De un tiempo a esta parte no hay detalle sobre los nuevos dispositivos de Apple que no se filtre antes de hora. Antes cada detalle de los nuevos modelos de iPhone y iPad se llevaban con absoluto secreto porque, de hecho, era parte del juego: en esa inmensa exhibiciรณn de marketing que son las keynotes de la compaรฑรญa, el factor sorpresa era inseparable del espectรกculo.
Pero con el tiempo, como es natural y comprensible, Apple dejรณ de innovar. En realidad, no se puede estar permanentemente revolucionando una industria a la que cada vez se le exige mรกs. Ahora ni siquiera hay secretos en las keynotes: todo el mundillo tecnolรณgico sabe antes de la fecha quรฉ es lo que va a presentar Tim Cook sobre el escenario, que ni es Steve Jobs ni lo pretende.
El รบltimo gran acto no fue una excepciรณn, pero en esta ocasiรณn habรญa algo de distinto: el anuncio de que el iPhone se cargaba el conector de auriculares tradicional era algo que se habรญa filtrado -como tantas otras cosas- y parecรญa mรกs una estrategia de voladura controlada. Es un tema tan delicado que mejor ir preparando al respetable.
[pullquote]El anuncio de que el iPhone se cargaba el conector de auriculares tradicional era algo que se habรญa filtrado -como tantas otras cosas- y parecรญa mรกs una estrategia de voladura controlada.[/pullquote]
Cook dio razones para la polรฉmica decisiรณn, y sรณlo una era cierta. Dijo primero que lo hacรญan porque alguien tenรญa que atreverse, que por quรฉ no y que era necesario innovar. Luego dijo la verdad: los usuarios piden mejores prestaciones en un terminal que no puede crecer mรกs. Pedimos mejor baterรญa, pantalla, cรกmara y rendimiento, pero falta espacio para meter todo eso. Y el clรกsico jack de auriculares ocupa demasiado.
Otra tradiciรณn tras cada keynote es que fanboys y haters de Apple se batan en duelo en las redes sociales a cuenta de lo revolucionario o no que es lo que haya presentado, lo mucho o poco que ha plagiado a la competencia esta vez, lo presuntuosos y caros que son sus productos o cuรกntos aรฑos hace que Android ofrece eso mismo que ahora se presenta como novedad. Y en esta ocasiรณn el combate tuvo aรบn mรกs motivos.
Muchos detractores de la compaรฑรญa les acusaron de algo terrible: sacrificar la comodidad del usuario a cuenta de la innovaciรณn y el diseรฑo. Eso en una lรญnea de productos que vive tanto de su diseรฑo como de la funcionalidad de sus productos es un pecado mortal: ยฟcรณmo puede Apple permitirse que a sus usuarios les resulte incรณmodo utilizar algo? ยฟPor quรฉ hacer difรญcil algo cuyo uso hasta ahora era sencillo? Bien pensado, Apple siempre ha funcionado un poco a la suya y ha sido difรญcil compatibilizar sus componentes y formatos con otros -conectores, versiones de software y demรกs-.
UX: la dictadura del usuario
Apple, como casi todas las empresas del รกmbito tecnolรณgico y fuera de รฉl, viven sometidos a la incontrolable dictadura de sus usuarios. Ellos son los que deciden cรณmo utilizan los productos y servicios que nos prestan las compaรฑรญas, aunque sea de una forma distinta a aquella con la que se concibieron. Hay veces, por tanto, en las que no es la compaรฑรญa la que nos saca de nuestra comodidad para obligarnos a hacer las cosas de una determinada forma, sino que en ocasiones son los usuarios los que deciden hacerlo por sรญ mismos.
Sรณlo asรญ se explica, por ejemplo, que haya hordas de turistas utilizando tablets para hacer fotografรญas. Si hay una razรณn por la que los mรณviles desplazaron el uso de las cรกmaras fotogrรกficas es que ofrecen una calidad muy similar en un dispositivo que siempre llevamos encima y resulta igual de cรณmodo de usar. Sin embargo, sostener con dos manos un dispositivo del tamaรฑo de las cรกmaras fotogrรกficas de principio de siglo no parece la mejor manera de optimizar la experiencia de tomar una instantรกnea.
El usuario manda. Y a veces intentar entender cรณmo piensa es complicado. Le sucediรณ por ejemplo a Nokia cuando, en los albores de este siglo, decidiรณ lanzar al mercado uno de los mayores fracasos de la compaรฑรญa: el mรณvil N-Gage. En realidad, era mitad mรณvil, mitad consola portรกtil. Los finlandeses habรญan descubierto que habรญa un nicho emergente de usuarios de la telefonรญa mรณvil que era el sector mรกs joven, y que รฉste estaba muy interesado en los videojuegos.
Si unir reproductor musical y mรณvil habรญa funcionado, ยฟpor quรฉ no hacer lo mismo con la consola? No era la รบnica integraciรณn tecnolรณgica que iba a sufrir en esos aรฑos ese dispositivo: tambiรฉn se unieron cรกmara y mรณvil, GPS y mรณvil, o conexiรณn a internet y mรณvil. Pero la videoconsola no, o no de esa forma.
[pullquote]Con el tiempo los videojuegos acabaron entrando en los mรณviles, pero no de la mano de la malograda Nokia.[/pullquote]
La N-Gage era cara, con problemas de conectividad en algunos paรญses -EEUU y Japรณn, por ejemplo- y, sobre todo, era rara. Muy rara. El telรฉfono se usaba por el borde, lo que obligaba a sostener el terminal como si fuera una empanadilla junto a la oreja. Con el tiempo los videojuegos acabaron entrando en los mรณviles, pero no de la mano de la malograda Nokia.
Casos de รฉxito
Ser disruptivo no es fรกcil. Igual que revolucionar el mercado cada aรฑo es imposible, y que sostener en alto las expectativas de los usuarios es arriesgado, no todas las ideas innovadoras encuentran acomodo en el mercado. Y Apple de eso sabe un trecho.
A decir verdad, la estrategia de voladura controlada de la compaรฑรญa por aquello de quitar conectores que los usuarios utilizan a menudo empezรณ unos meses antes, cuando presentaron las nuevas versiones de sus portรกtiles y el mundo descubriรณ, ahรญ sรญ por sorpresa, que se habรญan cargado los USB: la computadora sรณlo tendrรญa un รบnico conector USB-C que servirรญa para todo, desde conectarle unidades externas a cargar la baterรญa. Lo que ahora habรญan hecho con el conector de audio ya lo pusieron en marcha tiempo atrรกs con los USB.
Igual que con el nuevo conector de audio de sus telรฉfonos, sus nuevos ordenadores necesitan de adaptadores para poder usar los dispositivos ahora antiguos -auriculares y USBs-. Eso en cuanto a usabilidad es un horror, pero las transiciones de una fase a otra suelen ser terribles -dรญganselo a los adolescentes-.
Pero hay hueco para la esperanza. A veces hacerle difรญcil la vida al usuario sรญ funciona, y en esto el ejemplo tambiรฉn puede ser Apple. Todos sabรญamos escribir mensajes a ciegas en el mรณvil gracias a ese teclado de doce botones que conocรญamos sรณlo con el tacto, pero decidieron eliminarlo para sustituirlo por un incรณmodo homรณlogo virtual con el que suele ser difรญcil escribir hasta mirรกndolo. Pero lo hicieron para hacer que las pantallas de los mรณviles fueran mucho mayores, y tรกctiles, algo que redefiniรณ la industria por completo y la llevรณ a lo que es hoy.
Muchos, especialmente los que tenemos manojos de longanizas por dedos, aรฑoramos poder escribir mรกs cรณmodos. BlackBerry siempre ha intentado conservar esos teclados analรณgicos, pero tantos botones y tan pequeรฑos nunca podrรกn ser lo mismo. Como decรญa Cook, a veces hay que innovar. Y eso siempre es un riesgo. Veremos si llevarle la contraria al usuario con el jack de audio o con los USB les funciona tan bien como les funcionรณ lanzar la pantalla tรกctil sin botones fรญsicos.