A la ficciรณn actual le ha dado por revisar sus propios mitos. Mucho se ha escrito sobre cรณmo los cuentos ayudaron en su dรญa a fijar las bases de la sociedad (el prรญncipe apuesto, la princesa salvada, el malo diferente) de un modo similar a cรณmo Hollywood hizo de embajador al modelo de vida estadounidense en todo el mundo.
Ahora, en una sociedad que demanda cambios en la calle los estereotipos han evolucionado. Las ficciones infantiles y juveniles tienen en su mayorรญa heroรญnas femeninas que, ademรกs, cuestionan su propio pasado: en Frozen se cuestiona a la princesa por enamorarse de alguien a quien no conoce; en Wall-E, Eva es la guerrera; en Star Wars, ahora la jedi es una mujer y en Underworld es la princesa la que salva al resto. Muchas heroรญnas ya no son blancas, senda que iniciรณ Tiara, y hay series innovadoras en las que, ademรกs de verse parejas homosexuales, los protagonistas (chico y chica) no acaban siendo irremediablemente pareja.
La mejor ficciรณn para adultos es ya esa en la que se empatiza con el malo, y acaba hasta lamentรกndose su derrota (quizรก Narcos y House of cards son los ejemplos mรกs extremos). Las cosas, en fin, ya no son siempre iguales, siempre encasilladas y siempre previsibles. Y siempre se buscan historias tras las historias (por ejemplo, aquรญ un artรญculo sobre si Babar es republicano y Elmer liberal โambos elefantes de cuentos infantilesโ). Pero eso, a su vez, es otro estereotipo. La ficciรณn sigue contribuyendo a crear, por tanto, un retrato social, a la vez que evoluciona segรบn el retrato cambia.
En el campo de la teorรญa de la comunicaciรณn el primer paso para la rotura de esa construcciรณn social es cuando la โmasaโ deja de ser โmasaโ. En el periodo de entreguerras, cuando se aprendiรณ a usar los medios de comunicaciรณn como una potente arma de propaganda, se teorizaba con la idea de que esa โmasaโ informe ingerรญa los mensajes sin mรกs, sin distinciรณn y sin contestaciรณn. Mรกs tarde, con la evoluciรณn de las teorรญas, se entendiรณ que la โmasaโ no era tal, sino que los individuos se articulaban en โmasasโ de intereses comunes, que tambiรฉn podรญan ser influรญdos por lรญderes de opiniรณn (ahora llamados โinfluencersโ) diferentes.
La โidentidadโ fuera de la masa
En la ficciรณn uno de esos momentos estrella de ruptura de modelo fue el salir de la masa y lograr personalizaciรณn. Cuando en la sรฉptima pelรญcula de Star Wars FN-2187 se quitรณ el casco de tropa de asalto y, mรกs tarde, pasรณ a ser Finn. La sorpresa fue doble: por un lado por el hilo argumental (los soldados de asalto habรญan dejado de ser clones, todos iguales) y por otro por el hilo jerรกrquico (nunca ninguno se habรญa quitado el casco, ni habรญa cuestionado sus รณrdenes).
De vuelta a la ficciรณn infantil, el caso mรกs claro de predestinaciรณn social, de estereotipaciรณn al extremo, son quizรก los pitufos. Todos son iguales fรญsicamente, salvo algรบn atributo diferencial mรกs en su indumentaria (gafas, tatuaje, lรกpiz sobre la oreja) que en sรญ mismos. Todos, ademรกs, cumplen un rol unitario y unรญvoco en la comunidad: sรณlo saben hacer una cosa, que es su profesiรณn y forma de vida, y la comunidad estรก completa y funciona cuando todos hacen su parte. Un falansterio junto al bosque prohibido.
Ese โideal comunistaโ tiene sus teorรญas al respecto, con una sociedad en la que todos se benefician de todo (el agricultor no vende, sino que cosecha para la comunidad) aunque no todos produzcan para la comunidad (dormilรณn sรณlo duerme). Las รบnicas excepciones son dos, siendo la primera el lรญder, anciano y con indumentaria de color (y barba), que media entre conflictos, da las รณrdenes y equilibra posiciones (lo cual abre otras teorรญas, como la del sociรณlogo francรฉs Antoine Bueno, que ve en la de los pitufos el vivo retrato de un ideal nazi โobediencia ciega, nacionalismo en forma de comunidad aislada, idรฉntica etnicidadโฆโ, algo negado por los herederos del autor).
La otra excepciรณn es la de pitufina, que es ademรกs la รบnica chica, siendo el sexo su โprofesiรณnโ, su รบnica distinciรณn sobre el resto. En la pelรญcula reciรฉn estrenada precisamente hurgan en esa cuestiรณn: cuando un miembro de la comunidad (que, de nuevo, acaba siendo la heroรญna) no encaja con la clasificaciรณn clรกsica. Sobre todo esto (y sobre si el villano, Gargamel, representa a la iglesia o al capitalismo) hay teorรญas mรบltiples en los mentideros de la red. Incluso sobre la concepciรณn moralista del รบnico personaje femenino, creado por el villano para sembrar discordia (la idea machista de la mujer como pecado) pero que acaba integrada en la comunidad.
En cualquier caso, la retรณrica del orden social irrenunciable y fijado para cada cual (lo que es, lo รบnico que sabe hacer, personajes โmasaโ, encasillables, predecibles y destinados a hacer algo toda su vida) se repite en muchos otros casos de ficciรณn. Es el caso de Gattaca (donde sรณlo los genรฉticamente puros acceden a ciertas labores) o la saga Divergente โde nuevo con protagonista femeninaโ en la que el carรกcter de cada cual determina a quรฉ โcastaโ social pertenece.
En la vida real esa teorรญa tendrรญa cierta vigencia en sociedades como la India, donde prevalece la predestinaciรณn social para algunas castas (se nace ahรญ, se muere ahรญ) y justo un discurso contrario en el pretendido โsueรฑo americanoโ de EEUU segรบn el cual cualquier persona puede conseguir cualquier cosa a travรฉs de su trabajo (que es una herencia directa de la cultura protestante).
Lo que tambiรฉn parece una suerte de herencia es que cualquier personaje infantil creado en Bรฉlgica se vea envuelto en teorรญas sobre su ideologรญa. Y si no, que se lo digan a Tintรญnโฆ
Relacionado con este excelente artรญculo, recomiendo la lectura de ยซCUATRO BUENAS RAZONES PARA ELIMINAR LA TELEVISIรNยป de Jerry Mander, que se puede descargar libremente en http://www.ebiblioteca.org/?/ver/52985 , y tambiรฉn que vean al propio Mander en Youtube explicando las ยซRazones para eliminar la TVยป > https://www.youtube.com/watch?v=fA1MSovbu5g