“El tráfico está cada día peor”, comentaba un amigo en Facebook. El tráfico y otras tantas cosas –pensé– pero ¿qué cosas no están cada día peor? Me puse a buscar y es todo un reto. Porque como un enorme imán, mis ideas se van hacia ese millón de cosas que van rematadamente mal y empeorando… Economía, hospitales, precios, trabajo, política… porque estamos en modo llorón. Así que he aquí un ejercicio de optimismo.
(Opinión)
Superadas obviedades como la mejora de la esperanza de vida, los descubrimientos médicos y las emisiones de CO2, me propuse que fueran cosas cotidianas que uno pueda identificar, como el tráfico. Aquí empiezo la lista y ojalá se enriquezca.
– Mejora la calidad de imagen. Nuestros ojos están mas acostumbrados al HD y 3D que yo al chocolate. Imposible pensar ya en analógico, el screener o el VHS de 270 líneas, fotos de un mega…
– Mejoran las series de TV. Desde el fenómeno Flash forward a la segunda temporada de Homeland…. Nuevos códigos, asesinos, familias modernas, nerds de universidad… para gustos, colores. Atrás quedaron La casa de la pradera y Dallas.
– Mejoran las hamburguesas. La mala prensa de la comida basura ha permitido que nazca una contra-industria hamburguesera decente. Y los derivados tipo comida orgánica, etc.
– Mejora la usabilidad. Las cosas ya tienen lógica intuitiva. No caprichosa. Pensada desde la lógica de quien debe usarlo, no de quien debe programarlo. Desde una reserva online, un editor de textos o sincronizar una conexión.
– Mejora la conectividad de las personas. Raro es que no localices a alguien. Whatsapp, Linkedin, Instagram y similares.
– Mejora la seguridad. Alarmas, seguridad laboral, antivirus, controles de calidad de las cosas… Eso no puede ir a menos nunca. Son industrias en permanente evolución. Algún rédito tienen que ir dejando.
– El coaching, la inteligencia emocional, los terapeutas mediáticos… como mínimo obligan a la gente a reflexionar un poquito mas allá de la pura depresión. A conocerse, a descubrir que alguien más sabe de sus fantasmas o a pensar de otra manera.
– Mejora la autogestión. Hacerte tu propia música, tu contabilidad, tus cuentas del banco, tus vídeos, tu proyectos de decoración, tu página web, tu propia empresa… Todo es fácil (o dejémoslo en posible).
– Mejora el modelo colaborativo. Convocar y movilizar en pos de una idea o proyecto ya es viable. No digo fácil, pero sí viable. Antes, uno solo podía esperar el apoyo de los medios o la publicidad para hacer una llamada. Hoy existen muchos mecanismos para hacerte oír.
– Mejora el diseño cotidiano. Muebles, utensilios y cosas de la casa, el bricolaje, los cuchillos de cocina, coladores, perchas, el tacto del papel higiénico, las bolsas de basura… Porque para todo hay versiones, mejoras y porque ahora son más baratos, creativos, funcionales y a veces inútiles, pero nos hacen más caseros, cocinitas y apañados.
– Mejora la conciencia cardio y saludable. El running, por ejemplo, ya es una actividad deportiva masiva que nace de la conciencia… No hay más, ni moda, ni hedonismo ni vanidad…
– Mejora la capacidad de expresión. La vena artística de cada uno. Nuevos códigos, formatos, soportes, vías de difusión, interacción, aplicaciones, herramientas, técnicas expresivas… Venimos del esquema pintura, literatura y escultura…
En realidad son 12, porque esta lista también ha mejorado desde el principio. ¿Qué más está mejorando?