El año que Blank Paper dejó de ser emergente

Hubo un tiempo en el que los fotógrafos españoles quedaban cristalizados durante años dentro de la categoría de «emergentes», una especie de purgatorio conceptual que les otorgaba cierta visibilidad, pero impedía que tomasen de facto el relevo a las vacas sagradas y consagradas del reino visual. Después llegaron los niños rebeldes de Blank Paper, en su doble vertiente de colectivo y escuela, y dieron un meneo considerable al panorama fotográfico de España.

Con su lenguaje rompedor y su constante investigación, Blank Paper ha conseguido hacer trizas la manida categoría de «fotógrafos emergentes» para convertirse en la nueva generación a secas. Por un lado, ha creado una nueva narrativa que incluso fue elogiada hace un par de años por la prestigiosa revista British Journal of Photography, que promovió la nueva fotografía española a la categoría de vanguardia. Por el otro, se han encargado de desempeñar el papel de replicantes a través de una escuela por la que han pasado muchos de los fotógrafos más significativos de la escena contemporánea.

Este mes, Blank Paper ha inaugurado su primera exposición colectiva y lo ha hecho a lo grande en Les Rencontres d´Arles, uno de los festivales de fotografía más importantes del planeta. Blank Paper: Historias del presente inmediato reúne las obras más recientes de los fundadores y de los miembros históricos de este colectivo, como Fosi Vegue, Julián Barón y Ricardo Cases, entre otros. También están representados algunos profesores y exalumnos de esta escuela como Miren Pastor y Federico Clavarino.

La muestra ha sido comisariada por Sonia Berger, en colaboración con el mítico artista y ensayista Joan Fontcuberta, y con el apoyo de Anna Planas y Pierre Hourquet. Los proyectos expuestos son casi todos inéditos. «Me pareció más interesante enseñar lo que se está haciendo en este momento, la proyección de estos fotógrafos hacia el futuro. Muchos de sus trabajos más antiguos ya se habían visto en forma de libro», explica Berger, que es cofundadora de la distribuidora y editorial Dalpine. «La idea es mostrar el origen del colectivo y la influencia que ha tenido sobre muchos fotógrafos contemporáneos, en especial sobre el grupo de profesores y exalumnos que les han acompañado en todos estos años», agrega.

Vale la pena destacar que la primera exposición de Blank Paper como colectivo y como escuela acontece curiosamente fuera de España. Es decir, Francia ha dado el último paso en la consolidación de esta generación de creadores. Para Berger esto demuestra que en España todavía falta un mercado fotográfico estructurado. «En nuestro país falta una cultura fotográfica. Nosotros trabajamos precisamente para que este tipo de fotografía tenga una visibilidad y un reconocimiento, sea donde sea», destaca.

Además de las fotos de los 11 participantes, que dialogan entre sí gracias a un original montaje expositivo, el visitante encontrará todos los libros publicados en los últimos 15 años por los miembros de este colectivo. «Son 32 libros que resumen la trayectoria histórica de Blank Paper. No están ordenados por autor, sino que están en una línea cronológica para que se pueda apreciar la evolución en el lenguaje y en los formatos», revela Berger. «Al lado de cada libro hay una cartela que explica quién ha colaborado en cada ejemplar. Es una forma de mostrar la participación de los otros fotógrafos que han contribuido a la edición, al diseño y a la preimpresión de estos libros», agrega.

La idea de montar esta exposición surgió el año pasado de un encuentro en Arlés entre la entonces futura comisaria y Fontcuberta, que le lanzó el desafío de sacar a luz la obra de este colectivo. «Me sorprendió su propuesta porque yo nunca había comisariado una exposición y también porque me considero parte de esta historia. He sido alumna de la escuela. Fue allí donde nació la idea de Dalpine», cuenta Berger. «Creo que la invitación de Fontcuberta nos retaba a que continuásemos a hacer las cosas desde dentro: a organizarnos entre nosotros mismos, a dialogar como siempre se ha hecho y a trabajar de forma conjunta. Y así es como se ha abordado la exposición», añade.

La dirección de este festival internacional desde el principio se mostró muy receptiva a la propuesta y en enero dio luz verde. Desde entonces, los de Blank Paper han trabajado duro para llegar a Arlés con sus mejores cartuchos. Todas las copias de la muestra han sido impresas por el equipo de La Troupe en Madrid.

«Lo más interesante es que hay trabajos en proceso, que se van a enseñar, pero que seguramente sufrirán cambios hasta que sean dados por terminados. Es el caso de Primas gemelas, de Miren Pastor, o The most perfect day de Michele Tagliaferri. En otros casos, hemos conseguido finalizar el proyecto para la exposición, como ha pasado con Ustedes, los vivos de David Hornillos, que no lo no tenía terminado, pero tenía muy claro lo que quería hacer», relata la comisaria.

Para Julián Barón, que presenta Memorial, esta exposición supone «un encuentro muy especial entre el colectivo Blank Paper y algunos fotógrafos de su órbita». Su obra es una libre reinterpretación de documentos, imágenes y objetos de dos periodos concretos de la historia de Perú —la Guerra del Pacífico de 1873-1889 y el Conflicto Armado Interno de 1980-2000—, que fueron utilizados en la obra Sin título. Técnica Mixta del grupo teatral Yuyachkani. Barón emplea una fotocopiadora en vez de una cámara para fabricar sus originales imágenes.

La individualidad de los miembros de Blank Paper es quizás el hilo conductor. «Trabajan desde un enfoque muy personal. En el diseño expositivo queda reflejada la forma que tienen de relacionarse y de trabajar conjuntamente», destaca Berger.

Sin embargo, también es posible encontrar algunas temáticas recurrentes. «Hay trabajos que hablan del propio medio fotográfico, como Éxtasis, de Óscar Monzón, o Un universo pequeño, de Antonio M. Xoubanova. Michele Tagliaferri trabaja con vídeo y con una técnica muy avanzada de extraer fotogramas. También se puede detectar una cierta preocupación por cómo está articulada hoy la sociedad», dice la comisaria.

Blank Paper: Historias del presente inmediato estará en el festival internacional de fotografía de Arlés hasta el próximo 24 de septiembre en el espacio Ground Control.