El 26 de septiembre de 1948 veรญa la luz la revista Idilio, publicaciรณn pionera en la Argentina de lo que serรญan posteriormente las revistas del corazรณn. Ademรกs de fotonovelas, consejos para el hogar y artรญculos sobre moda, Idilio incluรญa una novedad que, a diferencia de las anteriores secciones, no ha vuelto a formar parte del contenido habitual de las revistas para el pรบblico femenino: un consultorio de psicoanรกlisis.
Cรฉsar Civita, uno de los responsables de la Editorial Abril, pensรณ que serรญa buena idea incluir una secciรณn dedicada al psicoanรกlisis en un momento en el que la disciplina aรบn era algo enormemente novedoso. Para ello recurriรณ a Gino Germani, fundador de la Sociologรญa moderna en la Argentina, y a Enrique Butelman, editor de la prestigiosa editorial Paidรณs y que habรญa sido alumno de Carl Gustav Jung en Suiza.
Tal y como declarรณ Eduardo Prieto a Ana Germani para su libro Gino Germani. Del antifascismo a la sociologรญa, ยซla idea era difundir de alguna manera nociones de psicoanรกlisis a nivel muy elemental. Pero, sobre todo, la iniciativa obedecรญa a la lรณgica de mercado, a la certeza de que ofreciendo ese tipo de cosas aumentaban las ventasยป. Efectivamente, la estrategia funcionรณ e Idilio se convirtiรณ en una de las revistas mรกs populares de la Argentina, llegando a vender mรกs de trescientos mil ejemplares a la semana.
La secciรณn de la dupla formada por Germani y Butelman levaba por tรญtulo El psicoanรกlisis le ayudarรก (posteriormente se cambiรณ el usted por el tuteo) y era firmada por un tal Doctor Richard Rest, que no era mรกs que la variaciรณn del nombre de Ricardo Resta, un amigo italiano de ambos que se habรญa marchado a vivir a Panamรก.
El mensaje por el cual se invitaba a las lectoras a participar en la secciรณn era el siguiente:
ยซQueremos ayudarla a conocerse a sรญ misma, a fortalecer su alma, a resolver sus problemas, a responder sus dudas, a vencer sus complejos y a superarse. Escriba a Secciรณn Psicoanรกlisis, redacciรณn de Idilio, Piedras 113, Buenos Aires.
En esta secciรณn queremos poner a su alcance, en la medida en que lo permita el medio empleado, la ayuda que el psicoanรกlisis puede proporcionarle para resolver sus problemas. en este y en los nรบmeros sucesivos publicaremos las contestaciones al cuestionario que aquรญ se publica, y en algunos casos contestaremos directamente. Invitamos pues a todos los lectores y lectoras a escribirnos sin miedo, sin vacilaciones, pues solo encontrarรกn humana comprensiรณn y leal ayuda. โ Prof. Richard Restยป.
La menciรณn expresa a los lectores en ese texto abre un interesante tema de reflexiรณn que invita a no descartar que alguno de los sueรฑos escritos bajo nombre de mujer pudiera responder, en realidad, a una identidad masculina. En todo caso, y para intentar minimizar estos posibles engaรฑos y conocer mejor la personalidad de la persona que escribรญa al consultorio, se le instaba a responder un breve cuestionario en el que se preguntaban detalles como ยซcuรฉntenos sus mรกs antiguos recuerdos infantiles. ยฟTuvo usted una infancia feliz? ยฟCรณmo eran sus padres para con usted y usted para con ellos? ยฟY con sus hermanos? ยฟCuรกles eran sus mรกs ardientes deseos cuando niรฑa? ยฟQuรฉ aspiraba a ser cuando grande? ยฟDe quรฉ se ocupa actualmente? ยฟEstรก satisfecha de su trabajo? ยฟCuรกles son sus diversiones? ยฟTiene muchas amistades?ยป.
Ademรกs, con objeto de explorar el problema con las menos interferencias e inhibiciones posibles, se aconsejaba escribir con total espontaneidad, de manera sencilla y sincera, sin preocuparse de aspectos como la calidad literaria o el lรฉxico empleado.
El pรบblico de Idilio estaba formado principalmente por amas de casas, empleadas domรฉsticas, adolescentes argentinas de diferentes lugares del paรญs y de diversa posiciรณn social. Desde personas de clase baja a aquellas de clase media y media alta. Lectoras que recuerdan a los personajes de Boquitas pintadas o Sangre de amor correspondido de Manuel Puig y que firmaban sus cartas con nombre como ยซmendocina narigonaยป, ยซnegra feaยป, ยซla desesperadaยป que, como seรฑala el psicoanalista Jorge Alemรกn, merecerรญan un anรกlisis aparte.
A pesar de este heterogรฉneo pรบblico, los mensajes y la estรฉtica iban destinados a una clase media emergente que disfrutaba de los logros desarrollistas del primer gobierno peronista. Un hecho que se percibรญa no solo en los sueรฑos elegidos para ser contestados en la secciรณn, sino en las imรกgenes destinadas a ilustrarlos y que llevaban la firma de, ni mรกs ni menos, que Grete Stern.
Entre los sueรฑos, abundaban los que Germani y Butelman denominaron ยซsueรฑos de ambiciรณnยป y ยซsueรฑos de opresiรณnยป, en los que la protagonista mostraba problemas originados por las neurosis de la vida moderna como tener un living pequeรฑo, lograr casarse con una persona de prestigio o sentirse apresada en una realidad que no creรญa merecer. Entre las imรกgenes, la mujer representada por Stern pertenecรญa a la clase media y mostraba aspiraciones de mejorar socialmente, bien en su papel de ama de casa, bien en el de mujer independiente y trabajadora.
Sin lugar a dudas, las imรกgenes de El psicoanรกlisis le puede ayudar fueron uno de los aciertos de la secciรณn no solo por constituir un trabajo artรญstico de primera lรญnea sino por la capacidad del fotomontaje para representar imรกgenes onรญricas.
De hecho, la calidad grรกfica de Idilio fue una de sus caracterรญsticas principales, probablemente mucho mรกs que la literaria. Ademรกs de Grete Stern, los responsables de la publicaciรณn contrataron a George Friedman, emigrante de origen hรบngaro que habรญa trabajado en Francia como iluminador y director de fotografรญa de diferentes filmes, para encargarse del departamento de fotonovelas, las cuales estaban dirigidas y protagonizadas por realizadores y actores que triunfarรญan posteriormente en el cine argentino.
El proceso de creaciรณn de los fotomontajes (que no collages, ojo) para El psicoanรกlisis le puede ayudar empezaba con la recepciรณn del sueรฑo enviado por los lectores. A continuaciรณn, Germani y Butelman se lo entregaban a Grete Stern con ciertas indicaciones sobre la interpretaciรณn, la necesidad de incorporar algunos elementos en la foto, crear un escenario opresivo o amable, e incluso sobre la conveniencia de utilizar un formato horizontal o vertical.
Para la creaciรณn de las imรกgenes, Stern empleaba diferentes tรฉcnicas. Desde la creaciรณn de dioramas, en los que las imรกgenes aparecรญan en diferentes planos para conseguir una sensaciรณn de profundidad y que eran fotografiados nuevamente para obtener la toma definitiva, a la creaciรณn en el laboratorio de los diferentes sueรฑos incorporando capas, sombreando otras y echando mano de trucos que, en la รฉpoca actual en la que reina el Photoshop, parecen cosa de alquimia y otros saberes hermรฉticos.
A pesar de la calidad artรญstica de los fotomontajes de Stern, ni ella, ni los responsables de la secciรณn, ni siquiera los dueรฑos de Idilio los valoraron en un primer momento. Los originales quedaron en poder de la Editora Abril y, con el tiempo, acabaron siendo destruidos. De las 140 piezas realizadas, a un ritmo de una por semana, en el archivo de Grete Stern solo quedaron 46 negativos. El resto de fotomontajes rescatados de las hemerotecas que conservaban colecciones de Idilio, a excepciรณn de cinco que, a dรญa de hoy, continรบan perdidos porque tampoco se conservan las revistas en las que se publicaron.
Las revistas del corazรณn y sus lectoras no muestran actualmente excesivo interรฉs por el psicoanรกlisis, sin embargo, a cambio el paso del tiempo ha devuelto al trabajo de Stern la dimensiรณn e importancia que realmente tiene. Muestra de ello es la exposiciรณn que, hasta el prรณximo enero, acoge en el Cรญrculo de Bellas Artes de Madrid y en el que se muestran mรกs de treinta de Los sueรฑos positivados por Horacio Coppola, uno de los fotรณgrafos mรกs importantes de la Argentina y pareja de Stern.
Amas de casa, ยกel psicoanรกlisis os harรก libres!

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