El pasatiempo que se le ocurriรณ a Huseyin Cetinel no era barato. Ademรกs requerรญa de mรกs tiempo y dedicaciรณn que echar una partida de cartas en el hogar del jubilado o contemplar una obra desde una valla de protecciรณn. A este ingeniero retirado, residente en Estambul, los botes de pintura con los que decorรณ las escaleras de su barrio le costaron algo mรกs de 800 dรณlares (unos 600 euros) y la labor le llevรณ 4 dรญas. Lo que no se esperaba Cetinel es que su intervenciรณn iba a levantar tal polvareda en su paรญs. Tanto como para que algunos hablen de la Revoluciรณn del Arco Iris.
Porque Cetinel, tal y como viene relatando en los รบltimos dรญas en diversos medios locales, lo รบnico que pretendรญa era que โla gente sonrieraโ. Su manera de tratar de lograrlo fue pintar los peldaรฑos de la escalinata que conecta los barrios de Findikli y Cihangir, en el distrito Beyoglu de la ciudad turca, con los colores del arco iris.
Y lo que consiguiรณ fue que turistas y residentes (probablemente, despuรฉs o mientras sonreรญan) compartieran la nueva imagen de la escalera en sus redes sociales.
Algunos adjuntaban la imagen junto a su propia versiรณn sobre la intenciรณn de la acciรณn de Cetinel, como en el que caso de los que no creรญan que el color de la escalera y el de la bandera LGBT coincidieran por casualidad.
Lo que vendrรญa despuรฉs sorprenderรญa a todos ellos pero sobre todo a Cetinel. Una maรฑana, la escalera apareciรณ de nuevo con su color original: el gris. โยฟEs que estamos ante una nueva Pompeya y se ha quedado todo cubierto de cenizas?โ, se preguntaba.
Tras negar la evidencia, el ayuntamiento de la ciudad tuvo que reconocer que sus servicios de limpieza actuaron con nocturnidad para โnormalizarโ el estado de la escalera. A los que habรญan conocido su estado โanormalโ, la vuelta a la versiรณn original de la escalinata no les convenciรณ. De hecho, la mayorรญa volviรณ a sacar sus propias conclusiones. No creรญan que la decisiรณn de volver al gris se limitase a una cuestiรณn estรฉtica. El intenso verano plagado de protestas vivido en la ciudad daba pie a pensar que, de nuevo, las autoridades querรญan imponer su โnormalidadโ en todos los estadios de la vida pรบblica.
Por eso, y porque, ademรกs, preferรญan el color al gris en la escalera de Beyoglu, un grupo de activistas se organizรณ bajo el hashtag #DirenMerdiven (algo asรญ como Resiste Escalera) en referencia a aquel #DirenGeziPark con el que se apoyaban las manifestaciones que se produjeron el pasado mes de junio para salvar el cรฉntrico parque de Estambul y que desembocarรญan en una protesta masiva contra el gobierno de Erdogan. Pero el hashgtag no solo admitรญa protestas. Querรญa hechos y esos los tuvo pronto a raudales. Fueron decenas las gentes de Estambul que sacaron sus botes de pintura y brochas para adornar otras muchas escalinatas de la ciudad. Antes incluso de que el alcalde mostrase su compromiso de devolverla de su estado โanormalโ.