Los cuentachistes estรกn en peligro de extinciรณn. No los profesionales, que tambiรฉn, sino las personas que buscan la carcajada de sus amigos o compaรฑeros a base de historietas. ยฟSon los chistes, tal y como los conocรญamos, una modalidad obsoleta de humor en la relaciรณn social?
Los cuentachistes son una especie de riesgo porque los jรณvenes han dejado de contarlos y la tarea solo la ejecuta la gente de mediana edad en adelante. Para entendernos, son los Karlos Arguiรฑano de cada familia quienes mantienen la tradiciรณn.
En reuniones de amigos por debajo de 35 o 30 aรฑos es difรญcil que se utilicen los chistes como una forma mรกs de diversiรณn. Esto no ha rebajado la importancia del humor como lubricante social. Al contrario, lo humorรญstico se ha expandido hasta el punto de que una conversaciรณn sin coletazos de jocosidad aparenta carecer de fluidez y la entendemos como resultado de la poca sintonรญa entre los intervinientes. Pero los detonantes han cambiado y muchos ven aquรญ la marca de la cultura postmoderna.
Chistes maduros y chistes milenials
El chiste, como lo entendรญan y gastaban los padres de los milenials, es una unidad de contenido previamente estructurada, sin patentes, de dominio popular. El prestigio reside en sabรฉrselos (en conocer los que otros desconocen) y saber decirlos usando unos modos interpretativos prefigurados a los que, los mรกs diestros, aรฑaden elementos de cosecha propia. Contarlo satisface el fin de estimular la diversiรณn, pero tambiรฉn el de compartir un producto que, a partir de ese instante, los receptores pueden comunicar a otros.
No han desaparecido, pero ahora existen encerrados en formatos muy cortos, en memes o en tuits. Son abarcables de un vistazo, en un solo minuto pueden verse mรกs de diez. Los chistes se han adaptado al tipo de atenciรณn corta, dispersa y frenรฉtica de la era virtual. Esos chistes no se cuentan, se muestran a travรฉs del mรณvil. Por la velocidad con que se propagan, memes y tuits caducan mucho antes que los chistes tradicionales.
Rod A. Martin, autor de Phsychology of humor, apuntรณ que en el intercambio humorรญstico debe haber un marco que aclare que la situaciรณn y que las palabras no deben tomarse en serio. El chiste crea ese contexto desde el principio: ยซยฟTe sabes ese deโฆ?ยป, ยซยฟSaben aquel que diuโฆ?ยป, ยซEsto es un tรญo queโฆยป. Fรณrmulas que abren el pacto con el receptor.
Sin embargo, entre los jรณvenes cuesta encontrar esta dinรกmica. El humor se plantea de otra forma, a travรฉs de comentarios irรณnicos, de ingenios espontรกneos y acumulativos. El marco humorรญstico acoge todas las interacciones, y casi sucede al contrario: son las situaciones de seriedad en que no convienen los matices las que deben seรฑalizarse.
El sociรณlogo de la Universidad de Granada Alejandro Romero Reche escribiรณ el artรญculo La producciรณn especializada del discurso humorรญstico en el entorno cultural postmoderno. Ahรญ explica que lo humorรญstico ha estado presente en toda รฉpoca histรณrica, pero que antes ocupaba ยซun nicho especรญfico en el espacio y el tiempoยป y que solo en la sociedad contemporรกnea ha pasado a primera lรญnea.
Pandemia de memes y el โispaรฑolโ del ISIS
Segรบn Lipovetski, en la sociedad postmoderna, el humor es irresponsable, basado en el absurdo gratuito y sin pretensiรณn; es, a la vez, extravagante, hiperbรณlico y omnipresente. Es un humor que ยซbanaliza y desubstancializaยป todo lo que toca.
En el artรญculo Humor y cultura, los profesores chilenos A. Menduburu y D. Pรกez diferencian entre estilos de humor. El que se parece mรกs a este tiempo es el humor de ยซautoafirmaciรณnยป. Sirve como ยซforma de afrontamientoยป al permitir distanciarse de los estรญmulos conflictivos. Tiene dos caras: se relaciona con emociones negativas como la ansiedad o la depresiรณn, y en su vertiente positiva con rasgos hedรณnicos y adaptativos.
Para Lipovetski, la pรฉrdida de relatos religiosos y filosรณficos que fijen valores y pautas de comportamiento y de interpretaciรณn del mundo ha originado una angustia soterrada que ha encontrado en este humorismo total la forma de aliviar la desorientaciรณn.
Un ejemplo de afrontamiento. Cuando el Estado Islรกmico publicรณ un vรญdeo en espaรฑol amenazando con atentar en el paรญs, se levantรณ una ola de burla. Los tuiteros manipularon el vรญdeo, trucaron los fotogramas, escribieron decenas de miles de tuits. Twitter y los memes siguen esta lรณgica del humor en la postmodernidad: la espontaneidad y una reproducibilidad muy corta en el tiempo. Los memes caducan enseguida.
Ademรกs, cumplen con otro ingrediente del carรกcter contemporรกneo: el individualismo. El humor es una exigencia social, y, ademรกs, debe poseer una marca propia, demostrar creatividad y originalidad. La copia se desestima: no aporta valor a uno mismo ni te define como sujeto especial y รบnico.
ยฟChistes o monรณlogos?
Hubo un programa de Antena 3, El club del chiste, que fracasรณ por falta de audiencia. El formato, no obstante, se mantuvo un tiempo. Habrรญa sido interesante medir la audiencia del programa por edad. Desprendรญa un importante aroma a cosa enlatada y las risas, incluso las de los compaรฑeros que aguardaban su turno, no resultaban creรญbles la mayorรญa de las veces.
El momento entre chiste y chiste resultaba incรณmodo, quizรกs porque se veรญan las tripas de lo teatral y lo que ahora prima es romper la cuarta pared. Los monรณlogos, por ejemplo, muestran cรณmo, cada vez, gusta mรกs que los espectรกculos sean confundibles con la vida: que al espectador le parezca que estรก asistiendo a algo espontรกneo y natural.
Los monologuistas gastan trucos para disimular que su texto, muchas veces, es un conjunto de chistes hilvanados. El cรณmico Luis Piedrahita es mago y sabe cรณmo manejar la ilusiรณn del pรบblico para crear una impresiรณn de espontaneidad. Rompe su propio show, por ejemplo, provocando un apagรณn en el teatro y bromeando con la situaciรณn. El pรบblico siente que asiste a algo รบnico. Por otro lado, en un plano mรกs sencillo, utiliza el flequillo para aliviar esos momentos de vacรญo entre tramo y tramo del monรณlogo. Se aparta el pelo con aire excรฉntrico y parece meditar y estar produciendo el discurso en el mismo momento en que lo pronuncia.
Triunfan programas como Nadie sabe nada o La vida moderna cuya base es una importante cuota de improvisaciรณn y una escenificaciรณn de conversaciรณn en la que el humor es un juego, un combate de creatividad fresca. El humor domina las relaciones sociales y construye y refleja la mentalidad de una รฉpoca. Otro programa, Zapeando, supone la traslaciรณn de un muro de Twitter o un grupo de Whatsapp a un platรณ: un buen grupo de personas comentando la actualidad con chascarrillos cortos, rรกpidos. Aun asรญ, la literatura sociolรณgica al respecto, los estudios con mรฉtodo, escasean. Sociรณlogos y psicรณlogos tienen en el humor la materia prima para extraer las claves del mundo disperso y cambiante en el que navegamos.
Es curioso, reflexionรฉ respecto a este tema hace unos meses. En mi opiniรณn, ยซlos chistes de salรณnยป fueron asesinados por el sarcasmo y los chistes de doble sentido (ambos, exportaciones del primer mundo). Se puede hacer la prueba cuando dices un chiste preformulado y por mรกs gracioso que pueda ser, te quedan mirando con cara de ยซยฟEso es todo?ยป.
Atribuyo esa posiciรณn, a la irreverencia que muchos desarrollamos, esa de: ยซAjรก, ยฟEsperas que me rรญas porque contaste un chiste?ยป. Por eso nos causan gracia los sarcasmos de la nueva รฉpoca. Preferimos sentir que nos reรญmos por la perspicacia de capturar el chiste implรญcito, a que sea algo impuesto. No nos gusta que nos digan que hacer.
Por supuesto, no satanizo al humor de estos tiempos. Soy bastante bromista, -considero a ยซTwo and half menยป como mi mentor- pero se deberรญa hacer un poco mรกs de esfuerzo porque los chistes de salรณn no mueran. No deberรญa esperarse una doble intenciรณn de todo comentario, despuรฉs de todo, los chistes son sรณlo eso. ยฟPor quรฉ no aceptarlos en la forma quรฉ vengan?.
Los chistes es lo mejor que ha existido y existe. Yo llevo muuuchos aรฑos contando chistes entre mis familiares, amigos, en los trabajos y en residencias, y la gente disfruta con mis chistes, que los interpreto y se rรญen mucho, ahora estoy yendo a la Flauta Mรกgica y la gente va en masa a verme para disfrutar durante dos horas. Invento chistes. No dejemos que se pierda , los contadores de chistes, promocionemos , contemos mas, para darle auge y fuerza otra vez. Los Chistes existen desde siempre, y todo el mundo los cuenta , aunque digan , yo soy muy malo contandolos, Gustan mucho
Creo que el apellido del profesor chileno no es ยซMenduburuยป sino ยซMendiburoยป. Por lo demรกs, muy interesante, gracias por este articulazo.