10 marcianadas de Parece del Mundo Today después de un año en Yorokobu

13 de octubre de 2015
13 de octubre de 2015
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Un año da para mucho y si no que se lo digan al que suscribe estas líneas, que cada semana se rastrea periódicos variopintos y diversos para conseguir la noticia que haga un onomatopéyico ‘clic’ en nuestro cerebro y en los lectores de Yorokobu.
Son poco más de las 52 semanas que tiene un año, a artículo por semana –concretamente van 62 artículos-, sobre personas y otros animales que, de alguna manera, han sido noticia porque hicieron algo extraordinario. ¿Qué sería de la vida sin ellos? Seguramente mucho más aburrida y monótona, por eso, aquí va el homenaje merecido a sus personas con la noticias que protagonizaron.

1. Muere aplastado por la lápida de su suegra mientras rezaba

Un hombre se encontraba en un cementerio de Estados Unidos levantando una cruz para su suegra cuando las piedras cedieron debido al terreno arcilloso y resbaladizo y la lápida se vino contra él. Manda webs que tenga que ser la suegra.

2. Defeca en un campo de golf desde hace diez años y nadie consigue localizarlo

El jardinero de un campo de golf noruego está harto de encontrarse zurullos de lunes a viernes después de diez años. Tiene mérito el cagón que después de tanto tiempo no le hayan localizado ni siquiera con la ayuda del mejor perro olfateador.

3. Ikea prohíbe jugar al escondite en sus tiendas de Holanda

Una mujer de 29 años quiso hacer algo especial para su 30º aniversario. Entre sus deseos estaba el de jugar al escondite en una tienda de Ikea. El deseo fue concedido y la empresa sueca creó un grupo en Facebook para convocar a los interesados. Unas quinientas personas acudieron a la cita, imaginad la que se lió ahí dentro jugando al escondite.

4. Dos hombres condenados por homofobia se casan en la cárcel

Dos hombres cumplen condena en el condado de Yorkshire porque cometieron delitos homófobos. Uno de ellos tendrá que pasar 18 años de su vida en la cárcel por asesinar a sangre fría a un gay; el otro, toda la vida por perseguir homosexuales y golpear a uno de ellos hasta la muerte. Les entró el amor y se dieron el ‘sí quiero’ entre rejas. Nunca digas nunca jamás ni este cura no es mi padre.

5. Una aspiradora robot intenta comerse a su dueña

Mientras dormía plácidamente en su cama, la aspiradora robot de una mujer de Corea del Sur confundió su cabellera con una mata de polvo y le dio a la manivela automática de máxima potencia. Cuidado con la tecnología, a veces la carga el diablo.

6. Un sueco denuncia a su madre por regalarle un suéter ‘amarillo nuclear’

El hombre, de 36 años, se enfadó tanto al ver el suéter amarillo chillón que llamó de inmediato a la policía para que se llevaran a la madre que le parió a él y al regalo. Todavía no se sabe qué es más radiactivo, si el suéter o el cerebro del hijo. Poco amor de madre y menos vergüenza.

7. Se muere y su operadora le penaliza por incumplir la permanencia del contrato

A menos que el muerto no tenga una deuda pendiente, la compañía no puede cobrarle un céntimo de más; si acaso, debería tan solo devolver el terminal si la compañía se lo ha dado en promoción. Pero parece que llevaron al extremo lo de la ‘permanencia’ intentándole localizar en el Más Allá.

8. Un loro se escapa en EE UU y vuelve a casa años después hablando español

Esta historia es de lo más surrealista. Un loro africano, originariamente de habla inglesa y acostumbrado a vivir en la jaula con su dueño inglés, se escapó de casa en California hace cuatro años sin rumbo cierto. Y volvió diciendo: «Soy de Panamá, ¿qué ha pasado?». No lo pasó mal el little parrot.

9. Le hacen una colonoscopia y despierta de la anestesia con un tanga rosa

Te despiertas de una colonoscopia y de repente el mundo es de color de rosa cuando miras hacia abajo. Lo primero que piensas es que te han llevado a una orgía y como estabas sedado no te has enterado. ¿Acaso fue una broma de las enfermeras? Hay cosas en la vida que no tienen explicación y esta es una de ellas.

10. Roba dinero de una farmacia mientras dispara leche de sus pechos a los empleados

Para descolocar al personal y llevarse la pasta de la caja, la señora se sacó un pecho, luego otro y le dio al on del chorro de leche. A cambio se llevó 100 euros y cuando los empleados se dieron cuenta era tarde, la señora ya andaba preparando el próximo asalto lácteo.

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