Cómo ganar dinero con la autoayuda sin tener barba

Algunas lectoras se quejaron tras leer Cómo ser gurú de la autoayuda. «¡No podemos dejarnos barba!», dijeron y con razón. Ser mujer barbuda es un trabajo obsoleto y poco o nada lucrativo.

¿Significa que una mujer no puede ser gurú de la autoayuda? Sí, puede. Si aplica los principios de Cómo ser gurú acondicionados a su sexo. No obstante, creo necesario la siguiente guía para mujeres, para aclarar conceptos.

Fijando tus metas

Los gurúes con barba se autodenominan guerreros de luz, alquimistas del alma, chamanes… La Historia quemó a las mujeres que quisieron ejercer como hombres. Y tú, querida lectora, no eres una bruja. (No importa lo que diga tu cuñada, tu suegra o tu nuera). Tú eres coach of life, maestra del Nuevo Pensamiento, psico-astróloga, guardiana de la palabra…

Con imaginación y tiempo puedes crear nuevos oficios: hermana de la Luna, mujer que camina con osos, hija de la pirámide…

Antes que nada, examínate a ti misma. Tu aspecto condiciona tu mercado. Si no puedes permitirte un peinado de 300 euros, no puedes ser coach of life. Si no naciste aristócrata, no podrás acceder a los mismos salones que Pitita Ridruejo. Tu mercado es más modesto. Volveremos a esto más adelante.

Después, examina el mercado. Si quieres ser una gurusa de andar por casa o de baja intensidad compra revistas que destaquen en las portadas noticias de calado como:

Diez famosas que usan braga-faja

La nieta de la duquesa (…) en su puesta de largo

Zetano, el perfecto caballero, conoce su cruda infancia

En la mayoría de las páginas verás anuncios de echadoras de cartas, pero esto no te interesa. Tú vales más. Fíjate en las psico-astrólogas, terapeutas de energía o eco-espiritualidad. Fíjate que hay nombres que sí y nombres que no, según para qué.

  • Madame Kalimba, mal de ojo vale para echadora de cartas, pero está desafasado.
  • Matilde, terapia de ángeles es perfecto, sugiere cercanía.
  • Patricia Hepburn Magallanes es perfecto, pero no para estas revistas. Lo tuyo son las redes sociales. Eres terapetua de ángeles y Angel Therapy Practitioner o coach of life – entrepreneur.

Saca partido a los estudios que te pagaron tus padres. Si estudiaste Filología o Historia cuenta que descubriste un secreto en una biblioteca de Jerusalén. Si estudiaste Arte, que una noche de bloqueo descubriste el secreto para ser feliz en medio de tus pinturas tiradas por el suelo. Si Psicología, que descubriste más cosas allá de los libros…

Biografía

Tú nunca fuiste ama de casa. Ser ama de casa está devaluado en el mercado espiritual. Para tu bio hay tres versiones. Cíñete a una.

A) La espiritual

«Siendo niña me sentía rara, diferente a las otras niñas. A mis 13 supe el porqué…» Añade que en la parada de autobús una señora dejó un libro que te abrió los ojos o que pediste un deseo a una estrella y tuviste un sueño. Esto es válido para sacar cuartos con ángeles, criaturas de otra dimensión o corrientes energéticas.

B) La hastiada iluminada

Si te quedaste sin empleo, miente:

«Después de diez años trabajando para (un banco gordo o una megacorporación) sentí que estaba estancada… Viajé en busca de una respuesta…» y suelta el rollo.

C) Sin pasado

Simplemente. Abre un blog, una cuenta de Twitter, otra de Facebook y enumera tus títulos inventados. Añade imágenes tuyas con Tim Robbins o cualquier otro gurú de «piensa en positivo». Simula que has pasado por encima de brasas (en la foto, ponte al final del camino de ascuas).

Aspecto

Debe ser adecuado al nombre y al mercado. Una coach de vida mejor que sea rubia, de edad indefinida (entre los treinta y los cincuenta), estilizada, dientes blanqueados. Blusas blancas, vaqueros ajustados, descalza sobre taburete o con las piernas cruzadas en el sofá. Da la sensación de que eres una mujer de éxito que viste casual porque ha alcanzado la paz espiritual y monetaria.

Si tu mercado es el de la energía espiritual puedes permitirte cierto desaliño. Eres espontánea. La vecina de enfrente. «Me puse lo primero que cogí». Pero ten a mano alguna blusa blanca de las buenas, y no la del chino de la esquina.

Sea cual sea tu pinta, sube a las redes imágenes en blanco y negro. Están de moda.

Los comienzos

A) Niña rica

Si naciste entre los ricos, ahí tienes tu mercado.

B) Niña pobre

Si no es así, no te preocupes si grabas vídeos motivacionales en tu dormitorio y se vea la puerta vieja de madera de cuando tus padres compraron el piso en los 70. Sí, vives con tus padres, pero porque eres una chica que ama a los suyos, que comprendes cómo son, que han perdonado sus defectos. «Mi libro, gratis en Amazon, sólo hoy, Cómo liberarte de tus cargas».

En las redes sociales, da los buenos días y las buenas noches con fotos de amaneceres y atardeceres, de niños con regaderas, de siluetas de parejas. Muéstrate cercana con la fotografía de un plato: «Alimentando el cuerpo». Cinco minutos después, con un libro: «Alimentando la mente».

En tu blog destaca alguna frase de El Principito o Juan Salvador Gaviota. Puedes optar por indicar el autor o hacerla tuya. Si te pillan, di: «Ups, se me pasó». Tú eres cercana. Un gurú argentino o chileno puede decir sin despeinarse: «Nada es mío ni tuyo, todo es de todos», porque tienen barba. Tú eres pizpireta. Profesional, pero espontánea.

Mezcla el inglés y el español en las ocasiones que puedas: ¡El amor es poderoso! ¡Love, powerful tool!

Espero que estos pequeños tips puedan abrirte la puerta del mercado de la autoayuda.

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Ilustración del autor sobre imagen de Pixabay libre de derechos.

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