Corigliano d’Otranto está situada en el ‘tacón’ de Italia, terreno que en época de los grandes pensadores helenos formaba parte de la llamada Magna Grecia. De eso ha pasado mucho tiempo, aunque parece que el pueblo quiere recuperar parte de ese legado. Al menos, el suficiente para convertirse en el pueblo más filosófico del país.
Este verano, la localidad estrenaba nuevos servicios. Todos ellos, dirigidos a alentar la reflexión, el espíritu crítico y el debate entre sus ciudadanos ante la actual situación.
“Estamos tratando que la gente mire la dirección a la que se dirige el mundo. No está bien. Estamos tratando de revertir esta tendencia. Incluso despertar el escepticismo”, declara a BBC Mundo, Ada Fiore, alcaldesa de Corigliano d’Otranto y filósofa de formación.
Cualquier sitio es bueno para filosofar en el pueblo. El consistorio ha repartido por bares y locales tarjetas con citas de San Agustín y preguntas del tipo ‘¿Qué es el miedo?’ o ‘¿Cuál es el sentido de mi existencia?’ para alentar la reflexión entre los clientes, ha distribuido divanes en el parque municipal y en distintos puntos de la localidad y organiza numerosas mesas redondas y debates con filósofos.
Aunque es el servicio de consultoría filosófica el que más ampollas ha levantado. El citado servicio es ofrecido por la nombrada por el consistorio como filósofa municipal. Su nombre es Grazziela Lupo, graduada por Ca ‘Foscari University en Venecia, y ha instalado su consulta en el ayuntamiento, a la que puede acudir cualquier ciudadano de Corigliano para resolver sus conflictos vitales, todos los viernes de 3 a 7 de la tarde.
Las críticas más contundentes son las procedentes de una asociación de psicólogos de la región de Puglia, a la que pertenece Corigliano d’Otranto. Según recoge The Guardian, estos consideran el servicio de consultoría filosófica de Lupo como “engañoso, confuso y absolutamente peligroso”. Incluso amenaza con tomar “medidas necesarias para combatir los delitos que puedan ser identificados”.
La respuesta de Fiore y Lupo no han tardado en llegar. La primera aclara que el gabinete de Lupo busca únicamente ayudar a la gente a pensar con claridad y que, hasta la fecha, más de 500 personas ya se han acercado al ayuntamiento para buscar este tipo de asesoramiento. Además, y para despejar cualquier duda sobre la financiación de este servicio, Fiore asegura que la filósofa cobra 15 euros por consulta lo que no supone ningún coste adicional para los contribuyentes.
Por su parte, Graziela Lupo se defiende tirando de currículum y de experiencia. Además, descarta la posibilidad de intrusismo al señalar las diferencias de su labor respecto a la de un psicólogo: “Mi trabajo no tiene que ver con las emociones sino con las ideas. No creo que el colegio de psicólogos sepa lo que es un consultor filosófico. Su crítica, en cualquier caso, carece de contenido epistemológico».
Imagen: Comune.corigliano.le.it