En busca del primer poema escrito en código (mucho antes de que existieran los PC…)

«Hola. Estoy buscando un libro del miembro de Oulipo Noël Arnaud, sus Poèmes Algol de 1968. Se me ocurrió preguntar aquí. ¿Alguien lo tiene o sabe dónde puedo encontrar una copia? Para comprar, prestar o robar. Bueno, tal vez no para robar».

Con este mensaje arrojado cual botella a los procelosos mares de internet, comienza la búsqueda de una de las obras más escurridizas de la literatura del siglo XX. No estamos solos. Ya hay alguien tratando de localizar la primera poesía de la historia escrita en un lenguaje de programación. Esta es la respuesta a su SOS:algol1ok
«Obviamente, y contradiciendo la creencia popular, no todo se puede encontrar en internet – ni siquiera en las bibliotecas públicas y de investigación suecas». Tampoco en las españolas, según hemos podido comprobar en el catálogo del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Por fortuna, la librería francesa Le Feu Follet, especializada en obra antigua y ejemplares difíciles de localizar, vende una edición original, ahora de coleccionista, a través de su web, Amazon e IberLibro.
Pagar los 80€ que cobra esta boutique parisina – más los gastos de envío – parece ser la única forma de hacerse hoy en día con los Poèmes Algol. Hay, además, ciertas antologías de las que podrían formar parte. Tras meses de infatigable búsqueda, el 21 de abril, los internautas de este relato dieron con una docena de poesías y las compartieron en el foro. Un par de ejemplos:

DÉBUT
Pour aller à chaîne
faire étiquette
alors vrai tableau
sinon valeur.

ALGORICHE (riche de sens)
Si pour faire fin
faut faire faux
pour faire faux
faut faire fin.

A primera vista, son poemas convencionales. Entonces, ¿por qué tanto revuelo con el tal Arnaud? Porque, aunque no lo parezca, los versos que acabas de leer están basados en la sintaxis de ALGOL, el ‘algol2okabuelo’ de la gran mayoría de lenguajes de programación que utilizamos hoy en día (denominados por ello ALGOL-like).
La primera especificación del ALGOrithmic Language (ALGOL) se formuló durante una conferencia celebrada en Zurich en 1958, a la que acudieron investigadores europeos y estadounidenses. Jamás tuvo impacto comercial, pero sí una enorme influencia en el ámbito académico – ha sido durante más de tres décadas el estándar para escribir algoritmos en los papers, algo así como la lengua franca del código – y en el desarrollo de lenguajes posteriores (sobre todo Pascal, C y Ada).
Lo que hizo Arnaud es tomar las 24 palabras clave de ALGOL (begin, end, string, label, value…), traducirlas al francés (début, fin, chaîne, étiquette, valeur…) y combinarlas para componer sus bellas y rítmicas estrofas. Un ejercicio de experimentación que dio comienzo a la code poetry, la prima hermana geek de la poesía.

¿Quién fue Noël Arnaud?

arnaudSe cuenta que el padre de esta lírica pionera era un vividor, un provocador y un bromista redomado, cualidades que destila en su obra junto con las influencias de su generación. Puede que su nombre no te diga nada, pero sí el de su amigo Boris Vian, o el de Raymond Queneau, fundador del movimiento OuLiPo – siglas en francés del célebre ‘taller de literatura potencial’ -, que Arnaud presidió durante casi dos décadas, desde 1984 hasta su muerte en 2003.
Este grupo de renovadores se imponía voluntariamente «constricciones» a la hora de escribir, casi siempre de tipo matemático. En el caso que nos ocupa, utilizar términos sacados del lenguaje de programacion ALGOL; pero los hay más extravagantes: la rima bisexual, los poemas en franglés o fralemán, componer con una sola vocal o una sola consonante… La lista de recursos es interminable y divertidísima.
Tan divertida como, por ejemplo, los Cien mil millardos de poemas de Queneau, que llevó la pasión oulipiana por los números aún más lejos. En un libro de diez páginas, logró encajar 100.000.000.000.000 de poemas. ¿Cómo? Una imagen, nunca mejor dicho, vale más que mil palabras.

Los versos de la obra de Queneau son lengüetas que se pueden ir combinando de distintas formas
Los versos de la obra de Queneau son lengüetas que se pueden ir combinando de distintas formas

No se trata de una exhibición de virtuosismo, o al menos ellos no lo concebían de esa forma. Su objetivo, además de pasárselo bien, era explorar el potencial del lenguaje cuando se aparta de su funcionamiento rutinario. Algunos, no precisamente los más reconocidos, sentaron cátedra. Arnaud, sin saberlo, estaba anticipando el boom del código como lenguaje. En el futuro, si todo marcha bien, nuestros hijos serán bilingües y nuestros nietos serán nativos del idioma universal de la informática.

Indispensable para trabajar en Google

Al final los escurridizos pasos de Poèmes Algol nos han llevado hasta la cuna de la innovación. Estamos en Silicon Valley, concretamente en Mountain View, visitando la sede de la todopoderosa Google. En una sala de espera, varios veinteañeros se deshojan los nervios como una margarita. Les han llamado para una entrevista de trabajo y saben lo que les espera: un rosario de preguntas nada convencionales que pondrán a prueba su ingenio y creatividad.
Lo cuenta William Poundstone en Are you smart enough to work at Google?, que recoge muchos de los acertijos formulados por los entrevistadores de la multinacional a lo largo de su historia. Hay una que nos llama especialmente la atención: «Utiliza un lenguaje de programación para describir un pollo». Vaya, hasta aquí ha llegado la influencia de OuLiPo.
El autor del ensayo cita a Arnaud como la fuente de inspiración de esta enrevesada prueba. «Describir un pollo en ALGOL, o en C++, puede ser un ejercicio del mismo espíritu quijotesco», afirma Poundstone. Vaya si lo es… OuLiPo es la clave. Noël Arnaud y compañía tendieron el puente entre las matemáticas y el arte, entre la poesía y el código informático, entre los números y las palabras.
Nosotros, por supuesto, hemos pagado los 80 euros. Y los gastos de envío. No queremos que falte en nuestra biblioteca una copia del primer poema escrito en un lenguaje de programación.

Último número ya disponible

#142 Primavera / spring in the city

Sobre nosotros

Yorokobu es una publicación hecha por personas de esas con sus brazos y piernas —por suerte para todos—, que se alimentan casi a diario.
Patrick Thomas

Suscríbete a nuestra Newsletter >>