Cabeza de Lobo o cómo ser forajido en una sociedad normativa

4 de octubre de 2022
4 de octubre de 2022
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Caput Gerat Lupinum. La frase era una condena a muerte en la Inglaterra medieval. El individuo declarado como tal pasaba a ser «cabeza de lobo», un forajido (la frase significa «puede llevar una cabeza de lobo»). Su vida a partir de entonces valía lo mismo que la de ese animal en aquella época, esto es, nada.

Al igual que los aldeanos eran libres de hacer lo que quisieran con las indeseables fieras que por las noches acechaban y a veces atacaban a sus ganados (en caso de atraparlos), los forajidos considerados Caput Gerat Lupinum podían ser asesinados sin pena alguna para el ejecutor.

Desertar de la justicia en aquellos tiempos suponía ser expulsado de la sociedad, perder todos los derechos como individuo, equipararse a los animales. A cambio, el cabeza de lobo obtenía la libertad. Una libertad furtiva, a espaldas de sus iguales, pero, al fin y al cabo, libertad.

Esa dualidad que lleva implícita el concepto la subraya Pilar Soler Montes, comisaria de la exposición Cabeza de Lobo, proyecto de la artista Blanca Gracia que se ha alzado como ganador de la cuarta edición de Primera Gase, Programa de Producción Artística Comunidad de Madrid-DKV. Una convocatoria, organizada por la Comunidad de Madrid, que busca facilitar a artistas menores de 35 años un espacio institucional para exponer su primera muestra individual.

Cabeza de lobo
Blanca Gracia. Cabeza de lobo (2022), Transistores y caracol. Dibujos para pieza audiovisual.

 

La Sala de Arte Joven (situada en la avenida de América, 13 de la capital) es en este caso el lugar que acoge, hasta el próximo 13 de noviembre y con entrada gratuita, el proyecto de Gracia, el cual ha sido creado específicamente para este espacio. Así, Cabeza de Lobo se divide en tres ambientes: una ciudad fantasmagórica, escenario de una pesadilla; el segundo es un bosque mágico e irracional en el que todo puede ocurrir; y el tercero, un carnaval cuyos personajes reivindican una manera de vivir diferente, con alegría y sin miedo.

Blanca Gracia se apoya en la ancestral fórmula legislativa del Caput Gerat Lupinum para articular su reflexión sobre la hostilidad del mundo en el que vivimos, la utopía y la resiliencia del individuo en una sociedad alienante. La artista recurre a lo audiovisual, a la escenografía mediante telones y juegos de sombras y también al sonido para apropiarse del espacio y recrear un lugar encantado, habitado por «cuerpos disidentes y seres antropomorfos decididos a vivir expulsados de una sociedad normativa».

«Encontramos referencias y recursos que Blanca Gracia ha usado en trabajos anteriores, como las animaciones de sus dibujos, que en esta ocasión aumentan de escala y son utilizadas para crear una instalación envolvente en el piso de arriba. Así como sus característicos trabajos en tela que acentúan esa idea de ensoñación e irrealidad que proporciona el telón como símbolo», explica la comisaria de la muestra.

 

 

cabeza de lobo
Blanca Gracia. Cabeza de lobo (2022)

Pilar Soler añade, además, que a la exposición le acompaña un folleto planteado como un libro de artista en donde se muestra el significado del rico lenguaje simbólico de la muestra, sus ideas y los bocetos que componen este proyecto.

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