Que levante la mano la que alguna vez, al salir de casa con esa mini supermini y pintada como una puerta para living la vida loca, no haya sido increpada por su madre con un: ¡Hija, cómo vas, pareces un pendón!
Autor: Mariángeles García
Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista.
Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu.
A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá.
Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.
Hacerse el desentendido. Ese es el significado de esta expresión. ¿Pero qué tiene que ver con los suecos eso de no prestar atención a lo que te dicen? ¿Serán Alfredo Landa o José Luis López Vázquez y su legendario grito de «¡¡a por las suecas!!» los responsables de semejante actitud nórdica?
Por muy tonto que te parezca, el primo del que hablamos no se refiere al hijo de tu tío Luis. Aunque por ahí van los tiros…
Imaginad un documento escrito donde encontréis joyas como: *2+2=5. Seguramente un puñetazo en el ojo derecho os duela menos que la burrada matemática que acabáis de contemplar. ¡Ole sus narices!, pensaréis. Ahora, imaginad otro documento con este otro diamante: ‘MENU DIA DE REYES 15.50’. ¿No os duele? ¿Seguro que está bien escrito? ¿Acaso las tildes […]
Y tú más: ¡Baboso!
¡Anda que no he conocido yo a unos cuantos especímenes de estos! Y eso que una no era especialmente agraciada, pero era quedarte sola en la barra de un bar dos minutos y ya tenías a uno acercándose peligrosamente a tu oreja para susurrarte marranadas.
Aquí cabemos todos (y todas)
El comité de empresa se encontraba reunido desde hacía días ya en la sede de la compañía. El asunto no era baladí. Había que delimitar los espacios definidos para el personal en función de su sexo. Un verdadero lío. No había consenso. La empresa operaba en un país democrático, con todos los derechos y deberes […]
Con relativa frecuencia, solemos leer en los periódicos titulares como «El congreso a la búlgara del PP andaluz» (El Imparcial, 3-3-2014), «Cospedal gana a la búlgara» (Público, 5-5-2012) o «Susana Díaz gana ‘a la búlgara’ unas primarias marcadas por la falta de transparencia» (El Confidencial, 2-7-2013). ¿Y eso, qué es lo que es?, que dirían […]
Y tú más: ¡Esquirol!
Reconócelo. Si nos quedamos solo con la fonética de la palabra, esquirol suena precioso. Pero, claro, su significado es tan feo que el idilio sonoro se nos va al garete y pesa más la letra pura y dura que su sonido.
De estas hemos visualizado todos más de una. Porque no son peleas sangrientas, de esas tipo Mazinguer Z, ya sabéis: «puños fuera». No llega en ellas la sangre al río, aunque el ruido que generan parezca presagiarlo. Por decirlo claro, sería una pelea tipo Sálvame, con Belén Esteban de moderadora.
Y tú más: ¡Bollera!
Si la semana pasada fue tortillera, hoy llega el turno de bollera, que también tiene su miga. (Reflexión: no deja de ser curioso que el sexo entre mujeres se identifique con las cosas de comer).