Habรญa una vezโฆ
Caperucita Roja y el SEO feroz
abรญa una vez una joven bloguera que fue contratada por un fรกbrica de tapones de corcho para administrar el blog corporativo.
La joven, que se hacรญa llamar Caperucita Roja, tenรญa un montรณn de ideas para hacer atractiva la pรกgina.
ยซTodo el mundo conoce el bar de Moeยป, pensรณ.
Y considerรณ que serรญa divertido escribir un post con el tรญtulo de Cuando en el Bar de Moe se descorcha champรกn. Hablarรญa de cรณmo Moe abre botellas de champรกn en las grandes ocasiones โque no son muchasโ: ยซEl corcho como pequeรฑa metรกfora de los momentos importantesยป.
Sin darle mรกs vuelta escribiรณ el tรญtulo en un archivo de texto, pulsรณ la tecla espaciadora y una notificaciรณn apareciรณ en el centro de la pantalla: una llamada de Skype.
ยซยฟQuiรฉn serรก SEO feroz?ยป, pensรณ. ยซNo te asustes, Caperucita, soy un amigoยป, escribiรณ SEO feroz.
ยซAh, recuerdo, me han hablado de tiโฆยป, escribiรณ Caperucita.
ยซQuiero ayudarte, Caperucita, para que no hagas una tonterรญaยป.
SEO feroz contรณ a la joven que mezclar los tapones de corcho con el Bar de Moe era una mala idea: ยซยฟQuiรฉn buscarรก un artรญculo con ese tรญtulo?ยป.
Caperucita pensรณ que quizรก SEO feroz tenรญa razรณn y siguiรณ sus consejos: escribiรณ un artรญculo titulado Tapones de corcho en el que no se hablaba de Moe ni los Simpsons ni contaba nada divertido. Solo hablaba de tapones de corcho.
Caperucita Roja publicรณ el artรญculo y este se perdiรณ en el bosque de Google, alrededor de la pรกgina 23, donde se quedรณ por siempre jamรกs.
Ricitos de oro y los tres blogueritos
n un paรญs no muy lejano, una joven llamada Ricitos adoptรณ un gato. Nunca antes tuvo uno y buscรณ informaciรณn sobre cรณmo cuidarlo. Abriรณ los blogs de la primera pรกgina de Googleโฆ En el primer blog, Ricitos leyรณ:
ยฟHas adoptado un gato? Es importante que sepas que los gatos comen comida especial que puedes encontrar en cualquier supermercado. No hay que baรฑarlos porque se lavan solos. Tienes que comprarle un cacharro y llenarlo de arena para que hagan sus caquitas. La arena puedes comprarla donde compras la comida. ยกSuerte!
ยซยฟYa estรก? Vaya, esto lo sabรญaยป, dijo Ricitos decepcionada. Abriรณ otro blog y leyรณ:
Miras al gato por primera vez y te colocas en posiciรณn de rememorar las veces en las que alzaste la voz con aplomo: ยซNo quiero perros ni gatos; no quiero responsabilidades aรฑadidas mรกs allรก de las que conlleva ser personaยป. Y asรญ lo creรญste por largo tiempo hasta que sin esperarlo โcomo sucede con los grandes acontecimientos personalesโ, quedaste cautivo por unos ojos vidriosos y enjaulados de pantera miniaturizada con una leyenda simple, con basta tipografรญa, sobre la frente: ADรPTAME. Titubeaste antes de marcar el telรฉfono y reclamar para ti al que querรญas como nuevo amigo (โฆ)
ยซUff, quรฉ pesadoยป, dijo Ricitos. Abriรณ otro blog y encontrรณ una docena de artรญculos sobre el cuidado de gatos, escritos con sencillez, cada uno sobre un asunto concreto (la alimentaciรณn, el sueรฑo, el significado de los movimientos de la colaโฆ) ยซMe quedo con esteยป, dijo Ricitos. Y leyรณ todo del blog.
Ilustraciones originales de Walter Crane (1845โ1915), con licencia CC.
Tambiรฉn puedes leer: El cuento de la bloguera lechera