La organización social de los grupos humanos tiene muchas ventajas y algún inconveniente. De las primeras no vamos a hablar porque están a la vista de todos. El ser humano necesita a otros para, por ejemplo, tener tiendas abiertas cuando falta papel higiénico. Ese es sólo un ejemplo. La parte negativa está en que cuando la sociedad decide que algo es pernicioso o contraproducente, cargarás con el sambenito por el resto de los tiempos.
Alguien, por algún estúpido motivo relacionado seguramente con una deficiente metabolización del alcohol, decidió que echar horas en el bar era una conducta reprobable. Maldito seas, te llames como te llames. El astrofísico Daniel Guirado y sus compañeros de fatigas de Ciencia en el Bar se comprometieron a demostrar lo contrario utilizando los bares como laboratorios de divulgación científica. «Casi todo lo que ocurre en el universo se puede explicar con lo que hay dentro de un bar», sentenciaba Guirado en su momento.
Ciencia en el Bar ha dado el siguiente paso y se ha propuesto que todo parroquiano pueda irse a casa, además de con la borrachera y el buche lleno de tapas, con alguna aprovechable píldora científica de conocimiento. Para ello, están lanzando los Activibares, unas láminas con pasatiempos científicos que contribuyen a complementar el riego del hígado con algo de ejercicio mental. «Queríamos hacer algo más participativo y menos explicativo. Cuando terminábamos los espectáculos, mucha gente trataba de reproducir los experimentos y mostrárselos a otra gente. De hecho, el detonante fue el camarero del Bar Los Arcos. Quería aprender cómo funcionaban las cosas para poder enseñarlas después», cuenta Guirado.
Había otra razón que les inspiró la ocurrencia de lanzar estas láminas. «A todo el mundo le gusta entretenerse con apuestas de bar y otros juegos de barra. Nosotros mismos somos personas de poco llegar al punto en punto. Esta era una manera de cubrir esos espacios de espera en vez de estar mirando Twitter o Instagram. Mientras uno está con los Activibares no se mete en cosas peores».
[pullquote]Mientras uno está con los Activibares no se mete en cosas peores[/pullquote]
Daniel Guirado explica que esto le gustará a cualquiera que disfrutase con los cuadernos Rubio. La primera entrega se centra en los genes dominantes y recesivos que tienen todos los seres humanos, es decir, «de los caracteres genéticos que tienes o no tienes, como el poder enrollar la lengua o la manera en que cruzas los brazos», explica el científico almeriense. «algunos caracteres hereditarios dependen de un solo gen. ¿Estornudas cuando miras al sol? ¿Cuando comes espárragos y meas huele como el infierno? Con esta primera entrega puedes descubrir qué genes tienes y cuáles no y calcular tu poder genético».
Las próximas entregas tratarán de explicar al parroquiano de bar cómo calcular el número pi a base de chupitos o cuál es la explicación a la paradoja de Monty Hall (también a base de chupitazos). Si Florentino Pérez hubiera pillado los Activibares en su momento, probablemente Zinedine Zidane no estaría en el Real Madrid. Pero, al menos, Florentino sabría cuántos genes dominantes posee.