'Castells' que muestran que la tecnología no tiene límites

6 de noviembre de 2014
6 de noviembre de 2014
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579 metros. Exactamente, 579,40. Esa es, en el momento de escribir estas líneas, la medida de la torre humana más alta del mundo. Más de medio kilómetro formado por personas, una encima de la otra. No digas que es imposible porque, simplemente, es digital.
El nombre de la instalación es The highest human tower y se trata de un proyecto que pretende demostrar a partir de algo tan tradicional como los castells catalanes que la tecnología rompe barreras continuamente.
Los padres de este proyecto de arte digital son Mar Canet y Varvara Guljajeva, quienes ya fueron incluidos por Google entre los mejores artistas interactivos del mundo. Ahora presentan una instalación que dice mucho más de lo que parece.
En principio, la idea del proyecto es sencilla y puedes ver sus frutos en su propia web. Se trata de un castell situado en una Barcelona virtual; una torre humana que no para de crecer, formada por aquellos que posan delante del croma instalado por Mar y Varvara en la exposición Music+Arts que tiene lugar en el Mobile World Centre de Barcelona.

Las imágenes de los participantes en el proyecto son digitalizadas y pasan a formar parte de ese enorme y peculiar castell, que supera ya los 500 metros de altura ante una ciudad de Barcelona digitalizada y de la que se consigue tener una perspectiva diferente a medida que escalas metros en la torre virtual.
A primera vista es un proyecto digital curioso, pero hay mucho más. Al fondo metafórico del asunto se llega a través de la propia tradición de los castells. Estas torres humanas con más de 200 años de historia están formadas por distintos tipos de personas: gente muy fuerte, jóvenes, mujeres…
Todos ellos, construyen la torre siguiendo la lógica de la física. «Se trata de una relación entre fuerza y peso», explica Mar Canet a Yorokobu.
Así, este castell digital es capaz de romper con las barreras de lo físico en dos aspectos: permite que se levante una torre humana de una altura inimaginable y, además, que en ella los participantes no tengan un sitio predeterminado. «Todo el mundo puede estar en cualquier lado, todo el mundo aguanta la torre», cuenta Canet.
La idea del proyecto no es otra que llevar a lo digital algo que no puede hacerse humanamente, subrayando así la capacidad del mundo virtual para romper las barreras de lo físico. No es la primera vez que esta pareja de artistas interactivos hacen algo similar. Ya en Dev Art, la muestra organizada por Google en Londres, Canet y Guljajeva llevaron a lo digital algo físicamente imposible: convirtieron los sueños de los visitantes en mariposas de colores.

Tal y como cuenta el propio Canet, The highest human tower no solo tiene ese componente rompedor respecto a lo físico y a lo humanamente posible. El artista señala que, aunque la pieza se basa en los castells, «tiene mucho más de metafórico: representa a la sociedad como un pilar, un pilar que aguantamos entre todos».
 

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