El cine siempre ha sido un campo tendente a la innovación. Hace mucho desde la llegada de aquel tren de los hermanos Lumière, o de la primera historia narrada en imágenes gracias a las ideas de Alice Guy, pionera también en los llamados efectos especiales.
Desde entonces hemos pasado por el 3D; quizás, dentro de poco, por ver películas de realidad virtual, hasta por experiencias de ocio como las sesiones de Sing-along para hacer de la película una experiencia más interactiva. Ahora la nueva forma de vivir el séptimo arte se llama cine inmersivo.
La idea es vivir la película no solo a través de la pantalla, sino sumergirse literalmente en ella. Y no, no se trata de una especia de homenaje a la película noventera de Arnold Schwarzenegger Last Action Hero, donde el niño que veía la película era literalmente tragado por ella.
Tal y como cuenta Carolina Mateo, cofundadora de Spectacular!, empresa dedicada a este nuevo sector, el cine inmersivo es «una mezcla de fiesta, cine, música y otras artes en un evento de varias horas. No es una experiencia que se vive a través de la tecnología, no hablamos de 3D, realidad virtual o sonido envolvente, sino que se trata de ver, tocar, oler, sentir e interactuar con todo lo que sucede a tu alrededor».
Las experiencias del cine inmersivo
«El cine inmersivo nació en el Reino Unido, donde ya tiene un largo recorrido y un público muy consolidado. Nos enamoramos del concepto hace años y fundamos como pionera esta nueva forma de entretenimiento en España», relata Mateo.
En realidad ya ha habido algunas de cine inmersivo en nuestro país. Una de ellas ambientadas en los años 20 en Chicago o en el terror del Drácula de Bram Stoker.
Otra de ellas fue el pasado verano precisamente de la mano de Spectacular!, cuando más de 1.500 personas, repartidas en cuatro sesiones de aforo completo, asistieron a una experiencia diferente de la película Los intocables de Eliot Ness.
De esta forma, el Museo del Ferrocarril se convirtió en la emblemática Union Station, incluyendo todo tipo de detalles como «autos de época, agentes federales, policías corruptos, periodistas a la caza de exclusivas, emboscadas mafiosas, un casino clandestino, combates de boxeo ilegales, redadas y más de 40 artistas profesionales, dirigidos por un equipo de más de 130 personas».
La idea es que los asistentes no solo vean la película, que igualmente se reproduce en una gran pantalla, sino que puedan vivir las escenas de primera mano, incluso interpretando un papel dentro de la misma.
«Creamos un evento donde buscamos que la realidad y la ficción se entremezclen, así que miren donde miren los espectadores puedan sentir que realmente están dentro de la película y forman parte de la historia», aporta la cofundadora de Spectacular!
A lo Dirty Dancing
Este verano la oferta del cine inmersivo vuelve a estar en cartelera. Naturalmente, si alguien se gasta el dinero de la entrada, de un coste similar al de un musical, y se pasa seis horas dentro del universo de una película, no lo hace para ver un estreno, sino un clásico que ya esté entre sus favoritos.
Este año la cosa no va de gánsteres, sino de bailes subidos de tono, a lo Dirty Dancing. «Contamos con una nueva localización secreta de más de 10.000 m² que recreará el resort de vacaciones Kellerman’s Mountain House y un entorno ambientado en el verano de 1963».
La idea no es ofrecer solo un espacio mucho más grande, cuya localización permanece en secreto hasta el día de la función, sino contar, además, con un grupo de artistas superior en número al de otras ocasiones. «Una recreación única del universo deDirty Dancing que se convierte en un homenaje perfecto a la película que cumple ahora su 30 aniversario».
Respecto a algunas pistas de lo que podrá ser esta experiencia, desde la organización adelantan que «en el espacio contaremos con una gran extensión de césped, rodeado de muchos árboles y naturaleza. Recrearemos dos ambientes distintos, uno residencial, más familiar (que representa lo más tradicional de la película), y otro más clandestino (que se inspira en el mundo del personal del hotel). Cualquier cosa con tal de ser fiel al título y organizar el mejor homenaje a la película». Todo ello, además, con un área gastronómica que permanece abierta durante toda la sesión.
También destacan el factor sorpresa, no solo porque intentan mantener la experiencia de la forma más secreta posible, sino porque aunque alguien intente hacer un spoiler, no tendrá el mismo efecto, puesto que «cada persona vivirá la historia de una forma diferente según su toma de decisiones y la intensidad con la que quiera vivir la experiencia, ya que no se trata de un espectáculo que sucede de forma lineal».
[…] que se nos inserta en nuestra memoria colectiva y se transmite culturalmente, ¿os acordáis de Grease o Dirty Dancing? […]
[…] La sexóloga y educadora social Isabel Guerrero explica que «lo que sí que es verdad es que parece que hay una expectativa de que esto ocurra. En canciones y películas nos hablan del amor de verano como una experiencia única e inolvidable que se nos inserta en nuestra memoria colectiva y se transmite culturalmente. ¿Os acordáis de Grease o Dirty Dancing?». […]