Clásicos del cine ochentero disfrazados de Donkey Kong

Pokémon disfrazados de superhéroes. El cazarrecompensas de Star Wars vestido como el protagonista de Assassin’s Creed. Walter White en realidad es una unidad T-800. Vegeta de Dragon Ball es El Principito de Saint-Exupéry . Me he pegado un paseo rápido por un par de rincones de internet y he encontrado  todos estos cócteles de cultura pop sin mucho esfuerzo. A los fans les gusta ver sus fetiches juntos y revueltos. Hace unos meses, el desarrollador de videojuegos indie Bruno R. Marcos, conocido como ‘Bruneras’, se encontró con unas ilustraciones de Julien Baznet que mezclaban Donkey Kong con la película de Indiana Jones En busca del arca perdida. “En ese momento me di cuenta de que tenía que convertirlo en un juego real”, asegura.

Ese primer impulso de convertir un ‘meme’ en un videojuego acabó por convertirse en un proyecto más grande llamado Donkey-Me, que ya ha transformado diez películas clásicas de los años 80 en pantallas de este clásico de las recreativas. “Tenemos Alien, Star Wars, Golpe en la pequeña China, Rambo, Desafío Total, Conan, El exorcista y Flash Gordon, y es posible que añadamos una más, me cuenta Bruno en un correo electrónico. Esa última cinta homenajeada en el juego es Gremlins. Lo ha revelado hace un rato en Twitter.

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El juego funciona igual a la recreativa del mono de Nintendo, pero reemplaza las bolas de fuego por xenomorfos, serpientes y soldados imperiales; cambia los martillos por látigos, hachas y machetes; y sustituye los andamios por pasillos de la Estrella de la Muerte y recovecos de la nave Nostromo.

“Intentamos plasmar las escenas más significativas de cada película”, cuenta Bruneras, “aparecen tanto estancias, como personajes y objetos para que sean reconocibles por el jugador. Además, las melodías son los temas más conocidos para que la experiencia sea lo más inmersiva posible”, afirma.

“Este es uno de esos proyectos donde las ideas superan al capital humano y al tiempo disponible”, explica, “hemos tenido que descartar películas como Regreso al futuro, Los cazafantasmas o El señor de los anillos”.

Donkey-Me se inspiró en un ‘meme’, pero parece que también tiene alma de ‘meme’. Desde una fase temprana del proyecto, Bruneras invitó a Jaime Ribolleda, a Toni Martín, Jacobo García y a Locomalito para sumar talento e ideas. La idea fue de Javier García ‘Gryzor87’, el responsable de la música del juego, que ha creado más de 100 piezas para la obra final.

Julien Baznet se inspiró en un juego y en una película, Bruneras se inspiró en la idea de Baznet, y la idea de Bruneras sirvió para que otros crearan otras versiones del original. Así se propaga la cultura en la Red. Con las herramientas adecuadas, Donkey-Me podría replicarse hasta el infinito. Como una foto del ‘grumpy cat’ o del ‘shibe doge’, pero con más pasión y más trabajo.

Bruneras dice que creó una maqueta del juego de 312 x 224 píxeles en la que entraban todos los personajes para que el equipo de Donkey-Me trabajara de forma sencilla. Con esa maqueta, todos los que participaban en el proyecto podían preparar sus diseños, probarlo y compartirlo  para intercambiar impresiones. “Todo fue surgiendo de una manera muy natural”, explica.

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Otra de las creaciones de Bruneras, Arcade Game Studio, comparte filosofía con Donkey-Me: es una herramienta para crear juegos nuevos a imagen y semejanza de clásicos como Ghosts ‘n’ Goblins, Pacman o Gauntlet. “En el diseño de software y juegos, lo que más me atrae es crear el motor, la herramienta principal del programa, la arquitectura donde se desarrolla la jugabilidad”, reconoce, “si eso funciona, los gráficos y la música no harán más que potenciarlo”.

Eso sí, el desarrollador aclara que no tiene intención de que Donkey-Me se convierta en una plantilla para que cualquiera pueda hacer sus propios niveles. Serán 10 juegos, uno por cada película, que podremos descargar gratis a partir de este domingo, si no hay contratiempos.

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Patrick Thomas

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