La realidad nada virtual del DS5

Decían Los Planetas hace 17 años que «si te esfuerzas puedes desaparecer». Hay veces que no es tan difícil. Para huir por unas horas del calor de la ciudad de Madrid, nos armamos con el #nuevoDS5. Pan comido.

Decidimos que, dado que en Yorokobu hemos decidido hacer apostolado del trabajo en remoto, podíamos mirar a la montaña y cumplir con parte de nuestra jornada dando una vuelta por Cercedilla, un pequeño paraíso encajado en plena Sierra de Guadarrama.
Así, recogimos a José Luis Navarro, CEO de InMedia Studio y cogimos carretera (no manta) en dirección al refrescante norte.
InMedia Studio se dedica al desarrollo de aplicaciones de realidad virtual. Como nos explicó Navarro en nuestro viaje, más allá de las más conocidas aplicaciones de VR en materia de cine o videojuegos, uno de los retos más apasionantes consiste en convertir la realidad virtual en una herramienta terapéutica para personas que necesitan atención a distancia.
También nos explicó como muchas empresas pueden utilizar esta tecnología para aumentar la parte más experiencial a la hora de mostrar productos o servicios.
Así, entre realidades virtuales y naturalezas muy reales, pudimos apreciar el espectacular panel de control del DS5, que se asemeja mucho a la cabinas de pilotaje de aviones; pudimos sentir el excepcional tacto que proporcionan los acabados y materiales de alta costura de materiales de la nueva propuesta de DS y pudimos, en resumen, vivir una experiencia de viaje para la que no hacen falta ayudas externas ni artificios: solo (y nada menos) la tecnología y el futurista diseño de un vehículo creado para disfrutar de cada metro de carretera.