La influencia del art déco se asoma en distintos rincones de Londres, Nueva York, Madrid, Barcelona o París. ¿Pero qué sucede cuando lo sacas de su contexto y lo introduces en un lugar donde solo convive este estilo arquitectónico?
Este ejercicio es el que propone London Deco, un libro en formato concertina, que destaca 11 ejemplos londinenses de esta corriente estética que invadió las capitales europeas y estadounidenses entre los años 30 y 40.
En lugar de fotografiar los inmuebles, la editorial Nobrow contó con los servicios del ilustrador Thibaud Herem para dibujar a mano los símbolos de esta época como el edificio Michelin, la central eléctrica de Battersea, la estación de metro de Southgate, el cine Carlton, la BBC Broadcasting House o el edificio Daily Telegraph.
Los retratos realizados a escala son el resultado de más de 1200 horas de trabajo por parte del ilustrador especializado en arquitectura. Una labor meticulosa realizada íntegramente con un bolígrafo Rotring Rapidograph.
En la vida real estos edificios están desperdigados por la capital británica pero el formato de la obra permite verlos en solitario con un fondo blanco o en su conjunto desplegando las páginas. “La belleza de esta serie es que permite visualizar una secuencia narrativa para tener una visión global (…) Juntar estos edificios en un lugar ayuda a identificar los atributos que son característicos del estilo Deco”, explica Sam Arthur, director general de Nobrow.
El proyecto surgió de una conversación que mantuvieron Herem y los responsables de Nobrow que acabó con el propósito de hacer el libro. “Es un estilo que siempre me ha inspirado”, explica el francés con base en Londres.
Según el francés, el edificio que más le gustó retratar fue el Ideal House. “Es bastante desconocido. Me encantan sus proporciones, el ritmo de las ventanas y los muros negros representaron un verdadero reto para mí”. Todos los inmuebles los escogió él mismo, “una representación completamente subjetiva de mis edificios de art déco favoritos en Londres”, añade.
Este estilo, sinónimo con el lujo y la modernidad, empezó su declive en la posguerra, considerado un símbolo del dispendio innecesario en un contexto de austeridad impuesto por las circunstancias de la época. En las páginas de London Deco recibe un merecido homenaje dibujado.