Deconstruir el colonialismo a golpe de foto

Un grupo de hombretones echados p’alante se lanza a la conquista de nuevos mundos, descubren un continente enero y llevan la civilización a los salvajes, que se pasan el día en bolas en parajes paradisíacos. Esta es, en resumen, salvando un poco las distancias, la historia de la colonización española de América Latina tal y como nos la han contado en el colegio.

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El fotógrafo Sergio Aritméndiz ha decidido cuestionar hechos históricos asumidos como verdades absolutas para construir una nueva narrativa. De esta inquietud nace No había entonces pecado, un fotolibro que intenta repensar el colonialismo y mirarlo desde otro prisma.

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«Siempre nos han vendido que los españoles que descubrieron América eran un grupo de aventureros y valientes, pero realmente los valientes fueron quienes intentaron resistir a esa conquista», explica el miembro del colectivo Cuatro Ojos, que realizó su investigación en República Dominicana, España y Portugal fotografiando emplazamientos simbólicos de la época colonial.

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«Por motivos personales, tuve la oportunidad de pasar tres meses en la República Dominicana. En el proceso de documentarme, todos los caminos me llevaban de una u otra manera al colonialismo. Es un tema que siempre me había interesado, ya que históricamente se ha tratado de una forma muy injusta. La historia siempre ha sido contada desde el punto de vista de los colonizadores, de forma totalmente etnocéntrica, lo que obviamente me creaba muchas dudas acerca de su veracidad», cuenta.

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Aritméndiz se sumergió en el pasado de la mano de dos antropólogas: Pauline Kulstad, especializada en la época colonial española, y Glenis Tavarez, especialista en cultura prehispánica de los pueblos indígenas. «Esto me permitió abordar el tema del colonialismo desde el punto de vista del otro, de los que sufrieron las consecuencias de la invasión», explica.

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El fotógrafo quedó muy impactado al conocer más a fondo las atrocidades perpetradas contra los pueblos indígenas, que en varios casos llegaron a cometer suicidios colectivos ante la imposibilidad de lidiar con la crueldad de los conquistadores.

Sin embargo, lo que más le llama la atención es la falta absoluta de rencor hacia el colonialismo. «Los verdaderos héroes de esta historia son los pueblos indígenas, que siguen estando completamente invisibilizados para la gran mayoría», afirma Aritméndiz.

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El libro se articula alrededor de seis conceptos: el paraíso perdido antes de la llegada de los españoles, plasmado a través de imágenes muy primarias, sin grandes alteraciones; el enfrentamiento entre colonizadores y colonizados; la evangelización, lo que viene a ser la imposición de la religión, mediante imágenes más tenebrosas; la esclavitud tanto de los indígenas como de millones de esclavos traídos de África, con fotografías más claustrofóbicas; el saqueo, mostrando las huellas de esta explotación; y el falso paraíso, o sea, la idea de paraíso que tenían los españoles antes de llegar a las costas americanas.

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«Me gustaría conseguir que la gente se cuestione ciertos hechos históricos, porque es la única manera de que no se vuelvan a repetir, como está sucediendo actualmente», señala el autor, en referencia a las formas contemporáneas de neocolonialismo, explotación e incluso esclavitud. «Ahora se hace tranquilamente desde los sillones de los países desarrollados, sin necesidad de mancharse las manos. Lo único que ha cambiado son los mecanismos de conseguirlo, pero los resultados son los mismos», reflexiona.

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El libro, actualmente en proceso de financiación, tendrá un tirada de 200 ejemplares y está concebido para un público español y latinoamericano.

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4 Comments ¿Qué opinas?

  1. Ya solo en el primer párrafo se ve el nivel histórico de este artículo. Decir que en el colegio solo se estudia a los nativos americanos como salvajes incivilizados es mentir o falsificar intencionadamente. En los libros de texto se habla de las civilizaciones aztecas, inca y maya desde bastante respeto y hablando de ellas desde un respeto diría que casi excesivo, sobre todo porque la leyenda negra ha falsificado y exagerado tanto que ahora los indígenas eran los únicos buenos. Le recuerdo al autor de este artículo que numerosas civilizaciones o naciones indígenas se aliaron con los españoles para liberarse de la esclavitud que otras naciones indígenas les tenían sometidas por lo que hablar de paraíso indígena es también mentir o no saber nada.

  2. me parece igual de erróneo «contar la historia desde la perspectiva de los vencedores» que «contar la historia desde una perspectiva cultural 600 años después». Cómo juzgar ahora una «invasión», un «genocidio» o una «masacre natural», actos que en aquella época eran normales e inherentes a toda guerra o enfrentamiento? fueron peores los conquistadores españoles con los Incas que los conquistadores Incas habían sido con los antiguos reinos de Chucuito o Pumata? Me parece que no, y me parece que editar preciosos libros de fotos está muy bien, pero agarrársela con papel de fumar y juzgar los actos de hace 600 años como si fueran actuales me parece de todo menos un ejercicio intelectual o artístico.

  3. […] otro día me preguntaron que en qué pilares me había basado para el trabajo. Digamos que el trabajo está dividido en seis […]

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