Burning Man Festival: Black Rock City, un espejismo, una gallina

13 de septiembre de 2010
13 de septiembre de 2010
2 mins de lectura

burningman

La escritura de este post tiene una gran complejidad. Describir algo tan sobrenatural como lo que se vive en el Burning Man no es sencillo, y una vez más cobra sentido el “HAY QUE PASAR POR, PARA SABER QUE”.

52.000 personas se han dado cita este año en la mayor concentración mundial de la auto-expresión radical. El lugar elegido, el desierto de Black Rock, al norte del estado de Nevada. La elección de este remoto paraje responde a un proceso de selección natural, y la carretera que te conduce atravesando Death Valley te da muestras y pone a prueba tu deseo de asistencia.

La llegada al más puro estilo Mad Max es atendida por sonrisas y buen rollo continuo. Estos seres ataviados con trajes de peluche y extraños complementos flúor te invitan a bajar de tu RV y tocar una gran campana, siendo ésta la manera de desvirgarte del BM, y cómo no, si te ven entusiasta, te piden que hagas el Ángel, comenzando aquí tu relación con una palabra nueva aprendida este día “DUST, DUST, DUST”.

Una vez pasada la primera puerta te alejas de todo lo que conocías y te adentras en BLACK ROCK CITY. Ahí tienes la sensación de haberte caído en la cueva del conejo blanco de Alicia en el país de las maravillas. Seres de luz en un compasado ir y venir te abofetean sacándote de tu realidad, vehículos mutantes con los diseños más originales y bizarros recorren lo que todo el mundo conoce como “la playa”, el lugar central donde se levanta ese gran hombre de madera que, a juzgar por el nombre, acaba quemado fijo.

Las sensaciones que se viven son totalmente nuevas. No es una ciudad de una capital europea que todavía no conoces. Es el zoológico humano en su híper- expresión, sólo que nada se parece a la realidad de la vida cotidiana.

Esta primera noche caminas y caminas en un shock continuo atraído por los campamentos con las propuestas más dispares. Todo aquí se hace para los otros, con un gran propósito de entrega. El dinero se deja atrás y todo se da por amor a los demás.

Sin duda, con el paso de los días comienzas a sentir el proceso que es vivir el BM, tanto que ver una estampida amorosa de 300 personas disfrazadas de unicornios te causa un estado de total simpatía hacía el ser humano. La convivencia es total y en los 8 días que dura este experimento sociológico todo es felicidad y entrega hacía los demás. Consigues tener experiencias increíbles gracias a la generosidad de los demás.

La quema del hombre llega y el fuego hace su trabajo ancestral de purificación. Un reverencial murmullo acompaña a las increíbles llamas y las tormentas de arena no dan tregua a este acto tan solemne y esperado. La estructura se desmorona por completo y surge un gran alarido de excitación momentánea. Tras ella queda el silencio. Un silencio que graba este momento para siempre.

mutante

OVNI

Miguel Olivares es director creativo de La Despensa

8 Comments ¿Qué opinas?

  1. este articulo no le llega ni a la suela de los zapatos con el que leí en H Magazine Noviembre 2011 (página 32)

  2. Hola Carlotaa!
    No he tenido la suerte de leer el articulo de la revista H.
    No Suerte que se ha compensado con la SI Suerte de poder estar 7 dias en el BM… y con suerte este año volveré a vivir en primera persona la experiencia!

    Espero tener la Suerte de NO cruzarme contigo!
    Fiummm>>

    Fiummm>>

  3. Además Carlota es futurista! Lo leyo en Noviembre de 2011…
    Hija mía no te recomiendo ir por allí poniendo el ejemplo de H magazine como si con eso fueras una persona muy culta…
    El New Yorker aún pero H…

  4. Carlota, pareces una chica muy lista. ¿Quieres ser mi novia? Tengo gafas ochenteras. Podemos ir al FIB a ver a Vampire Weekend, que creo que son lo más.

  5. […] año, en el desierto de Nevada (EEUU) se celebra el Festival del Hombre Ardiente en Black Rock, una ciudad que en realidad no existe y que aparece y desaparece para acoger el […]

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