ยฟHace cuรกnto que no pasas a una cabina de telรฉfonos? Es mรกs, ยฟhace cuรกnto que no ves una cabina de telรฉfonos? Esos cubรญculos urbanos acristalados han pasado aรฑos y aรฑos abarrotando las aceras de nuestras ciudades con tres funciones muy concretas: ayudarnos a comunicarnos cuando no estรกbamos en casa, ser protagonistas del film mรกs agobiante de la historia del cine espaรฑol y hacer de probadores cuando Superman venรญa con prisas.
Lo cierto es que no sabemos cรณmo se las arregla el hombre volador ahora, pero el resto, desde que tenemos un telรฉfono en el bolsillo, no las utilizamos para nada. ยฟTendrรญamos que hacerlas desaparecer? En Japรณn han tenido una idea ornamental para conservar sus rectangulares presencias.
Un colectivo nipรณn llamado Kingyobu se ha puesto a transformar esas cabinas inutilizadas en gigantescos acuarios que decoran las avenidas de Osaka. Desde hace unos dรญas los habitantes de la ciudad estรกn siendo testigos de la metamorfosis de sus telรฉfonos pรบblicos en peceras urbanas.
La inspiraciรณn estaba en los famosos acuarios japoneses, y la oportunidad, en todas esas estructuras desaprovechadas que iban feneciendo poco a poco en las calles.
El trabajo de Kingyobu ha consistido en modificar los cubos con el fin de que no existieran ranuras por las que se escapara el agua y dotarles de otros pequeรฑos detalles como un sistema de aireaciรณn, lo que posibilita la vida de los peces dentro.
Las cabinas siguen siendo las mismas, incluido el telรฉfono de su interior, pero ya que nadie entraba en ellas, ahora eso se ha convertido en algo literalmente imposible. Sus รบnicos usuarios serรกn peces de colores (koi), famosos detro de la cultura nipona y asociados con la buena suerte y la felicidad.
Esta reestructuraciรณn del concepto, que ya se ha llevado a cabo en alguna exposiciรณn cultural en paรญses como Francia, lo que pretende esta vez es instalarse permanentemente en las calles para sustituir la agotada funcionalidad de los viejos telรฉfonos pรบblicos por la una oportunidad de embellecer la urbanidad.
Nosotros a nuestros celulares, que para eso los tenemos. Y Clark Kent tendrรก que aprender a aguantar la respiraciรณn o a ponerse sus calzoncillos rojos por encima de los pantalones en casa.