El Corte Inglés decide cuándo comienza la navidad y Yorokobu cuándo empieza el verano. Eso es así y estoy dispuesto a defenderlo con los puños. Sobre todo lo de El Corte Inglés, ya que lo nuestro es más dudoso. El caso es que ya está en los quioscos la edición de julio-agosto de Yorokobu, como siempre impresa en papel reciclado que huele la mar de bien, y con estos contenidos para que seáis la envidia de vuestra piscina.
Además de una serie de religiones más o menos extrañas a deidades más o menos terrenales -la ilustración que encabeza el texto corresponde a dicho reportaje-, repasamos el trabajo de Colt Bowden, que bebe de la influencia vintage estadounidense para generar grafismo de altísimo nivel.
La infografía de esta edición repasa datos significativos relativos a la cultura de la bici en Copenhague.
El alocado encuentro de Iñaki Berazaluce con Eduardo Hidalgo, un tipo que escribe acerca de los efectos de las drogas utilizándose a sí mismo como conejillo de indias.
Herb Lester Associates ha creado una serie de mapas ilustrados que se erigen como alternativa bien diseñada a los clásicos mapas de turismo borreguero.
La numerografía de este verano ha sido interpretada por Zozu Edzech. En ella, cada número es un escenario con una historia detrás.
Y para terminar, la portada creada por Santiago Morilla. Morilla ha creado una alegoría mitológica acerca de la libertad y las cargas personales, la ha pintado en una pared deun barrio obrero de Madrid y la ha fotografiado para ilustrar la primera página del Yorokobu del verano de 2012.
Ya a la venta en quioscos de toda España, VIPS, FNAC, RELAY, miba y disponible de manera gratuita en los vuelos de Vueling.