En este mundo hipercompetitivo solo hay sitio para los mejores, un mundo en el que la victoria del pasado no cuenta si no continúa en el presente. El deporte en general, y el fútbol en particular, es un buen ejemplo. Pero ¿qué pasa con los que no copan titulares? Sí, esas selecciones que nunca ganan, selecciones tan malas que hasta tú podrías ser internacional.
España ha estado al borde del precipicio. No, no es la crisis o un rescate de la troika. Es la clasificación para el Mundial de Brasil. La España campeona del mundo y dos veces consecutivas campeona de Europa empató con Finlandia, una selección de nadies, y tuvo que hacer una «gesta» para ganar «a la épica» contra Francia para «casi asegurarse» la clasificación.
Para Finlandia, cabe suponer, la historia sería bien diferente. Ellos, una selección sin historia ni medallas, empataban a la todopoderosa España en su casa. La alegría de su vida. O quizá no, habida cuenta del nivel educativo, cultural y social del país, que seguramente relativizaría mucho más que nosotros aquel punto. España, cuna de caínes que ya volvían a dudar de nuestros internacionales y su seleccionador, por enésima vez en siete años.
Pero Finalndia no es, ni mucho menos, la peor selección del mundo. Es la 87º de las 207 federaciones que hay inscritas en el ránking FIFA, una honrosa posición en la mitad superior de la tabla. Las hay peores, y mucho. Este es un repaso por el que podría ser el Mundial de las peores selecciones del mundo, las que sin duda valorarían mucho más cada gota de sudor de sus jugadores. Seguramente porque cada carrera de sus internacionales no costaría la millonada que cuestan las de los nuestros.
Los seis africanos
En la ronda clasificatoria africana para el Mundial de Brasil hay 52 equipos luchando por cinco plazas. Entre los caídos, hay seis países que destacan sobre los demás. Aquellos que cayeron en la primera ronda con estrépito o ante rivales no precisamente difíciles.
Está Santo Tomé y Príncipe, un pequeño archipiélago de 186.000 habitantes frente a Nigeria que no pasó el corte inicial al caer a doble partido contra Congo por un global de 6-1.
Yibuti, un diminuto Estado en el paupérrimo cuerno de áfrica con unos 800.000 habitantes, cayó contra Namibia por un global de 8-0, también en la primera ronda clasificatoria.
Los jugadores de las Comoras, unas islas al norte de Madagascar con casi idéntica población, cayeron por un global de 5-1 contra la débil Mozambique. Su verdugo aún no ha ganado en segunda ronda.
Otras islas paradisíacas, las Seychelles, cayeron por un global de 4-0 contra Kenia. Las vidas de sus apenas 100.000 habitantes han saltado a los medios en estos días por los desmanes de su gobierno islamista.
Swazilandia, una diminuta monarquía de corte feudal del sur de África no pasó del 8-2 contra la República Democrática del Congo a pesar de tener mucha más población que otros países de su nivel: un millón y medio
A Somalia, el paradigma de país pobre en el imaginario europeo, de nada le vale tener diez millones de habitantes en lo que a poderío futbolístico se refiere: cayó por 5-0 contra otro país no precisamente desarrollado, Etiopía.
Cuatro asiáticos
En la ronda clasificatoria de Asia hay hasta naciones sin Estado jugando a fútbol. En total son 43 equipos, pero solo hay hueco en el Mundial para los cuatro mejores, además de una plaza extra que se disputan con Oceanía.
La humildísima selección de Timor Oriental, una de las peores del mundo, al menos pudo marcarle un gol a Nepal, que la eliminó por 7-1, y dar esa alegría a su millón y medio de habitantes.
En Sri Lanka, que cayó por 5-1 contra Filipinas, están más preocupados por su inestabilidad interna que por el deporte rey.
A Pakistán de nada le vale ser uno de los países más poblados del mundo, o una temible potencia nuclear. En lo futbolístico la humilde Bangladesh les tumbó por 3-0
Macao, el diminuto Estado chino de poco más de medio millón de habitantes, es también diminuto en lo que al fútbol se refiere: Vietnam les endosó un inmisericorde 13-1
Los cuatro europeos
Europa es la élite del fútbol mundial, al menos si te olvidas de que Brasil es la selección que más títulos ha ganado (un detalle sin importancia). Por eso hay hasta trece plazas para las mejores de las 53 federaciones apuntadas. A la cita previa no ha faltado ni una sola de ellas, pero al menos estas cuatro podrían haberse ahorrado participar.
Recuerden este nombre: Roderick Briffa. Es el del único jugador que ha marcado un gol en esta ronda clasificatoria. Cero puntos para la pequeña isla mediterránea, eso sí.
Las Islas Feroe, terreno en parte dependiente de Dinamarca, tampoco han sumado un solo punto aunque han marcado dos goles hasta el momento.
En la diminuta Andorra saben de esquí y deportes invernales como nadie, pero de fútbol mejor no hablar: ni un gol, ni un punto y diecisiete goles en contra hasta ahora.
San Marino, el pequeño estado incrustado en Italia, tiene el peor registro de todos: cero goles a favor, 29 en contra. Con 40.000 habitantes poco más se puede hacer.
Cuatro caribeños
En centroamérica hay muchísimo fútbol, pero no tanto: 35 equipos compiten por tres plazas directas y una adicional, y la inmensa mayoría de ellas apenas verán balones de fútbol con regularidad.
Si una selección como Bahamas te despacha con un 10-0. A no ser que tú seas Turcas y Caicos y seas un país con un clima envidiable y unas playas paradisíacas, claro.
Perder por 6-0 contra República Dominicana es lo de menos si eres Anguila, un paraíso tropical con 16.000 habitantes: casi una isla desierta en la que el fútbol debe ser como aquí la pesca con cangrejo.
En el duelo de Islas Vírgenes las estadounidenses ganaron a las británicas por un contundente 4-1. Habrá que ver si las casi 32.000 almas del archipiélago podrán superar la pena tomando el sol al arrullo de las olas del Caribe.
Pocos países pueden perder por un global de 8-3 contra un país como Belice, y uno de ellos es Montserrat. Ojo: apenas 5.000 personas donde elegir un combinado nacional, ya es merito.
Oceanía
En Oceanía son tan malos que ya solo quedan once países en liza: el único con cierto nivel -que tampoco- juega con Asia para dar alguna posibilidad a los demás. Y, ojo, porque esa selección galáctica es Australia, así que hay que imaginar al resto… Y de entre tanto talento futbolístico destaca una en la que viendo sus playas cabe imaginar que todo esto les importará bien poco.
Islas Cook fue la peor selección entre las cuatro peores que juegan una liguilla de primera ronda: solo consiguió un empate y fue contra Samoa Estadounidense. Todo un logro para tener apenas 10.000 habitantes.
En Sudamérica, la verdad, no hay nadie que merezca estar aquí. Hay diez equipos que se juegan cuatro plazas directas, además de la plaza de Brasil como organizador y una extra que se juegan con Asia. La peor selección es Paraguay, mundialista y con estrellas internacionales. Sería injusto incluirles.
Pero como un mundial con 19 participantes parece quedar cojo, tranquilo, que candidatos hay: esta lista se podría ampliar con muchos países que ni siquiera se inscribieron para competir, como Mauritania en África o Bután, Brunéi y Guam en Asia. O también con algunas de las peores del mundo según el ranking FIFA que han logrado resultados menos malos en la ronda clasificatoria, como Kirguistán, Sudán del Sur, Eritrea, la ya citada Samoa Estadounidense, las Islas Caimán, Papúa Nueva Guinea, Tonga, Mauricio o Madagascar.
Ale, ya tenemos 32 selecciones para hacer nuestro mundial. Seguro que competirían con tanta ilusión como los otros 32, los de verdad. Y por estos seguro que no habría lío de derechos televisivos.
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Foto: Manuel Henrich bajo lic. CC.
El Mundial de los paquetes
