Imaginen la escena. Al amanecer, un escuadrón de vehículos aéreos surge sobre la cima de una colina. En lugar de helicópteros, son robots voladores. La colina no ha sido fumigada con napalm. En lugar de La Cabalgata de las Valkirias, de Richard Wagner, suena Larele, de Meneo atronando con sus Game Boys. Tú eres el responsable del escuadrón de robots voladores y esto no es Apocalypse Now.
[pullquote]Erle significa ‘abeja’ en Euskera[/pullquote]
Olvídate, por lo tanto, de combatir en ninguna guerra que no sea la del desarrollo tecnológico o la del conocimiento. De lo que queremos hablar es de una visión que tuvieron David y Víctor Mayoral Vilches. David es estudiante de informática apasionado por el marketing, la comunicación y los medios sociales.Víctor es ingeniero de telecomunicaciones e ingeniero informático, además de un enfermo de la inteligencia artificial y la robótica.
Ambos pensaron que, en el futuro, cada persona podría tener un robot volador que podría ser controlado con su teléfono móvil o su tablet. Aquel futuro, no utópico pero sí tremendamente estimulante, ya está aquí. Erle Robot es, como definen sus creadores, «una plataforma robótica de pequeñas dimensiones con la capacidad de volar».
La idea nació hace tres años en Noruega, uno de los países que, junto con Corea del Sur, acogió a Víctor para completar su formación. Fue allí donde conoció un laboratorio de vehículos aéreos no tripulados. Entendió que el concepto podía simplificarse al máximo y que eso podría reducir mucho los costes de fabricación.
[destacados align=»right»]La Cultura Maker para Erle Robot
La cultura maker es el resultado de la accesibilidad del conocimiento. MOOCs como Coursera, Udacity o Edx permiten que el conocimiento transmitido por los mejores sea accesible para todo el mundo. Estamos convencidos de que la cultura maker está tan solo en sus inicios.[/destacados]
De esa síntesis se infiere la idea que los hermanos Mayoral tiene de la robótica. «En los últimos 20 años se han hecho grandes promesas en este área, muchas de las cuales no han llegado. Nosotros pensamos que, a corto plazo, el futuro de la robótica no estará en robots humanoides de miles de euros, sino en pequeños robots, ágiles y en el talento y la creatividad de miles de personas con esta tecnología en sus manos», señala Víctor.
Erle es, simplificando, un pequeño ordenador volador. «A pesar de su tamaño, tiene capacidad de cómputo para realizar muchas tareas y utiliza el sistema operativo Linux. Nuestra intención es integrar diferentes sensores en el robot. Hasta ahora nuestros diseños incluyen 9 de ellos y nuestros siguientes objetivos son las cámaras y los micrófonos. Su precio rondará los 150 €», explica el ingeniero.
El equipo de Erle está compuesto en este momento por nueve personas -si bien continúa captando talento- y tiene base en Álava. Como defensores a ultranza de la cultura maker, tienen su idea de explotación del producto pero dejan una puerta abierta para que los más curiosos puedan meter mano a su propuesta. «Nuestro modelo de negocio se basa en la venta de robots a particulares. Pensamos que los makers pueden encontrar interesante nuestro robot ya que estará listo para hackearlo. Planteamos también una segunda línea de negocio orientada a dar servicios a empresas a través de nuestro robot», dice Mayoral.
Erle sigue en fase de desarrollo (el recorrido del mismo puede seguirse en su web). Sus creadores se encuentran en búsqueda de constante financiación. «Creemos firmemente en lo que hacemos y tenemos el talento necesario para llevarlo a cabo. Nos gustaría incluir a un inversor con experiencia en Business Development que, además de aportar capital, comparta nuestra visión», reclama Víctor Mayoral.
Un futuro repleto de robots voladores está en la mente de mucho desde hace tiempo. Dependía de cada uno que esas evocaciones estuvieran en el lado de la ciencia-ficción en lugar del de la realidad. Ahora que todo eso es posible, ¿quién se apunta a volar?
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Erle Robot será uno de los proyectos que tendrá un hueco en la Bilbao Mini Maker Faire. La feria se celebra los días 13 y 14 de julio en Bilbao, en la explanada del Museo Marítimo. Yorokobu es media partner del evento.