8 técnicas pictóricas para que pueda jugar (casi) todo el mundo

El arte es muy divertido. Puede ser un juego para niños y adultos; también algo introspectivo y meditativo, un espacio de experimentación o algo para compartir con la familia o amigos. Hay varias técnicas de finales del siglo XIX y, sobre todo, principios del XX que exploran esta faceta más espontánea y juguetona apta para (casi) todos los públicos:

• Dripping

Es una técnica pictórica abstracta que consiste en aplicar pintura sobre una superficie dejando que gotee o salpique, sin que el utensilio toque directamente el lienzo. Es una técnica asociada al expresionismo abstracto y al action painting y su máximo exponente es Jackson Pollock. Dejando que el propio movimiento marque el resultado y que el azar permita expresar emociones a través del gesto físico, en este tipo de obra el color cobra importancia ya que, a menudo, es el que aporta coherencia y magnetismo. 

Materiales: 

• Soporte: Lienzo o un papel que soporte agua y no sea endeble.
• Agua.
• Pintura líquida, idealmente acrílica.
• Pinceles grandes y/o brochas.
• Cucharas, jeringas o cualquier herramienta que te sirva para proyectar pintura.
• Recipientes de pintura y cuerdas para usar de péndulo.
• Periódicos.
• Guantes y ropa que no te importe manchar.

Cómo: 

1. Extiende el soporte en el suelo.

2. Prepara la pintura: debe estar fluida pero no aguada.

3. Carga la herramienta que vayas a usar con pintura y deja que caiga sobre el soporte. Para ello puedes recurrir a:

• • salpicados o movimientos de pincel o brocha
  • cuerdas empapadas en pintura para salpicar o arrastrar 
  • botes de pintura atados a una cuerda y con un agujero, y, como si fuera un péndulo, aprovechar su movimiento
  • puedes usar cucharas para tirar chorros de pintura sobre el lienzo o papel

4. Camina alrededor del lienzo, gira, salpica, deja que el movimiento guíe el trazo.

5. Deja secar entre capas si quieres superponer colores.

Recomendaciones: 

• Protege el entorno con papel de periódico.
• Controla la distancia: más cerca, trazos gruesos; más lejos, salpicados finos.
• Usa una gama cromática limitada de tres o cuatro colores primarios o terciarios.
• Déjate llevar y llena el espacio de color. Puedes escuchar música: el ritmo puede influir en tus movimientos.

• Collage

Es una técnica artística que consiste en combinar y pegar fragmentos de distintos materiales y elementos (recortes de revistas, fotografías, papeles, dibujos, telas y objetos…) sobre un soporte. Surgió a principios del siglo XX con las vanguardias y lo han usado incontables artistas. Destaca en el dadaísmo Hannah Höch llevando esta técnica a lo más alto.

Materiales:

• Un soporte tradicional que puede ser lienzo, papel, cartulina madera, cartón…
• Revistas, periódicos, cuerdas, cartones, telas.
• Tijeras o cúter.
• Pegamento: según los objetos que vayas a pegar, necesitarás pegamento en barra, cola o incluso silicona fría.
• Todo lo que se te ocurra: flores, pegatinas, mallas…
• Pinturas: lápices, ceras, acrílicos, óleos…
• Pinceles.

Cómo:

Puedes crear una pieza solo con collage o puedes intervenir una pintura. 

1. Elige un tema, paleta o emoción. También te puedes dejar llevar.
2. Después, elige los materiales que mejor apoyen tu propósito.
3. Corta, rasga y organiza tu composición colocando los elementos sobre el soporte que puede estar en blanco o puede tener una pintura previa.
4. Pega los objetos y recortes empezando por las del fondo.
5. Finaliza la pieza con detalles finales, si lo consideras. Puedes hacer bordados, detalles pintados…

Recomendaciones:

• Coloca los recortes u objetos previamente sobre el soporte antes de pegarlos para hacerte una idea de la composición.
• Mezcla texturas y materiales para dar profundidad.
• Las irregularidades e imperfecciones hacen el collage más expresivo.

• Puntillismo

Es una técnica de pintura que crea imágenes a partir de puntos de colores puros aplicados uno al lado del otro. Los puntos se mezclan ópticamente en el ojo del espectador desde la distancia, produciendo efectos de color y volúmenes. Este estilo, derivado del impresionismo, se desarrolló a finales del siglo XIX liderado por artistas como Georges Seurat y Paul Signac. 

Materiales:

• Pinturas: rotuladores, lápices, acrílico, gouache, témperas…
• Pinceles finos, en caso de usar técnicas líquidas.
• Paleta o bandeja, en caso de usar técnicas líquidas.
• Soporte: papel o lienzo.

Cómo:

1. Elige una referencia que reproducir o dibuja un boceto con un esquema de color.
2. Define los contornos con un lápiz.
3. Es recomendable comenzar delimitando los bordes de cada forma con puntos e ir construyendo a partir de aquí.
4. Varía el tamaño y la densidad para generar luces y sombras.
5. Puedes seguir creando tramados con pequeños puntos de colores. Utiliza colores puros para crear mezclas ópticas y volúmenes a través de degradados.

Recomendaciones:

• No mezcles los colores con el pincel, es el ojo el que mezcla.
• Empieza con una paleta limitada; por ejemplo, tres primarios y blanco.
• Practica con formas simples, rellenando círculos o rectángulos. 
• Una vez que te sientas cómodo con los puntos, comienza a variar tamaños para crear texturas, degradados y profundidad. 
• Es importante aprender a mezclar los colores si así deseas que sea tu obra final. En cuanto a los degradados, para uno que vaya de amarillo a cian, es recomendable empezar con puntos amarillos muy juntos en un extremo e ir dispersándolos a medida que se van mezclando con los puntos cianes, que se comportarán de la misma manera pero a la inversa.

• Frottage

Es una técnica inventada por Max Ernst a principios del siglo XX que consiste en frotar con lápiz o crayón sobre un papel colocado sobre un objeto con textura, y, de esta forma, transferir esa textura a la superficie revelando sus relieves ocultos. 

Materiales:

• Un objeto rugoso con textura: hoja, moneda, patrones…
• Papeles entre 100 y 200 gr.
• Lápices, ceras, carboncillo, grafito o similar.
• Superficies con textura: madera, hojas, monedas, suelos rugosos, telas…
• Fijador en espray (la laca de pelo también sirve).

Cómo:

1. Elige un objeto o superficie.
2. Coloca el papel sobre el objeto o superficie que te interesa.
3. Sostén el lápiz de lado y frota suavemente.
4. Puedes completar el resultado con detalles de color, tinta, collage o lo que se te ocurra.

Recomendaciones:  

• Usa papeles claros para resaltar las texturas.
• Esta técnica puede usarse aislada, pero gana fuerza combinada con otras técnicas.
• Juega con la inclinación y presión de la herramienta para sacar el máximo partido a la transferencia.
• Puedes combinar elementos frotados (naturales o artificiales).
• Fija el dibujo si usas materiales polvorientos.

• Esgrafiado (scratch art)

Es una técnica de rasgado controlado. Se aplica una o varias capas de pintura o enlucido y se rasca la capa superior para revelar el color o la materia de abajo. Paul Klee la usó a principios del siglo XX para muchos dibujos al óleo y seguro que lo recuerdas en primaria con las ceras Manley.

Materiales:

• Soporte: tabla, lienzo o cartón preparado.
• Primera capa de color: gesso coloreado, acrílico, ceras, témpera o incluso óleo. Esta capa debe estar siempre seca antes de aplicar la segunda, así que, si no puedes esperar, mejor elige una de secado rápido o ceras.
• Segunda capa más fluida o contrastada, y debe permanecer húmeda o removible: cera, témpera u óleo.
• Herramientas para rascar: punzones, palillos, cuchillas, llaves o cualquier objeto puntiagudo/afilado.
• Cinta de carrocero para proteger zonas si quieres control.

Cómo:

1. Aplica la primera capa de color y deja secar (si quieres que aparezca nítida al rascar).
2. Aplica la segunda capa, más densa y de contraste. Dependiendo del material, puedes rascar cuando esté húmeda (para bordes suaves) o cuando esté seca (para líneas más nítidas). Usa la herramienta elegida para raspar líneas, puntos o formas, dibujando mediante sustracción.
3. Limpia con un pincel muy suave si aparece suciedad y remata donde quieras con pincel o rotulador.

Recomendaciones:

• Haz pruebas de presión y material sobre retales del mismo soporte: raspar demasiado puede arrancar la superficie.
• Combina grosores de herramienta para riqueza visual.
• Combina las capas de colores por contraste o por armonía. Si quieres crear una composición figurativa con distintos colores, tendrás que planificar con un boceto previo donde irá cada color al aplicar la primera capa.

• Acuarela húmedo sobre húmedo

Es una técnica que explora el azar: el papel mojado dispersa el color de la acuarela de forma orgánica, creando atmósferas, degradados y formas difusas. J. M. W. Turner la empleó para conseguir efectos de niebla, luz y movimiento.

Materiales:

• Papel de acuarela: mínimo 300 g/m² para mayor resistencia.
• Soporte rígido, como un tablero de madera.
• Acuarelas en pastilla o tubo.
• Pinceles grandes para lavados y pinceles finos para detalles.
• Agua en abundancia, brocha esponja y trapo de algodón o papel de cocina.
• Bandeja o paleta para diluir.

Cómo:

1. Tensa el papel con cinta de carrocero sobre un soporte rígido.
2. Humedece el papel con una esponja o brocha hasta que tenga brillo, pero sin charcos.
3. Carga el pincel con color diluido y deposítalo sobre el papel; observa cómo el pigmento se difunde.
4. Añade más agua o inclina el papel para que el color se mezcle y corra.
5. Trabaja por capas: deja secar parcialmente y añade nuevas manchas para profundidad.
6. Si quieres bordes definidos, espera a que el papel esté menos mojado para esa zona.

Recomendaciones:

• Practica con una paleta limitada: tres colores mezclados in situ suelen dar armonía.
• Controla el tiempo: demasiado mojado, los colores se funden sin forma; demasiado seco pierdes el efecto.
• Usa sal, film transparente o alcohol para texturas especiales.
• Ideal para efectos, cielos, fondos, mapas emocionales, estudios rápidos o jugar con formas aleatorias.

 

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Plantillas (stencil)

Es una técnica que consiste en recortar una silueta (plantilla) y aplicar pintura encima para reproducir la forma exactamente. Es perfecta para repetir motivos y jugar con capas, y esto, junto a su rapidez de aplicación, la ha convertido en la técnica urbana por excelencia. Banksy la ha popularizado esta última década, pero lleva en uso prácticamente desde la prehistoria.