Relatos de energías renovables y cultura del esfuerzo frente a princesitas de cuento

Hace tiempo que el lobo dejó de ser un animal amenazante. Hoy es una especie en vías de extinción. Las mujeres han demostrado, de sobra, que pueden valerse por sí mismas y no tienen que comprar el sustento de su principito con su belleza y sumisión. Las princesas rubias y domables no son un modelo aspiracional. Los escenarios de muchos cuentos que todavía se siguen contando a los niños no se corresponden con lo que ven a su alrededor. Esos referentes ya no sirven para nada y, en cambio, ¿quién les habla de energías renovables, de la cultura del esfuerzo y la importancia de la diversidad cultural?

Esta es la intención de Los cuentos de Lali Rondalla. La colección de audiocuentos tratan sobre “el amor a la naturaleza, la importancia de equivocarse, la necesidad de ayudarse unos a otros, la igualdad de sexos… Hoy existen valores distintos a los de los cuentos del siglo XIX”, explica Carla Olaortua.

Ella y Enric Juvé, ambos ex publicitarios, fundaron hace poco más de un año este proyecto para “promover en los cuentos valores que nos ayuden a construir una sociedad mejor”.

“Nuestra intención es contribuir a renovar este género. Pretendemos que los cuentos sean útiles”, comenta la fundadora. “No solo en el fondo. También en la forma. Hay música infantil que no le gusta a los adultos pero hay muy buena música para adultos que también le gusta a los niños. Hacemos música inspirada en todo tipo de estilos: swing, pop, bossa, vals, rock, reggae…”.

Decidieron que los relatos fueran siempre sonoros porque “ya hay mucha literatura escrita de calidad”. Pero, además, “a los niños les llega todo muy hecho, muy cerrado. Los videojuegos muestran el escenario, ofrecen alternativas sobre un esquema cerrado… Con el audio tienes más posibilidades de estimular su imaginación. Además, aumenta su capacidad de atención”, indica Olaortua.

Pero no fue esta filosofía la que originó la idea. El proyecto nació por otro motivo. Olaortua y su cuñada, Sandra Rallo, solían contar cuentos a Abril (la hija de Rallo). En esas historias la protagonista siempre era ella pero, un día, la niña preguntó: “¿Por qué no puede ser Aina la princesa valiente?”. Ella ya había protagonizado muchos relatos. Ahora quería ese papel para su amiga.

La pregunta se convirtió en la pista. A los niños les gustan los cuentos personalizados. “Hay que ver la cara que ponen cuando escuchan su nombre en el relato”, dice Olaortua. “Se sorprenden muchísimo. Sobre todo, los más pequeños”.

Los cuentos son para niños de edades entre 0 y 4 años, y 4 y 8 años. En la actualidad se venden en su web y en algunas tiendas de Barcelona (Bateau Lune, Laie y l’Ombeliqo).

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Patrick Thomas

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