Aunque haya verano raro, no hay verano malo. Eso decía Josep Pla. O Confucio. O Ylenia Padilla. Vaya usted a saber. El caso es que estamos de acuerdo en magnitudes catedralicias.
El corolario es que tampoco hay, esperemos, Yorokobu de verano malo. Y si no te gusta, por lo menos lo puedes descargar gratis. Y eso sí que no falla: si es gratis, es bueno. Y si no es bueno, de todas formas hay que cogerlo, que es gratis. No sé si me explico.
Este número de Yorokobu está dedicado a la Gran Reconstrucción, y dentro de esa enorme pecera, hemos entrevistado al diseñador Ricardo Falcinelli para que nos hable del color y su significado.
Toni Segarra, the one and only, nos ha recordado la necesidad de entregarse a la ignorancia para aprender como posesos. Pos eso.
Estrella Montolío y Mario Tascón nos hablan de El derecho a entender, o lo que es lo mismo, tu derecho a enterarte de lo que pone la carta del Ayuntamiento, cuando te mete un crujido con las multa de aparcamiento.
Además, reflexiones acerca de cómo marcas como Gucci entienden ahora la comunicación, fotolibros mejores que una siesta durante una etapa llana del Tour de Francia y el habitual catálogo de ilustraciones finas filipinas que aderezan los números de la revista en papel de Yorokobu. Puede gustarte o no. Pero es gratis, alma de cántaro.
Una vez más, nos gustaría dar las gracias a estas marcas tan óptimas que nos ayudan a que Yorokobu salga adelante en tiempos revueltos. Gracias a Wetaca, LasMuns, Platanomelón, Kaotiko, Enrique Tomás, We are Knitters y Brava Fabrics. Os queremos más que a Neil Young.
Para descargar la revista, podéis hacer clic en este enlace o en los recuadros en la cabecera y pie de post.