Por cada grafista e ilustrador de renombre hay cientos de creadores muy válidos que operan en los márgenes y que se resisten a cambiar su estilo para contentar a las masas. Ediciones Valientes es uno de esos sellos que acoge a los rebeldes y les proporciona libertad total para explorar «las sendas no comerciales del mundo gráfico», en palabras de su ideólogo Martín López.
Este dibujante, serigrafista, dependiente, editor, mantenido (oficialmente licenciado en Bellas Artes) cree tanto en lo que hace que invierte casi la totalidad de su tiempo a este oficio que es una forma de vida aunque no le dé para vivir.
«Hago unas cuatro ediciones al año que es para lo que da la economía, pero me gustaría poder hacer muchas más», explica Martín que gestiona la microeditorial desde Valencia. Las tiradas son pequeñas y la temática muy abierta; «suelen variar entre 100 y 500 ejemplares dependiendo de si opto por imprimir en digital o en una imprenta más grande».
«Mis obras favoritas son casi siempre las que menos venden. Trabajos como Kovra 5 es probablemente lo que más me ha gustado hacer desde que empezamos, pero como me flipa a mí, al resto no le ha gustado a casi nadie», ríe, «Playground de Berliac, en cambio, tuvo muy buena acogida en el mundo del cómic».
Internet es su ventana al mundo y muchos de los artistas que editan publicaciones con él provienen de países como Croacia, Italia, Perú, México o Estados Unidos, pero el centro de la escena de autopublicación europea está en las ferias. «Entre mayo y julio suelo asistir a muchas. Está Tenderete en Valencia, Vendetta II en Marsella, CSOA en Roma, Graf y Gutter Fest en Barcelona; y es donde más se vende. Ahora mismo son el alma de los fanzines».
Para Martín «vivimos en un momento muy interesante para las autopublicaciones. No es la primera vez y suele ser cíclico. En los 80 hubo un boom y también en parte de los 90. Ahora volvemos a tener otro boom incluso de chavales de 17 o 18 años, que después de venir a un par de ferias empiezan a editar sus propios fanzines».
El ideólogo de Ediciones Valientes dice que no podrá descansar hasta que pueda hacer que «la cantidad de trabajos sustanciosos lleguen a la superficie. Llegará un momento en el que habrá muchos más lugares para dar cabida a este tipo de trabajos (aunque ya existen) y mi labor estará completada. No pienso mucho en el futuro. La cuestión es hacer y seguir proporcionando espacio de expresión para que los artistas que me gustan puedan seguir creando en libertad. Lo demás es accesorio».
Y así Martín se despide para volver a adentrarse en el mundo de monstruos, personajes frikis y situaciones absurdas que habitan en sus publicaciones.