Artesanos del urbanismo táctico

4 de diciembre de 2014
4 de diciembre de 2014
5 mins de lectura

Tan solo en el último siglo, las mayores urbes del mundo han aumentado hasta 16 veces su tamaño, siendo los últimos 20 cuando más agresivo y desparramado ha sido el crecimiento.
Para hacer frente a este aumento, el museo MOMA opina que «durante los próximos años las autoridades municipales, los urbanistas, los diseñadores, los economistas y muchos otros tendrán que unir fuerzas para evitar grandes catástrofes sociales y económicas, trabajando juntos para asegurar que las megaciudades en expansión sigan siendo habitables». Por eso en su tercera edición de Uneven Growth, han vuelto a convocar a 12 equipos interdisciplinarios para que propusieran una vía de escape, a todos los niveles, a seis de las mayores metrópolis del planeta.
«Lo que se pedía era que pensáramos, como dicen ellos, en urbanismo táctico», cuenta una de las miembros de Zoohaus (Inteligencias Colectivas), la plataforma de trabajo madrileña elegida por el MOMA para esta expo, que por su condición de plataforma abierta prefiere presentarse sin nombres propios. Para esta ocasión fueron 11 los voluntarios. Otro de los compañeros del equipo, añade que «el objetivo era no solo exponer un resultado, sino el proceso de reflexión e investigación llevado a cabo durante más de un año para justificar la propuesta. Y esta debía tener en cuenta tanto el urbanismo top-down, el que hace el gobierno para los ciudadanos, como el bottom-up, el que realizan los ciudadanos antes de que lo planee nadie».
«Las estrategias urbanísticas oficiales muy a menudo no son efectivas», prosiguen. «Por ejemplo, si se planea hacer algo en una zona de una gran ciudad como estas, es muy probable que cuando se vaya a ejecutar la obra esa zona ya esté ocupada por casas de gente que se ha asentado de manera informal en ese terreno. Es decir, las ciudades crecen más rápido que los planes urbanísticos, por eso deberíamos diseñarlas teniendo en cuenta también esos factores, los que llegan de planes de gobierno y los que llegan de ciudadanos, y combinarlos. Hacen falta propuestas que engloben todo».

Los retos eran Nueva York, Río de Janeiro, Mumbai, Estambul, Hong Kong y Lagos. A los madrileños, que participaban junto a la plataforma holandesa NLÉ, les tocó la antigua capital nigeriana. «Lagos es la ciudad más poblada del país, tenía 300.000 habitantes en los años 50, y ahora tiene casi 20 millones», pone el portavoz sobre la mesa la dificultad del reto.
Para empezar su planeamiento alternativo sobre la urbe, ahora expuesto en el MOMA hasta mayo (y a partir de junio en el MAK de Viena), a este equipo no le fue necesario pedir planos a ninguna institución de la ciudad, donde pasaron dos semanas. «De hecho, se trata de una ciudad tan informal –arquitectónicamente hablando- que no existen ni mapas para poder moverte por ella», esgrimen. La tarea consistió en tirarse a la calle a ver qué es lo que realmente había allí, «más allá de lo que dijeran los papeles oficiales».
Dividieron el trabajo en tres fases: «La primera consistía en percibir en las calles evidencias, que quiere decir las cosas que suceden realmente». Identificaron cinco tipos. «Hay, por ejemplo, evidencias tecnológicas y materiales. Nos fijábamos en situaciones que se dan allí, en los ingredientes que ya existen. Cosas como que Lagos es una ciudad con un tráfico brutal, que el petróleo es barato, que mucha gente es pobre o que tienen fácil acceso a gasolina. Hay barrios hechos sobre el agua, y la gente necesita protectores de faros en sus coches para que no se los rompan. Algunas embarcaciones tienen velas hechas con sacos de arroz… Son precisamente esas claves con las que tenemos que empezar a trabajar. Nos interesa lo no estandarizado, las cosas que han surgido de la imaginación de las personas y las circunstancias en las que viven. Los fragmentos pequeñitos de la ciudad que nos permiten entenderla globalmente, a todos los niveles».
Para la evidencia que llamaron Working Comunities, se fijaron en la gente que trabaja y se mueve por Lagos perteneciendo a una comunidad de trabajadores informales, «los que no aparecen en las páginas amarillas».
«Están las comunidades de vendedores de los atascos, las de piragüistas que transportan gente y cosas por el agua, los sastres de puesto en la calle…»; y con el nombre de evidencia Management System denominaron a las pruebas que encontraron en la ciudad que demostraban un tipo de innovación casi sobrevenida, pero igual de efectiva que las más planeadas:
«Hay gente que ha preparado fotomatones callejeros, una sala de conciertos se aprovecha para actividades culturales y deportivas y también hay un día fijado en la ciudad para que todo el mundo colabore limpiando las calles, porque que no hay servicio de limpieza público».
Lagos_Postcards
En función de sus observaciones, Oportunity Areas son los «espacios a intervenir». Sitios como debajo de los puentes, donde viven muchas personas, o los mercados gigantes que colonizan vendedores ambulantes, los edificios institucionales vacíos, o los ríos donde se han levantado poblaciones flotantes. Y llaman Human Network a su costumbre de desarrollar proyectos urbanos de modo radicalmente distinto a como lo hacen los gobiernos, «que basan sus decisiones en tablas y en datos, es decir, nuestra forma de trabajar no es cuantitativa, sino cualitativa. Necesitamos saber, estando allí y viéndolo, quiénes y cómo se vive en ese lugar. No nos basta saber una cifra. Se trata de hacer una camisa a medida para una ciudad entera».
La segunda fase, una vez recolectadas las evidencias, era la de los prototipos. «Se trataba de combinar todas esas evidencias y proponer ideas que se usaran para el desarrollo de la urbe. Nos centramos en la energía el transporte y el agua».
A modo de ejemplos, hablan de algunas ocurrencias como «utilizar el tipo de construcciones que se hacen en Lagos, con sus mismas características y sus mismos materiales, para hacer paradas para los vendedores ambulantes, donde pudieran descansar o alimentar de energía sus aparatos. Los transportadores de canoas podrían aliviar la grave situación del tráfico; y hay viveros que se pueden concebir como parques abiertos y «adquiribles a pedacitos». «¿Los espacios de debajo de los puentes?», se animan a proponer, «muchos coches pasan horas atascados. Esos lugares podrían utilizarse como espacios comerciales donde los conductores podrían bajar a realizar sus compras sin desaprovechar su tiempo de espera en el tráfico».
Por último, tenían que situar sus planteamientos en el mapa. En el MOMA han colocado uno de más de tres metros para señalar qué lugares de la ciudad de Lagos podrían aprovecharse de su alternativa manera de hacer urbanismo. «Estrategias de acción, eso es lo que es necesario», opinan. «Pensamos que con estos prototipos se generaría un desarrollo urbano, porque a partir de un desarrollo a escala local, se pueden conseguir grandes desarrollos globales».
 *El museo MOMA hace una propuesta a través de Tumblr para que el público también pueda subir sus propios proyectos -utópicos o reales- de urbanismo táctico en estas ciudades.
Prototypes
Lagos map

No te pierdas...