90, Pablo Escobar era dueño del Nacional de Medellín, González Rodríguez Gacha del Millonarios bogotano… Los equipos se convirtieron en juguetes de los grandes narcos y representaban su lucha mafiosa también en la cancha. Sucedían cosas como el caso de un árbitro al que mataron por no dejarse sobornar, y otras parecidas. Para imaginarse las dimensiones que tiene este deporte solo hay que fijarse que la FIFA tiene más países miembros que las propias Naciones Unidas.
Explican los creadores de esta publicación que de momento solo salen en papel porque querían hacer un producto reducido a un nicho romántico. Según Rodríguez, tanto el periodismo como el fútbol están perdiendo su esencia, «lo que eran». El periodismo por su deriva «hacia lo corto y lo digital», y fútbol, porque cada vez más se convierte en «un negocio de grandes empresas», con unos jugadores «que están más preocupados de un contrato publicitario, o de si les viene bien lesionarse o no, que de jugar al fútbol».
Para combatir esta falta de viejas costumbres, El Escorpión prefiere que sus historias cuenten cosas como qué hizo el jugador Drogba para detener la guerra civil de su país (Costa de Marfil) durante un día, ¿alguien conoce hasta dónde llega la relación de la mafia italiana con el Calcio?, a casi todo el mundo se le escapa que el torneo más grande del mundo se juega en la selva…
«Queríamos recuperar el periodismo que ya casi no se hace», explica el director, «igual que el fútbol, está cambiando y nosotros apostamos porque se mantengan ciertas costumbres. Por eso contamos historia a través del fútbol». «En definitiva, tanto para una cosa como para la otra, no queremos que se pierda el lado humano».