
En el ojo ajeno: Ese amigo al que es mejor cancelar
Yo tenía un amigo de toda la vida al que mandé a tomar por seguiriyas hace unos años. Compartimos varios años por trabajo, esos años que se iban amontonando uno detrás de otro como los fascículos. Todos iguales. Numerados y sin vida. No recuerdo en qué momento las conversaciones se volvieron monotemáticas sobre lo mal que estaba en su trabajo.