Escribir en internet: qué es original y qué es plagio

¿Qué es un artículo original? ¿Qué es un plagio?

De cuando en cuando, algún lector protesta contra el autor de un artículo online:
—El artículo de Cómo hacer una tarta de naranja es un plagio del artículo Cómo hacer una tarta de chocolate (que tengo en mi blog).
Es una acusación grave que no debería hacerse de manera temeraria.

Qué protege y qué no el derecho de autor

En este supuesto ficticio el acusador ignora que si estuviera prohibido escribir los procedimientos, no habría difusión de conocimientos. De hecho, La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) señala: «La protección del derecho de autor abarca las expresiones, pero no las ideas, procedimientos, métodos de operación o conceptos matemáticos en sí».
¿Qué significa que «abarca las expresiones»?
Un ejemplo fácil de entender, tomando las series policíacas (procedimentales o no): una idea es decir o escribir «dos policías interrogan a una posible testigo de un crimen».

Mismo desarrollo, distintas maneras de contarlo

La expresión de esa idea es la escena correspondiente en True Detective, CSI Las Vegas o Los hombres de Paco. La ley protege la escena (los diálogos, para ser precisos). En ningún caso el desarrollo, que es similar en todas estas series y en todos los episodios: los policías llaman a la puerta, preguntan por la testigo, ella ofrece o no café, hay un interrogatorio…
Un simple infusorEn el caso de un artículo, si un autor detalla cómo se hace una tarta, deberá por fuerza indicar los ingredientes, los pasos, los tiempos… El plagio ocurriría si este autor tomara un texto ajeno y lo entregara como propio al editor. Habría un «aprovechamiento del esfuerzo ajeno».
Salud Reguera, abogada especialista en Propiedad Intelectual, expone que plagio es: «Copiar obras ajenas en lo sustancial. Son situaciones que, despojadas de elementos superficiales, tienen total similitud con la obra original, produciendo un estado de apropiación y aprovechamiento de la labor creativa y esfuerzo de otros».
Sí es cierto que el plagio existe. Recuerdo que hace años salió a la luz que cierto «intelectual» escribía su columna semanal apropiándose de artículos de Life  y de Paris Match. Tiempos de internet en pañales. La estafa acabó cuando el «intelectual» fue pillado. Por suerte, ahora contamos Google y herramientas específicas para cortar las alas a plagiadores y estafadores.
De manera que no es plagio escribir sobre un personaje público o sobre una película o describir el ambiente de una calle o explicar cómo se hace una tarta de manzana. No lo es, si uno escribe de lo que tiene dentro y cita las fuentes si quiere utilizar material ajeno (hasta cierto punto).

Mi infusor de té: arte, plagio y apropiacionismo

Pensemos en un simple infusor de té. Mi infusor. Supongamos que es el único en el mundo. Es un objeto práctico. Si sigo el postulado de Duchamp («Arte es lo que se denomina arte») y fotografío mi infusor y le coloco un título tengo… una obra de arte.

1. Original

Señorita - Original
Como obra artística carece de validez. Lo importante en esta ficción es que he creado una OBRA ORIGINAL.

2. Plagio

Supongamos que «mi obra» se vende por buen precio y que el «artista» Durodemadera piensa: «Yo también quiero ganar dinero haciendo lo mismo». Así que Durodemadera ofrece al mundo «su obra»:
Señorita - Plagio
… Es un PLAGIO de tomo y lomo. ¡Ni le ha cambiado el nombre a la obra!

3. Apropiacionismo

Sigamos imaginando… Pasa el tiempo y mi obra está en el MOMA y el pintor Artistus la recrea a su manera:
Señorita con manos entrelazadas - Apropiacionismo
La desgarbada señorita de Artistus no es un plagio. Es una obra que pertenece al APROPIACIONISMO. Este movimiento artístico se basa en la «apropiación» de imágenes, objetos o estilos conocidos como base para nuevas obras. Artistus es un apropiacionista que no pretende engañar a nadie; él sabe que el público conoce bien la obra original.
Un ejemplo histórico de apropiacionismo lo encontramos en la pintura cubista de Picasso que reinventa obras conocidas. Picasso no se aprovechó del esfuerzo de Goya o Velázquez. En el cine contemporáneo tenemos a Tarantino como el gran remezclador que no oculta sus fuentes. Picasso o Tarantino ponen su sello personal sobre lo que cogen de aquí y allá.

Echar sal al huevo

En la escritura, ya sea de novelas o de artículos o recetas de cocina, la inspiración, la originalidad está tanto en las experiencias personales como en la mezcla de temas y «cosas» preexistentes o la reinvención de lo que todo el mundo conoce. No hay que tener miedo a mezclar, a reinventar, a añadir… Hay que recordar la cancioncita infantil:
Este puso un huevo…
Este lo coció…
Este lo peló…
Este le echó la sal…
Osa con monóculo - Apropiacionismo
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Nota 1: Cheeseline y Osa con monóculo. Piezas únicas. Arte efímero.
Nota 2: Si quieres saber más: Cuadernillo de Propiedad Intelectual para guionistas y similares. Recomendado por profesionales del Audiovisual y el Derecho.

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