El Black Friday me deprime

Black, black, black, vida en black.
«Esto no es intuitivo, revísame estos mails, el periódico gratuito no está caliente, otra palmera de chocolate congelada de la máquina de los cafés. Otro asalto a los almendros en flor en Riglos… a mitad de precio».
Hoy es San Black Friday. ¡Qué devoción! Han creado la Iglesia de los “blackfraidistas”, auténticos apasionados del toma y daca del negosi (cuentan con su Sagrado Ministerio de la Pela ®). Se pasan todo el día dejando en el tren pañuelos baratos gritando ‘black-fri-day’ a lo Pepu Hernández con su ba-lon-ces-to.
Sin embargo, más allá de este Templo, en los pueblos no hay Black Friday que valga. Ahí siguen implorando a San Antonio que el cielo no caiga sobre sus cabezas. Cristóbal Colón tampoco conoció nunca el Black Friday y la T.I.A. nunca mandó a sus súper agentes Mortadelo y Filemón en busca y captura de tal día fúnebre.
Sin embargo, seguramente, la RAE estará estudiando su aparición en nuestro precioso diccionario castellano junto a las asentadas “almueda” y “cocreta”.
Lavadoras por 2 duros. Corte de pelo y manicura por 8 rupias. Si pagas 100 slotis te dan 200. Otro perrito piloto con dientes de oro de un ecuatoriano que un día marcó un gol en el Mundial de Ajedrez y de Balón Prisionero por 25 pesetas con la figura de Cobi detrás.
Cuñas de radio a tope anunciando descuentos y promociones. Tarjetas VISA Oro, incienso y mirra echando hummus comprando cosicas y alfombras hechas a muñón. ¡Qué majos!
Fontaneros que te hacen un baile inglés y chatarreros que te hacen un poema en verso con piezas de camiones afincados en El Pinar de las Rozas. Porque sí. Porque hoy amigo, es viernes negrito o moreno. Venta de adoquines durísimos de fresa con el dentista posterior incluido en el dulce.
«¡Siuuuuuuuuuuuuu!», gritan adolescentes de la ESO imitando al bueno de Cristiano Ronaldo.
ABC regalará conexiones premiums a servicios durante una semana como Teletexto «PORN», SMS y acceso al suplemento en braille del BOE.
Pero… ¿Por qué hacemos esto? ¿Por qué nos ensartamos en estas tradiciones? Celebremos el Black Friday, celebremos la nada al 50%… (todo esto me recuerda a esos monólogos en HD de Trainspotting o American Beauty).
¿Será que nos sentimos felices y libres solo por comer bacon crujiente y selfis al punto en Black Friday?
Y un par de preguntas finales…
¿Hará el Mickey Mouse de la Puerta del Sol hoy su Black Friday?
¿Hará la Peppa Pig Black Friday y regalará globos de helio a todos los viejitos?
¿Sonreirá más y regalará globos el Spiderman soviético de la Plaza Mayor?
¿Minnie Mouse no se quitará en todo el día la careta y sudará y sudará por dentro vanagloriando este fantástico Black Friday?