La mesura y la convivencia impusieron límites. De esa manera, desde que una idea brotaba en una mente hasta que se expresaba, pasaba por un proceso de depuración que evitaba peleas entre tertulianos, malas caras de tu cuñado o desconsuelo emocional en tus seres cercanos. Todo ventajas, oye.
La convención social, sin embargo, no debe hacernos prescindir de la risa y de la reflexión a partir de una situación concreta. No Sé (@no.se.idk) acabó con los filtros que separan lo que pensamos de lo que podemos expresar de manera políticamente correcta, y comenzó a contar historias en las que lo normal se da la vuelta.
Ese es uno de los nexos del ilustrador con El Águila Sin Filtrar, una cerveza que precisa del ritual de dar una vuelta a la botella para disfrutar de su frescura, sabor y autenticidad. Por eso, tiene sentido que haya sido él quien haya interpretado ese concepto en su viñeta de colaboración con El Águila.
No Sé se puso el compromiso personal de dibujar una viñeta al día y comenzó a cosechar seguidores y satisfacción. «Representar inquietudes actuales a través de personajes con contextos tan lejanos en el tiempo y que, por tanto, pueden resultar hasta provocativas, es algo que siempre me ha hecho gracia. A fin de cuentas, es lo que importa», explica el viñetista.
Su mundo es una sucesión de ideas en crudo, de conversaciones sin filtro, un retrato que ha bañado con unas gotas de cinismo y de inconformismo. Honestidad extrema para ilustrar una realidad distópica como en la colaboración que ha hecho con El Águila y como en estas otras piezas de su trabajo.
El Águila recomienda el consumo responsable.
