Cuántas cosas puede ser una bici? Una amiga, un medio de transporte, la evocación de un verano, un problema de espacio, un deporte… O puede ser el instrumento con el que se inicie una revolución. O quizá todo a la vez. ¿Y una moda? ¿Es la bici una moda?
«La bicicleta tiene más de 100 años en nuestras ciudades, por lo que creemos que ya logró, por mucho, ser más que una moda», afirma rotunda Ximena Ocampo, coordinadora de proyectos de la editorial El Caminante. «El hecho de que actualmente se reconsidere como modo de transporte económico y sostenible es solamente un indicador de la transformación que están viviendo las ciudades», continúa.
El Caminante es el sello editorial de dérive LAB, una organización que tiene por compromiso explorar, comprender e inspirar otras (nuevas) maneras de vivir y pensar la vida. Entre otras aspiraciones, creen que los espacios públicos fomentan y permiten la expresión libre y creativa y entienden la sociedad como un sistema complejo que se resiste a la monocultura. No es de extrañar que crearan una editorial que les ayudara a difundir estas ideas. Así nació el libro La vuelta al mundo en 80 bicicletas como un paso más en esa lucha contra la monocultura, en este caso, del automóvil.
«Hoy, como habitantes, no queremos gastar tanto dinero ni pasar tanto tiempo dentro del carro; queremos tener una conexión mucho más directa con nuestra ciudad y con otras personas. Creemos que, al menos en América Latina, la bicicleta te da todos estos privilegios y que, más que una moda, es un movimiento que poco a poco va creciendo», continúa Ocampo.
La intención de la organización y de su editorial es abrir camino para que todos tengamos un espacio en las calles y podamos movernos por ellas de muchas maneras. «La bicicleta es solo una de ellas», concluye.
Con el libro, y el proyecto en general, quisieron llevar una propuesta latinoamericana en torno al tema de las bicicletas como entidades de cambio. Por eso, cuando el Foro Mundial de la Bicicleta se celebró hace unos meses en la ciudad de Medellín, en Colombia, dérive LAB quiso desarrollar un proyecto especial.
En colaboración con Colombia en Fotos, organizaron un concurso internacional de fotografía en torno a la bici. «Hicimos una búsqueda de fotografías que representaran el valor simbólico de este medio de transporte en distintas regiones del mundo. Los participantes estaban invitados a difundir la diversidad y múltiples historias que existen en torno a la bicicleta», explica Ximena Ocampo. Más de 600 imágenes llegaron al concurso.
«El proyecto surgió solamente con la idea de exhibiciones fotográficas, pero dado el alcance e interés de los participantes, así como de los expertos que nos acompañaron a lo largo de todo el proceso, decidimos ir con algo un tanto más ambicioso». Y surgió la idea de hacer un libro que mostrara una selección de aquellas fotografías junto con una serie de ensayos escritos por distintas personalidades de todos los ámbitos: Administraciones públicas, activistas, escritores…
El libro está ahora a la venta en librerías especializadas de Colombia y México, y en su tienda online. Consta de 80 fotografías y un total de 14 ensayos escritos por expertos, activistas, académicos y fanáticos de la bicicleta de países como México, Colombia, Argentina, Estados Unidos y Reino Unido. Divididos en 5 secciones, las temáticas están agrupadas en torno a la bicicleta y la democracia; la bicicleta y la ciudad; la bicicleta y la mujer; la bicicleta y yo; la bici como objeto y dos casos de éxito de ciudades latinoamericanas que apostaron por las dos ruedas para mejorar la movilidad y la calidad de vida de sus ciudadanos: Buenos Aires y Ciudad de México.
El libro, hasta el momento, está teniendo buena acogida, confiesan desde la editorial. Alejados de las ayudas institucionales, la tirada de La vuelta al mundo en 80 bicicletas es pequeña (1.000 ejemplares), lo que, lejos de ser un problema, es una ventaja para ellos. De esta manera, afirman, la relación con sus clientes y los interesados por el libro es mucho más íntima y cercana. Al fin y al cabo, las bicicletas, como la forma de vivir las ciudades, son una cuestión de actitud.
