La lógica es sencilla. Si exprimes una naranja, sale zumo. Si exprimes una nube, sale agua. Hasta ahí, nada sorprende. Lo insólito es que alguien haya exprimido, realmente, unas nubes. Y lo han hecho. Theo Hernando y Ricardo Gil han extraído agua mediante unos captadores de niebla, rocío y precipitaciones.
Estos dos canarios, desde su empresa Montes Verdes Ingeniería Agraria, rescatan del cielo esas minúsculas gotas que forman las nubes y la niebla, y quedan flotando en el aire sin llegar a caer al suelo.
El agua está ya a la venta. Viene guardada en una botella azul (sin burbujas) y una botella transparente (ligeramente gasificada). El packaging, la marca y el etiquetado es del estudio de diseño Dos cuartos.
La bebida, que entra en la categoría de agua potable preparada, se comercializa en espacios gourmet, cruceros y hostelería.