En el Ojo Ajeno: El maldito T9

10 de marzo de 2011
10 de marzo de 2011
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El otro día mandé mensaje a mi mujer: “Llegaré tarde voy a hacer un pecado”. Yo había tecleado, o eso creía, “recado”. “ Te va a caer una buena…” me contestó ella. No entendí mucho, pero como estaba jarreando y voy en moto di por hecho que se refería al tiempo… y le contesté: “llevo ropa de cita”. (yo había tecleado “agua”) pero llegaré hecho una rosa… (por “sopa”)“Allá tu” sentenció. Tampoco entendí, pero cerré el tema con: “una copa rápida…” en lugar de una cosa rápida.
Al llegar, me esperaba en la puerta con el amasador de pan. Yo no entendía nada. Al día siguiente y aclarado el entuerto me mandó ella un mensaje: “hazme un favor querido, braga T9.” Antes de irme al Woman Secret´s a buscar un regalito de conciliación de la talla 9 se me ocurrió teclearlo como mensaje… y comprobé que ella había tecleado “Apaga T9”. Y acto seguido le mandé un cero en lugar de un beso.
Tengo que acordarme para el día de su cumpleaños. Mucho ojo con la típica felicitación de cumpleaños: ¿Qué, un añito más? porque con el T9, el sistema predictivo de texto, un añito se convierte en un coito, y yo predigo que puede ser un problema según a quién se lo mandes.
Ese mismo día tuve que escribir una nota manuscrita a la profesora de mi hija. ¿Hace cuánto no escribes algo de más de 3 líneas a mano? Quiero decir, algo que no sea la lista de la compra. Yo me paraba a media palabra esperando que se acabara sola y luego quise ampliar el tamaño de letra una vez escrito, pero cada vez que intentaba seleccionar el texto dejaba un rayajo sobre el texto. La acabó escribiendo mi mujer, que se hartó de darme en la cabeza con el amasador de pan a cada rayajo.
Y toda esta historieta no es más que para sacar el tema de que con tantas ayudas, hábitos automáticos y no sé cuántas cosas más, acabaremos por olvidarnos de cómo se habla y se vive sin una máquina delante. Lo que pasa es que me pongo a escribir y se me va el santo al cielo.

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