José Luis Alegre intentó forzar su naturaleza y llevarlos a terrenos narrativos. Fue así como creó estos números. No los quería como “creación tipográfica al uso”. “Más bien”, dice, “ serían pequeñas escenas que, respetando las formas de los símbolos numéricos, narrarían con riqueza de detalles una historia dentro de sí”.
Alegre se basó en un texto de Jorge Luis Borges como inspiración para el diseño de estos números. «Bioy Casares había cenado conmigo esa noche y nos demoró una vasta polémica sobre la ejecución de una novela en primera persona, cuyo narrador omitiera o desfigurara los hechos e incurriera en diversas contradicciones, que permitieran a unos pocos lectores –a muy pocos lectores– la adivinación de una realidad atroz o banal».
El diseñador decidió que los números no fueran «una creación tipográfica al uso» (aunque, según dice, ama la creación tipográfica al uso). «Más bien, serían pequeñas escenas, que respetando las formas de los símbolos numéricos, narrarían con riqueza de detalles una historia dentro sí».
«También pretendía que estos números/escenas pudiesen ser intercambiados en su orden ordinario para crear otras historias a partir de estas escenas», continúa. «Una especie de juego que recordé existía en aquellos libritos en los que uno debía elegir qué camino seguir y, con ello, crear su propia historia. Un maravilloso invento».
«Resultó que esto involucraba unas necesidades que las circunstancias reales del proyecto impidieron (ese tiempo huidizo…). Así que lo presentado finalmente resulta en una historia lineal (from 0 to 9) que de modo ligero narra la noche de un sujeto X que resulta ser bastante ‘alucinada’ pero con un final felizzzzz y tranquilizador. Si bien es cierto que posee un tono conscientemente abstracto y alusivo, queda alejado, para bien y para mal, de aquel experimento que pretendía en un principio».
«En todo caso», dice Alegre, «un dulce proyecto de historietita contenida entre números».
Estos números fueron publicados por primera vez en la sección de Numerografía del número de julio de la revista Yorokobu.