Hasta la fecha, en el cine, tan sólo el ruido de las palomitas, la pesada que no para de rajar o el ex baloncestista que justo se sienta delante de ti constituían las amenazas a las que tenías que hacer frente para afrontar, tranquilamente, una mágica sesión de cine.
Pero tras la original, y polémica, acción de guerrilla que ha realizado DDB para IKEA en 92 cines de Alemania, una nueva amenaza habita en nuestras salas de cine: “guerrilleros” de IKEA armados con proyectores. Una nueva forma de publicidad en cine, un “price placement” que es poco solidario con el espectador y con la película pero que hay que reconocer que supone una nueva bofetada a la publicidad convencional.
En mitad del desarrollo de la película, el soldado de IKEA apunta con el proyector y superpone sobre la película el precio de aquellos productos de la compañía sueca que están presentes en la escena. Hay que reconocerlo, la idea es genial pero creo que es tal el nivel de intrusismo que pierde prácticamente toda la fuerza. Pudiendo llegar, incluso, a tener un efecto negativo sobre los 13.000 espectadores que visionaron este catálogo cinematográfico.
Antonio Sañudo, es CEO de Ruepublic
La siesta ¡en el sofá!
La siesta disminuye el estrés y aumenta la concentración y, según los expertos, el sofá es el lugar ideal para ello. Ante esta conclusión de un estudio desarrollado por GfK-Emer, Ikea ha convertido el sofá en el elemento principal de su nueva campaña en España.
La compañía ha sacado su colección de sofás a la calle y los ha puesto al servicio de los ciudadanos para que experimenten los beneficios de una buena siesta. La acción permite tumbarse en los sofás con una manta y un antifaz para hacer sentir a los clientes como en casa.
Dommo ha sido la agencia responsable de esta acción de guerrilla, que ha vinculado los 10 años de garantía en la mayoría de sus sofás con la importancia de la siesta para los españoles. De ahí el eslogan de la campaña: 10 años de siestas garantizadas.
Con lo que cuesta el cine a mí me hacen eso y les meto el proyector en el culo.
No puedo evitar estar totalmente de acuerdo con Jose Manuel, a mi me cabrearía enormemente que estuviese viendo uan película tranquilamente y me empezasen a salir letritas extras por encima de la escena. Vamos, es destrozarte la escena en algunso casos. Me parece una pésima idea como camapaña porque es intrusiva y no le da opción al espectador a participar o no participar en ella. Sin embargo, en la segunda campaña esa opción sí que la tienes. La segunda camapaña sí que me resulta graciosa y original y seguro que es genial para cuando has ido de compras y apetece echarse una siestecilla tras la comida.
Sin comentarios…